La reforma laboral ha venido a corregir una situación irregular y en el conjunto del país ha supuesto un incremento del 22% de la contratación indefinida». Aunque en La Rioja ese porcentaje se queda en el 19,6%, supone un incremento del 99,6% respecto a febrero del año pasado y  un incremento igualmente sobresaliente sobre la media de 2021 del 8,66%. Estos son los parámetros en los que se asienta  el director general de Empleo, Ignacio Arreche, para defender el éxito de una texto legal, pactado entre patronal y sindicatos, y que salió adelante en medio de la polémica gracias a un voto erróneo de un diputado del Partido Popular.

Esta normativa legal, entre otros aspectos que influyen en el mercado y las relaciones laborales, ha conducido a una importante modificación en la contratación, con la pretensión  de evitar la temporalidad y priorizar los de carácter indefinido. Los de duración determinada se limitan ahora a formación, por un aumento coyuntural de la producción, con una duración máxima de un año, y en sustituciones para personas que tengan derecho a reserva de puesto de trabajo. 

En este cambio de ley sale reforzada la figura de los fijos discontinuos que, según Arreche,  ha llegado para quedarse de manera estructural. «Se elimina la precariedad y se adquiere categoría de permanencia» de la relación laboral, argumenta el director de Empleo, que destaca que el mes pasado la mitad de las contrataciones fijas fueron realizadas a mujeres.  Al respecto considera «prometedor» que inicialmente el empleo precario ocupado por población femenina adquiera mayor estabilidad, aunque sea a tiempo parcial. 

Valora que tengan una garantía de «empleo estable y de renta» para crear un entorno general de mayor riqueza y, aunque reconoce el crecimiento de los contratos a tiempo parcial, que corresponden principalmente a mujeres, entiende que esa divergencia debe corregirse con normativas de igualdad. 

«Los aspectos de conciliación y de compatibilizar el cuidado de la familia con la actividad laboral deben ser aplicados a hombres y mujeres en iguales condiciones», exige Arreche, que razona que es hora de superar el patrón cultural de que la mujer debe ocuparse de las tareas el hogar. Por ello, señala que ambos deben hacer uso del tiempo parcial, pero sustentado «en la estabilidad en el empleo que proporciona un contrato indefinido».

Satisfechos. La satisfacción es también el aspecto que predomina en los sindicatos, que siempre han criticado la alta temporalidad del mercado laboral español, a diferencia del europeo.  

Así, Jesús Izquierdo, secretario general de UGT, destaca el «significativo» aumento, al pasar de una media de uno de cada diez hasta este año a uno de cada cinco. «Este es el primer objetivo que perseguía la reforma laboral en materia laboral», poner coto a la temporalidad que se sufre, de manera exacerbada, en sectores como servicios. Izquierdo espera que esta tendencia se consolide en los próximos meses y se pueda revertir una situación «que arrastramos desde hace muchísimos años y que no consiguió paliar la reforma laboral del PP que tenía entre sus principales objetivos acabar con la dualidad del mercado de trabajo», señala el secretario general de UGT, cuya Federación de Industria, Construcción y Agro celebra hoy, una jornada alusiva.

Izquierdo menciona que uno de los principales problemas que presentaba el contrato por obra era su extensión a todo el mercado  de trabajo, independientemente del sector, por lo que entiende que serán los sectores «más feminizados y precarizados» donde mayor efecto tendrá el cambio de legislación.

Opina que la contratación indefinida no tiene por qué aumentar los de tiempo parcial, sino que el aumento de estos últimos obedece  a que esa contratación indefinida ha favorecido a los sectores de mayor temporalidad.

Al respecto, resalta que de los 1.802 contratos fijos firmados en febrero, 1.260 han correspondido al sector servicios, al estar «más acotada» la temporalidad en construcción e industria. 

Igualmente satisfecho está el secretario general de CCOO, Jorge Ruano, que argumenta que las cifras que se registran los dos primeros meses del año demuestran que el mercado laboral «estaba pervertido», muchos contratos estaban «en fraude de ley» y reflexiona que  la reforma legal que obliga a justificar la temporalidad de la contratación va a supone un beneficio general.  «Al trabajador le ofrece perspectivas de futuro y la empresa va a poder diseñar planes de formación y le va a permitir seguir avanzando en su proyecto empresarial», argumenta Ruano, que piensa que «no tenían sentido» las tasas tan elevadas de temporalidad, contradiciendo la generalidad europea.

Se muestra convencido de que esta tendencia se va a acentuar en los próximos meses, superado un periodo transitorio y confía que este año asistirá a un incremento «importante» de la contratación indefinida. Ruano avanza que la nueva regulación va a afectar a sectores industriales, en algunos de los cuales se producía «un abuso importante» de la temporalidad y van a ser  los que tengan que «dar el paso» e invita a romper la idea «larvada durante décadas» de que la estabilidad del empleo ataca a la empresa y la economía. «No es cierto, con costes similares se afianza un empleo y se le da mayor valor añadido», asegura. «Durante los  últimos años hemos pasado de una media de entre 60 a 70 días a 37;no se puede construir un proyecto empresarial de esta manera», razona.

La patronal. Aunque también se felicita  y valora de forma «positiva» el aumento de la contratación indefinida -la patronal nacional representada por la CEOE también suscribió la reforma laboral-, la Federación de Empresas de La Rioja (FER) considera que obedece a varios factores, entre los que destaca un cambio en la denominación de alguno de los contratos.

Así lo señala su presidente, Jaime García- Calzada, que apunta que, conforme a datos estadísticos, la contratación mediante la modalidad de fijos discontinuos ha aumentado como consecuencia del cambio regulatorio producido en la última reforma laboral, «originando un mayor atractivo y una mayor flexibilidad para el ejercicio de la actividad en ámbitos de tipo estacional», más allá del trabajo en régimen agrario, sector para el cual ha sido más frecuentemente utilizado. 

«Si bien conduce a cierta estabilidad, esta modalidad conlleva también periodos específicos en los que los trabajadores tienen sus contratos suspendidos y son susceptibles de prestación de desempleo, lo cual conlleva a una similitudes con la contratación temporal en los periodos de inactividad», argumenta la patronal. En segundo lugar,  señala su presidente, desde el 31 de diciembre de 2021 han sido eliminados los contratos fijos de obra, variedad de contratación temporal específica del sector de la construcción y han sido sustituidos por los contratos indefinidos adscritos a obra, «una modalidad que no acaba sino siendo un mero cambio de denominación para que a efectos estadísticos, se pueda considerar que ha habido un aumento considerable en la contratación indefinida».

más actividad.  García-Calzada añade a estos argumentos la recuperación de la actividad empresarial en la que  «estamos embarcados, como consecuencia de los ya dos años que llevamos sufriendo» en la actividad económica la actual pandemia. «Si bien las circunstancias están mejorando, la consecuencia de la subida de contratación indefinida se debe a una progresiva vuelta a la normalidad previa al 14 de marzo de 2020, y no a una mejora de las circunstancias como consecuencia de la modificación normativa», afirma.