La Rioja define señales que pueden evitar el suicidio escolar

R. Muro
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El protocolo diseñado por la Consejería implica a todo el personal docente en labores de prevención y detección y en la creación de espacios de bienestar emocional en los colegios

Cuatro jóvenes caminan por una calle de la capital riojana - Foto: Óscar Solorzano

Las conductas suicidas constituyen la primera causa de muerte absoluta entre los jóvenes españoles de 15 a 29 años, una situación de la que no es ajena La Rioja. Hace quince días sonaron todas las alarmas de la comunidad educativa riojana, y de la sociedad en general, tras conocerse siete intentos de suicidio en apenas una semana en seis centro escolares de la región. 

La resolución del 7 de marzo da luz verde precisamente al protocolo que establece la consejería de Educación para la prevención, detección e intervención de conductas suicidas en los centros escolares sostenidos con dinero público.  Un extenso documento que busca implicar a todo el personal de los centros educativos (dirección, orientadores y profesorado) bajo la premisa de que constituyen los espacios idóneos para fomentar el niestar emocional.

El protocolo realiza una exhaustiva descripción, en un primer término, de los motivos que pueden llevar a conductas suicidas para a continuación concretar las señales de alarma.Indicadores, como las autolesiones o expresar directamente frases del tipo «no valgo para nada» o llamar a personas para despedirse de forma sutil. En cuanto a las señales no verbales, el documento establece otros ejemplos como comportamientos inusuales de ira o ansiedad o el consumo de sustancias adictivas. 

Desctada el documento elaborado por Educación que «preguntar sobre la existencia de ideación suicida no incrementa el riesgo de desencadenar este tipo de actos» e incluso «puede ser la única oportunidad de iniciar acciones preventivas».

En el caso de que surja alguna sospecha, el protocolo establece las pautas para iniciar lo que Educación denomina «primer abordaje».  Una vez confirmada la sospecha mediante la detección de intentos previos o si existen valoraciones por personal cualificado, el protocolo define la forma de detectar la urgencia en la intervención con pautas como llamar al 112 «sin dejar solo al alumno en ningún momento» y «no perder el contacto visual» mientras llegan los servicios de emergencias. Recomienda también el documento mantener una actitud empática y  evitar la presencia de otros almunos, al menos, hasta conocer las causas de la actitud suicida. 

Prioridades en función del origen. Es decir, en función del origen el protocolo establece unas prioridades u otras. No se recomienda una actuación similar, a modo de ejemplo, si el origen está en el maltrato infantil o en el acoso escolar. En este sentido, en unos casos se recomienda el aviso a la familia y en otros directamente a Servicios 

También dleimita el documento los diferentes escenarios en función del riesgo del alumno y la forma de actuar. 

Seguimiento de  los compañeros de clase tras un caso consumado

El documento elaborado por la consejería de Educación reserva también un espacio con recomendaciones de actuación una vez materializado el intento, o directamente tras el suidicio de un alumno. En el primero de los casos, el centro debe preparar con esmero el regreso del escolar con el objetivo de que en ningún momento se sienta solo.

En elsegundo de los casos, el protocolo dedica una especial atención tanto al profesorado como al alumnado para que reciban atención especializada. ·El suidicio de un alumno afecta a toda la comunidad educativa», setalla. La coordinación y temporalización  de lo sucedido aconseja también «el seguimiento del alumnado considerado vulnerable» con especial atención a compañeros de clase o del mismo curso escolar.

También dedica un espacio, en contra de lo que viene siendo habitual, para «informar a los medios de comunicación».