Logroño no es, ni de lejos, la ciudad de los primeros meses de 2019. Cuatro años de una profunda transformación a favor del peatón, de la bicicleta y de una sostenibilidad que resuena desde los balcones de la esquina oeste consistorial. Desde su despacho, Pablo Hermoso de Mendoza se enorgullece de obras culminadas y de otras, que cual losas, pesan y atragantan la batalla final de mayo. A las puertas de cerrar una nueva legislatura municipal, y tras cuatro años de vestir armaduras y yelmos ante las duras críticas urbanas, Hermoso y Caballero, cual héroes del medievo, afilan lanzas y pulen escudos sabedores de que tan difícil es colmar el gusto de la mayoría, como el de la minoría, y que los sustos tan pronto se avecinan de izquierdas como de derechas. A dos meses del democrático juicio electoral, a Hermoso se le enquistan la nueva Estación de Autobuses, el paseo de las Cien Tiendas, Murrieta, Duquesa de la Victoria, avenida de Portugal, San Antón, los decibelios que acrecientan entre una amplia mayoría comercial y hostelera y las extendidas voces ciudadanas que no entienden semejante cerco al coche y al aparcamiento. Por partes.
La nueva infraestructura de autobuses, promovida por anteriores equipos de Gobierno municipales, cierra la legislatura sin abrir. Hermoso aventuró en diciembre del pasado año que la estación entraría en uso para octubre de 2023, tras episodios previos, y siempre y cuando no aparezcan nuevas incidencias y siempre después de los comicios. Han pasado cuatro años y la arquitectura de lo que algún día será el servicio intermodal de Logroño, se enquista en la esquina oeste.
Hermoso se defiende. Estos cuatro años de mandato han servicio para ganar en seguridad, accesibilidad, modelo de gestión y «el entorno que nos va a permitir la apertura», señaló el primer edil hace ahora tres meses. Salvo sorpresa de última hora, ningún mitin electoral se aproximará por la zona.
Sobre las Cien Tiendas, ya pidió reiteradas disculpas el primer edil ante una comitiva de vecinos, comerciantes y hosteleros del céntrico paseo comercial de Logroño. La actuación, entre parches, calvas y desconchados, está paralizada y según las previsiones más halagüeñas, el nuevo paseo será tal dos años después de su primera adjudicación, cuando su desarrollo no debiera haber superado los seis meses. Lejos de enquistarse, podría haberse erigido en uno de los estandartes electorales de Hermoso, Caballero y Campos. Desde la esquina oeste de la Casa Consistorial, el alcalde lamenta aquella baja presupuestaria con la que concurrió Cotodisa y que arrasó a los puntos a unas cuantas firmas locales, de las que se quiso echar mano, precisamente, cuando la baja presupuestaria no respondía a los rendimientos esperados de la constructora madrileña.
Las Cien Tiendas, que son más, se mantienen vivas, pero su pavimento precisa el oxígeno de una nueva licitación. ¿Recaerá ésta en una empresa local o en una Unión Temporal de Empresas locales?
'Calles abiertas'. Pero si la nueva Estación de Autobuses y el céntrico paseo de las Cien Tiendas se enquistan, el programa Calles Abiertas se atasca, no el programa en sí, pero sí las calles objeto de transformación. La actuación en Murrieta harta a una amplia mayoría de vecinos y ciudadanos y la actuación en Duquesa de la Victoria harta a una amplia mayoría de otros vecinos y de los mismos ciudadanos, por citar dos ejemplos. También cansados están los vecinos del entorno de la plaza de la Diversidad (fuente de Murrieta para algún despistado), por citar un tercero, que no terminan de racionalizar el sentido de una actuación que pone un atasco de circulación donde no lo había. Hermoso y Caballero quieren evitar atascos de tráfico y del sistema sanguíneo, que fluirá sin contratiempos, uno y otro, a base de caminar.
Avenida de portugal. Y como último eslabón de la batalla al coche y al aparcamiento, el carril bici de avenida de Portugal que Hermoso y Caballero ven como un nuevo triunfo y que muchos vecinos y muchos ciudadanos no terminan de entender. Van desapareciendo los tintes marrones de algunas calles abiertas bajo el concepto de la consolidación postpandémica mientras, de nuevo, por el centro, San Antón se torna en resignación. Saben en la céntrica calle que a unos metros de la esquina oeste del Consistorio, se trazan líneas y colores sobre planos definiendo metros, aceras, cargas, descargas, arbolitos, papeleras y un carril para vehículos.
De hecho, tras República Argentina, La Zona y San Antón, ya para la próxima legislatura, en la calle Chile se toman cual amenaza la reciente reflexión urbanística de Hermoso que también lanzó al aire eso de que «hay que decirle a la gente que no se puede aparcar gratis en la puerta de casa». Así son los apodados fondos NextGen. O apuestas por ellos o estás contra ellos.
Sectores que trinan. El comercio y la hostelería trinan y sufren y culpan en gran medida a la profunda transformación de la ciudad. Los primeros quieren mantener el tráfico como activo de compras, como medio de llegar al centro de la ciudad y no reconducir a los del extrarradio y a los del área metropolitana a los centros comerciales.
Los segundos muestran ya sin excusas ni tapujos su hartazgo ante lo que califican «un ataque constante». Las zonas de protección acústica prometen proteger a los vecinos del casco antiguo, con extensión hasta las discotecas de Duquesa de la Victoria y de la remodelada 'Zona', de juergas y jolgorios nocturnos. Teme la hostelería que irá en detrimento de sus negocios a los que ya les han reducido ocho horas de las especialmente ampliables año a año. Una decisión que depende del Gobierno regional pero a la que remitió sus alegaciones Caballero.
Hablando de hostelería, el sector espera desde hace meses la Ordenanza de Terrazas, que no se sabe si llegará en mayo, para antes o después.