Hace tres años, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, informaba mediante una rueda de prensa que se transmitió en directo en todos los medios de comunicación del país, que quedaba decretado el Estado de Alarma para hacer frente a la expansión del virus SARS-CoV-2. Del coronavirus se llevaba hablando desde hacía meses. Las noticias que llegaban de China no eran nada alentadores: megahospitales construidos en tiempo récord, medidas de aislamiento extremas. Y de China saltó a Europa y el marzo de 2020 la situación del covid-19 estaba descontrolada. Lo que ocurrió aquellos días: miles de muertos casi diarios, hospitales saturados, confinamientos obligatorios y el terror a contraer una enfermedad de la que, entonces, se desconocía casi todo, permanece en el recuerdo de millones de españoles y españolas.
Desde el 11 de mayo de 2020, fecha en la que se comenzaron a registrar los primeros casos diagnosticados de covid-19, se han notificado 111.123 casos. Se estima que el 10% de los casos pueden desarrollar covid persistente. La Organización Mundial de la Salud lo define como «la enfermedad que contraen personas con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2; normalmente en los tres meses siguientes al inicio de la covid-19, con síntomas y efectos que duran al menos dos meses», sin que estos puedan explicarse por un diagnóstico alternativo.
Dolores musculares, fatiga y cansancio crónico, niebla mental o trastornos del sueño. Son algunos de los síntomas del covid persistente. En La Rioja existe un colectivo que integra a 35 enfermos que decidieron unirse para visibilizar la enfermedad y emprender iniciativas para paliar las necesidades que todavía padecen. Sergio que prefiere no indicar su apellido, es uno de los portavoces del colectivo covid persistente. «Hasta nosotros llegan muchas personas que también tienen secuelas», advierte, pese a la estigmatización de la enfermedad.
«Seguimos existiendo». El covid-19 se ha 'gripalizado'. Un término médico al que también se han tenido que acostumbrar los enfermos de covid persistente. «Existen unos 200 síntomas», advierte Sergio, «la mayoría son físicos pero también psicológicos que pueden afectar a nuestra salud mental». A pesar de estos tres años, el colectivo se sigue reivindicando. «Seguimos existiendo, aunque tengamos el apoyo de nuestro entorno sí que notamos la incredulidad de parte de la sociedad», señala Sergio. Reclama más investigación para dar con un tratamiento eficaz. «Y que el SERIS ponga en marcha una Unidad Multidisciplinar sobre el covid persistente».
Con estas peticiones, los enfermos participarán en un acto conmemorativo organizado por la Asociación de Enfermos de Covid Persistente de España (ACPE), que tienen lugar hoy a las 12.00 de la mañana en el Paseo del Espolón de Logroño. Allí se leerá un manifiesto para que la sociedad riojana escuche la voz de las personas que sufren los efectos de la pandemia todos los días.