Un nuevo torreón para el castillo

Cayetano G. Lavid
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La librería familiar Castillo de Libros, en la calle Madre de Dios, ha tomado la decisión de embarcarse en una nueva aventura en torno al libro de ocasión, con los grandes clásicos de la literatura como protagonistas

Bruno Calleja y Azucena Escalona, en el local de la nueva librería. - Foto: Óscar Solorzano

Mientras que para Mario Vargas Llosa, aprender a leer es lo más importante que le ha pasado en su vida, parece ser que para una gran parte de la población la felicidad se reduce a tener claro qué serie ver en Netflix. 

Para aquellos que devoran libros, que disfrutan de la lectura y del poder de su imaginación y no necesitan esperar al estreno en cines para que se lo cuenten, la librería de la calle Madre de Dios, Castillo de Libros, tiene una noticia que compartir. Están ultimando los preparativos para abrir una nueva tienda este sábado, 23 de abril, en un lugar más céntrico, la calle Sagasta, con una temática diferente y deseando atraer a otro tipo de lectores.

La artífice de esta idea es Azucena Escalona, la misma persona que ya en 2018 abrió en el barrio Madre de Dios una librería que también funciona como papelería. El negocio funciona bien, ese es el principal motivo por el que se han encaminado a abrir una librería nueva. Los otros motivos, son igualmente ambiciosos. «Nuestra tienda está algo alejada. Siempre hemos pensado en tener presencia en un lugar más céntrico y, tras participar en varias ferias por la zona y tener buenas sensaciones, nos hemos animado finalmente», confiesa Azucena, que ya tiene el local ideal.

Los libros, como en cualquier librería, son la esencia del comercio. Pero este nuevo castillo, no ha sido concedido para albergar en él las últimas publicaciones, sino los más destacados clásicos de la literatura española, pero también de la universal. «Muchas ediciones antiguas han se están dejando de publicar y es una lástima, porque no tienen nada que ver con los formatos modernos digitales. Hay gente a la que le encanta pasar las páginas y sentir cada hoja con los dedos. Para ellos, aquí estaremos», sentencia.

¿Y por qué libros antiguos? El hijo de Azucena y socio de la librería, Bruno Calleja, explica: «El libro siempre es un valor seguro». Y pone el ejemplo del confinamiento en la primera ola de la pandemia. «Cuando no hemos tenido nada la gente siempre ha recurrido a los libros. Tras el encierro se han vuelto a poner en valor para entretener y ser una alternativa», asegura Bruno.

Respecto a la viabilidad del proyecto, una tienda de libros usados, baratos, a precios muy asequibles y en el centro de Logroño. ¿Es rentable? Calleja cree que sí y hace un matiz. «No tienen por qué ser usados, porque muchas veces vienen precintados. Confío en que ponerles precios asequibles a las obras clásicas más conocidas, así como a las de otros autores no tan sonados harán que la gente muestre un mayor interés. Además, Bruno explica que «el hecho de que el margen de ganancia sea bajo no significa que no sea rentable, solo que se necesite vender en mayor cantidad, para lo que el joven ya tiene una fórmula: poder adquirir un libro por dos euros, dos libros por tres euros o cinco libros por siete euros, lo que para Calleja sería «una forma de dar una segunda vida a este material a unos precios que inciten a la compra».

Ilusión

Madre e hijo desean que llegue el 23 de abril. Es la fecha que han fijado para abrir, coincidiendo con el día del libro, así como su primer evento literario, con la presentación de Los cerdos te vigilan, de Mikel Chasco. «Este sábado será el comienzo de algo grande», aseguran.

Y es que las expectativas son altas, como cuenta Azucena, que no se conforma con la venta de libros: «No me conformo con esto. Quiero que además de construir un centro de venta, se convierta en un punto de cultura para Logroño. Queremos vender libros, pero también fomentar la cultura en la localidad», sentencia Escalona.

Pronto comenzará esta aventura, ahora con dos tiendas, para esta familia tan comprometida con la cultura.