"Existe una gran trivialización del sexo y violencia"

Ana Torrecillas
-

El psicólogo Jesús Vélez advierte que detrás del aumento de delitos sexuales contabilizados en el informe de la Fiscalía hay una mayor concienciación social que lleva a denunciar a las víctimas de las agresiones

El psicólogo Jesús Vélez. - Foto: Óscar Solorzano

«Hay más sentencias y más delitos que terminan en la Justicia debido a que ahora se denuncian más agresiones que antes por el aumento de la conciencia social contra este tipo de comportamientos». Jesús Vélez, psicólogo está convencido de que la sociedad no dará marcha atrás en los avances sociales que permiten visibilizar las conductas machistas que derivan en agresiones sexuales, especialmente entre los menores. 
Para este profesional que lleva años trabajando con menores y adolescentes, existen diversos factores que pueden llegar a explicar la conducta violenta de algunos chavales. «Estamos ante una trivialización de la sexualidad y de la violencia», señala Vélez, «todo ello influido en gran manera por el acceso cada vez más temprano a contenido pornográfico, además hablamos de un porno muy violento donde se promueve una sumisión de la mujer».

Este cóctel explosivo cuenta con dos ingredientes más: el sentido de permanencia de grupo y las redes sociales. «Los agresores sexuales actúan como los abusones en el caso del bullying, salvando las distancias: existe un líder al que el resto del grupo le sigue sin cuestionar nada y para sentirse integrado». Pero en la agresión sexual, hay un componente más: el machismo, el sometimiento de la mujer. «Ciertos sectores pueden ser reactivos ante los avances sociales que han conseguido las mujeres y reaccionan con violencia», asevera el psicólogo. «Hay un componente cultural innegable. Porque una cosa es la agresividad que es una respuesta innata ante un estímulo y otra cosa es la violencia que es cultural. El menor violento casi siempre se ha criado en un ambiente violento en el que la fuerza física se ha utilizado para resolver conflictos o para aliviar tensiones. En terapia tratamos de eliminar ese refuerzo positivo que tiene el menor violento ante ello». 

Y cuando entra en escena las redes sociales todo va a peor porque «las redes tienen la capacidad de viralizar lo que sucede en cuestión de segundos. Lo que sucede en un parque o en clase automáticamente llega a todo un pueblo o ciudad». 
Ante esto, Vélez asegura que hay pautas que se deben implementar: una educación social afectiva y sexual que implique no solo al profesorado en las aulas sino que llegue también al resto de educadores como los padres y madres. «Educar en el respeto hacia los demás y en la importancia del consentimiento en todas las fases de una relación sexual», apunta el psicólogo que rompe una lanza por los adolescentes. «Hemos avanzado  mucho como sociedad y eso se traduce en los niños y adolescentes. La gran mayoría no tiene esos comportamientos violentos ni cometen delitos sexuales».