La selección brasileña busca hoy (16,00 horas/Gol Mundial) ante Croacia sacar el billete a semifinales del Mundial de Qatar, fiando sus fuertes opciones a su fútbol alegre y vertical, con una fase de ataque que intimida, mientras que los europeos apelarán a su combativo carácter para prolongar su hazaña y repetir el éxito de hace cuatro años.

El combinado de Tite llega con la moral y la confianza por las nubes tras arrollar a Corea del Sur (4-1) con una primera mitad de fantasía. Paredes, combinaciones, ataque constante, filigranas y verticalidad son algunos de los ingredientes de un equipo valiente y divertido. Sin demasiada preocupación por el rigor táctico, el 'Profesor' ha logrado armar un once que defiende con el balón y que presiona al unísono, como un acordeón.

Cuando se rozaban los 40 minutos de juego, la 'Canarinha' ya había sentenciado los octavos con un contundente 4-0. Un resultado que le permitió dosificar esfuerzos de cara al duelo ante los Croatas, para el que se prevé que Tite acuda al mismo once titular. El meta Alisson es indiscutible, al igual que una defensa con Militao en el carril derecho por la baja de Telles y la duda de Alex Sandro, dos situaciones que obligan a Danilo a virar a la izquierda.

La pareja de centrales Marquinhos-Thiago Silva es innegociable, con un Casemiro de pivote que actuará, como hasta ahora, de ancla de todo el poderío ofensivo de esta selección. Paquetá y un Neymar ya al 100 por 100 completan el centro del campo. Mientras, Vinícius, Raphinha y Richarlison, máximo artillero brasileño en el torneo (tres dianas) se encargarán de poner los goles.

La pentacampeona quiere recuperar el trono 20 años después, ya como la selección que lidera todas las cifras de la historia del torneo, con 113 partidos disputados, 76 victorias y 236 goles a favor. Y en Catar está siendo uno de los equipos más atractivos, aunque también con polémica por sus bailes al celebrar los goles, incluso con Tite. 

Sin embargo, la 'Canarinha' deberá seguir rompiendo complejos que arrastra desde el pasado. Y es que el bagaje ante combinados del Viejo Continente es muy pobre, ya que desde su triunfo en el Mundial de 1994, sus eliminaciones (cinco) han sido a manos de rivales europeos. Quizá Croacia se agarre a esta estadística para seguir forjando su carácter indomable y combativo que le llevó a la final de 2018.

El combinado 'ajedrezado' vuelve a soñar en un Mundial tras superar con excesivo sufrimiento a Japón en los penaltis. El portero Livakovic se erigió como héroe al detener tres lanzamientos en la tercera tanda que ganan los croatas en una Copa del Mundo.

Así, los de Dalic avanzaron a cuartos por tercera vez en su historia, con la garantía y confianza de que en las otras dos ocasiones entraron entre los cuatro mejores equipos del torneo. Es el momento perfecto para que esta generación, finalista en Rusia'2018, ponga el broche de oro a su desempeño en este tipo de torneos, con una capacidad de sufrimiento y aguante como pocas escuadras.

A los balcánicos se les da bien llevar la piel de cordero, pero también son conscientes de que el líder del equipo, Luka Modric, tiene 37 años y el seleccionador, Zlatko Dalic, lo ha exprimido al máximo en los cuatro partidos que han disputado. Habrá que ver hasta dónde llega la 'gasolina'.  

Una vez más, apostará por la pareja Gvardiol-Lovren en defensa y confiará en su fuerte y talentoso trinomio Brozovic-Modric-Kovacic en el centro del campo. Con la duda del 'nueve' titular entre Livaja, Petkovic y Vlasic.