Manolo González: "José María Aznar me elegía los discos"

Francisco Martín Losa
-

Quien fue la voz de Radio Rioja durante años recuerda en Encuentros sus comienzos en el medio radiofónico y las anécdotas vividas

Manolo González: "José María Aznar me elegía los discos"

Este espacio tiene, como sana intención, mostrar a las personas que ya no andan detrás de los focos mediáticos ni están en la carrera de arrebatar un flash a la cámara pero su trabajo ha dejado huella en la sociedad. Manolo González, locutor de radio, me vuelve a decir que él no es periodista. Yo ya lo sé, pero insiste.Yo lo anoto, pero él lo hace evidente, 78 años recién cumplidos, toda una vida en Radio Rioja, ahora de Cadena Ser. Este encuentro es, por encima de todo, un testimonio de su pequeña biografía personal, con la que también se construye la historia de La Rioja.

Palentino riojanizado. Se le ha puesto dulce la memoria y aparece de lo que puede presumir: sinceridad. Manolo sabe cumplir con sus menesteres: «Lo que hice es trabajar con Joaquín Prat en Radio Madrid madrugada, toda la noche y por la tarde teníamos Los 40 Principales. Han pasado un montón de años y todavía están ahí. «Un buen día, Cholo Eizaga, que era el propietario de Radio Rioja y un padre para mí, en unas conversaciones que mantiene con el director general Eugenio Fontán, ya fallecido, solicita mis servicios para venir a Radio Rioja y, efectivamente, tenía que obedecer porque no tenía otra opción. Me dijeron que sería por un período de dos a tres meses para el programa Aires del Ebro, con el compromiso de que, si no estaba a gusto, podía volver a Radio Madrid. Ese es el origen de aterrizar en Logroño en los años setenta y comenzar la etapa más importante de mi vida profesional hasta que cumplí los 60 tacos y optara por la prejubilación. Al cabo de 17 años entre prejubilado y jubilado, cuando vas por ahí, la gente se acuerda de ti todavía y es una  gran satisfacción, que tan mal no lo  haríamos».  

Así que nos hemos echado el calendario atrás para entrar en las razones que le llevaron a dedicarse a la radio: «Yo estudié el Bachillerato en los Hermanos Maristas y te plantas en un momento decisivo de la vida. Mi padre era militar, me gustaba la milicia y pensé en presentarme a la Academia General Militar de Zaragoza. En el colegio, hacíamos unos festivales y esas cosas. Estaba interno y siempre, seguramente por mi voz, me llamaban y me familiaricé con el micrófono y en esa incertidumbre que tengo de tirar por un lado o por el otro, me voy a Madrid».

Manolo González: Manolo González: "José María Aznar me elegía los discos" - Foto: Ingrid FernándezQuien juega a muchas cartas a las que no juega es a las suyas pero, con la mili cumplida en Granada, Manolo había hecho sus cosas en la radio: «Como no existía una escuela propia de locutores, porque yo no soy periodista, soy locutor, lo que funcionaba era una academia donde impartían clase los grandes locutores y actores de Radio Madrid. Me apunté con otros cuarenta aspirantes a locutor y un buen día nos comentan que hay una plaza de locutor en Radio Madrid y me dije, pues yo voy y luego de unas pruebas, exámenes y la suerte, consigo la plaza y ahí arranca en la radio».

De madrid a logroño. Sin lanzar las campanas al pregonero, Manolo, ya locutor, trabaja en Los 40 Principales y Joaquín Prat le propone ir a Radio Madrid madrugada y los fines de semana cubrir su ausencia porque no podía estar en la radio y en TVE con Laura Valenzuela: «Era una cuestión de imagen, porque el programa estaba grabado pero me surge otra oportunidad: Pepe Bermejo , que era el crítico taurino en la cadena, se va a América y, como saben que me gustan los toros y había participado en esos festivales que se hacen en Las Ventas, me ofrecen su puesto, allá en el año 1967. Cuando vine a Logroño, Cholo me lo pidió y se volvió a hacer el famoso espacio taurino Alamares, que  dirigió tantos años el recordado Carlos García Planas, además de mi trabajo  en la programación diaria de la emisora».

Cholo Eizaga le había echado el ojo a Manolo para traérselo a La Rioja y no paró hasta conseguirlo, ahora hace más de 40 años: «Sigo siendo un enamorado de la radio. Hace pocos días, Radio Rioja cumplió 88 años, me invitaron los compañeros e hicimos historia del pasado. No he dejado nunca de hacer radio. Aun estando prejubilado y jubilado, tenía unas tertulias taurinas en  conexión con varias  emisoras de la Cadena Ser. Empezamos en el año 1989 hasta 2005, que se hacían a través de Radio Santander, que las iniciamos en Granada pero yo no paro. Acabo de dar una conferencia en la Asociación de Amigos de Los Retablos y la Universidad Popular, que me pidió mi compañera y amiga Teresa Alonso y siempre estoy de acá para allá».

Manolo González: Manolo González: "José María Aznar me elegía los discos" - Foto: Ingrid FernándezLa radio-periódico. Con gran tranquilidad y sin tapujos, está en el momento de opinar sin casquillas ni sensacionalismo : «La radio que yo viví, esa radio de divertimento, de diversión, de variedades y sentimiento, nada tiene que ver con la informativa de hoy, que no digo que sea mejor ni peor. La radio es un periódico hablado. Ahora estamos en un momento histórico de la radio. Cuando estaba en Madrid funcionaba también Radio Nacional de España, pero hoy las grandes cadenas compiten con los mismos argumentos, a las mismas horas, política, política y es curioso, que muchos intervinientes van pasando también por las televisiones. No tengo nada en contra de esta radio, pero me siento más a gusto con la de mi etapa profesional. El cambio viene tras la muerte de Franco y comienza Radio Madrid con Martín Ferrand, una cierta libertad informativa, tú sabes, cuando toda la información política la acaparaba Radio Nacional de España». La verdad es que Manolo pone siempre las cosas en su sitio: «Cuando vine a Logroño, visité con Cholo varios sitios y estamentos y, entre ellos, la entonces Oficina de Información y Turismo y recuerdo que el responsable me advirtió que en radio no podía decir que una persona se había suicidado sino que estaba tendiendo la ropa y se precipitó al vacío. No podías hablar entonces de política, ni informativamente me ha interesado. Eso sí, he cubierto el cambio de la provincia de Logroño por el de La Rioja, el Día de La Rioja en San Millán o la toma de posesión de los presidentes autonómicos. Al final de esa época, llegaron los periodistas». Y lo señala muy bien en el tiempo, acordándose de los compañeros de Madrid que trabajaban en los espacios informativos como José Joaquín Iriarte, Basilio Rogado y Miguel Ángel Nieto: «Esos profesionales dieron la primicia  del inicio de la Marcha verde, que decidió Hassan II sobre el Sahara. Me tocaron también los atentados de ETA pero ya estaban en Radio Rioja los periodistas y amigos Jesús Mari Lázaro, Teresa Alonso y Ana González, a la que quiero como a una hermana. Luego se incorporaron otros más».

Un slogan afectuoso. Como dijo una vez El Gallo, el matador, el paso del tiempo es un arma para esperar algo y llevarlo en el corazón, a Manolo, le cautivó la tierra riojana, un flechazo. Ha sido siempre hombre muy considerado de Radio Rioja y no se hable más, aunque tuvo sus ofertas para mudarse: «Cuando RNE se instala en La Rioja, su director Matías Escribano, que dirigió durante un tiempo el diario La Rioja, me invitó a irme con él y no se me pasó por la cabeza dejar la que ha sido mi segunda casa y se lo agradecí, muchas gracias, pero me he sentido siempre identificado con Radio Rioja. Me hicieron una estupenda oferta con la particularidad de pasar a funcionario pero pensé:  “estoy muy a gusto, ¿ por qué me voy a ir? Y ahí he permanecido hasta la prejubilación que me ofrecieron en un contrato relevo que  dio paso al gran profesional Carlos Santamaría que ahora está en TVR. Había fallecido Cholo y me tiraba menos. Amo a mi pueblo, Herrera de Pisuerga, en Palencia, pero esta tierra la quiero como propia. Tengo grandes amigos, mi mujer ha sido logopeda muchos años en el Marqués de Vallejo y La Rioja es una tierra magnífica para vivir. En una entrevista me preguntaban por una definición y les dije: mi slogan sería Gracias por venir. La Rioja le quiere: vuelva».

El ayudante aznar. Aquí, en Logroño, ha echado sus raíces, con una estupenda descendencia: «Tengo dos hijas Almudena y Ana, las dos hicieron Derecho pero se dedican a otras cosas. Y cuatro nietos, Alejandra, Nicolás, Carlota y Álvaro, que son lo mejor del mundo, ¿qué va a decir su abuelo, verdad? Y, sin darme cuenta, se me han hecho mayores. En La Rioja se han producido muchos cambios y de ser una provincia de una región grande, como era Castilla La Vieja, ahora Castilla y León, a convertirse en una comunidad autónoma, tomar las decisiones a pie de tierra y gobernarse con su propio Estatuto, es todo un mundo». No necesita piropos para reconocer su gran potencial económico «porque es una zona privilegiada que va a subir muchos enteros en los próximos años». Cuenta una anécdota muy  curiosa: «En mis tiempos se puso en marcha la FM, que no había en La Rioja, con Musical 60 y me dice el director ¿qué hacemos? y le contesto que me hago cargo de su programación musical si alguien me ayuda ¡y fíjate! por aquel tiempo, estaba en Logroño Jose María Aznar, que se estrenaba en su primer destino de inspector de Hacienda. Era un buen amigo nuestro que venía por la emisora y, ni corto ni perezoso, le pido que me saque los discos para no perder tiempo. Y José Mari aceptó el trabajo, gratis et amore, encantado.  ¡Quién me iba a decir que, años después, sería presidente del Gobierno»!

Manolo González: Manolo González: "José María Aznar me elegía los discos" - Foto: Ingrid FernándezPrograma estrella. Manolo no quiere darse palmadas ni autobombo pero su esfuerzo creativo tuvo su premio: «En toda una vida he hecho muchos programas, aunque recuerdo uno muy especial que realicé, a nivel nacional, y se transmitió como La Rioja del silencio durante dos temporadas. Consistió en ir por todos los conventos de vida contemplativa, con permiso expreso del señor obispo y resultó una experiencia muy bonita en la que se contaba cómo vivían los monjes, su día a día y su entrega a la oración. Fue un programa maravilloso y me dieron el premio al mejor programa de radio local. Estuvimos en el castillo de Perelada, compartiendo los honores y aplausos con Constantino Romero, que recibió el primer premio nacional, con quien mantuve una gran amistad hasta su fallecimiento».

En la conversación, Manolo elige los adjetivos cuidadosamente y modula el tono de voz como si fuera a editar un programa en directo: «Hubo un caso que dio lugar a un trabajo que presentamos para este premio: en Arnedo vivían unas monjas bernardas y una de ellas era hija de un monje budista. En aquellos años, la idea que se tenía de España en Japón era de un país pobre como si estuviéramos en la Edad Media. Te acordarás de Ustedes son formidables, de Alberto Oliveras y al gran Alberto se le ocurrió un programa con fotografía de las ciudades españolas. Con aquella fuerza poderosa que tenía aquel programa se recogieron cientos de fotografías y, con la colaboración de Iberia, se enviaron con un cartero a Tokio, al padre de la monja,  para que comprobara la realidad de un país europeo y en pleno desarrollo. El programa coincidió con la enfermedad de Hiro Hito y se me ocurre hablar con la monja y, aunque estaba en un convento de clausura, tenía acceso para charlar con ella: ¿ Sabe que se está muriendo el emperador, por qué no le reza el padrenuestro en japonés?. Y lo rezó con la música de la película de Bertolucci que estaba entonces de moda y fue el programa que nos premiaron».

Le vienen a la cabeza otros programas de entonces como Berones y pelendones, con Lucía Ripa como compañera recorriendo los colegios. Una gozada. Por esos estudios de Radio Rioja, han pasado personajes como Rafael Azcona, que empezó haciendo programas, evidentemente sin cobrar y no se puede olvidar, al menos, una mención, la constitución de la Academia de la Radio que anda ahora un poco así, así, en la que nuestro personaje puso el alma en su nacimiento y peregrinaje. Confiesa que el momento actual es el de radio de las estrellas, por citar, a Iñaqui Gabilondo, Carlos Herrera y Alsina, por citar alguno nombres  de los más conocidos: «Tiene que haber alguien que tire del carro y, por lo que noto, existe un cierto sesgo en todas las cadenas del que no participo y es una pena que no hubiera una fonoteca y se hayan perdido las intervenciones de Pepe Blanco o Rafael Azcona. Aquellas cintas ya no existen».

Urdiales, torero de toreros. Califica de incultura total taurina la pasada decisión de la alcaldesa de Gijón y está viendo un renacer de la fiesta con presencia de los jóvenes en las plazas y el florecer de las escuelas taurinas: «El toro es un animal de los tiempos de la creación del mundo y hay que defender el espectáculo y la historia de la tauromaquia y no se puede conocer la historia de España sin conocer la historia de los toros. Nuestro Diego Urdiales es torero de toreros, sensacional su momento, lamentando que haya pasado de los 40. He toreado en el campo, soy del Club Taurino Logroñés y en la sociedad gastronómica La Tyba nos reunimos los amigos para charlar de toros y lo pasamos en grande».

En ese camino y en tantos otros, Manolo González va dejando su vida con numantinos argumentos y hace honor a su bien ganada fama de persona buena.