La crecida del río Ebro a su paso por Alfaro ha inundado este sábado campos de cultivo y choperas, pero no ha alcanzado el nivel de los nuevos pozos de captación de agua potable por lo que el suministro está garantizado.

El alcalde de Alfaro, Julián Ángel Jiménez, ha detallado a Efe que el agua podría llegar con cierta turbidez a los domicilios, sin consecuencias para el consumo humano porque técnicos de la empresa encargada del suministro analizan su estado cada poco tiempo.

Jiménez ha explicado que se prevé que a partir de las 19:00 horas el río alcance su máximo caudal, con unos 3.000 metros cúbicos por segundo y una altura de 8 metros.

Por ello, la Policía Local se ha encargado de desalojar a los curiosos que se acercan al río Ebro para observar el aumento de caudal para evitar posibles peligros, ha agregado.

Las anegaciones no han producido daños, ha asegurado el alcalde, ya que las obras que se ejecutan en la zona del soto del Estajado han permitido retranquear los mazones de protección y ampliar las zonas inundables para dar más anchura al cauce del Ebro.

En Calahorra, la Policía Local ha detallado a Efe que también se han anegado cultivos y espacios inundables por la crecida del río Cidacos, afluente del Ebro, sin registrarse daños reseñables.

En Logroño, donde la tendencia de la crecida está ya en descenso, el río Ebro ha alcanzado una altura de 5.09 metros y un caudal de 1.411 metros cúbicos por segundo a las 12:00 horas.