La Sociedad Deportiva Logroñés vuelve a sonreír y, en esta ocasión, lo hace por partida doble.  Los blanquirrojos, en plana racha negativa de resultados vuelven a sumar de tres, certifican la permanencia virtual a falta de seis partidos por disputarse y, además, su gran apuesta ofensiva vuelve a ver portería.

Jon Ander Pérez, fichaje estrella del mercado estival, estaba llamado a ser clave para el equipo de Raúl Llona. La asistencia y los cuatro goles conseguidos en los primeros nueve partidos de la competición (cuatro de ellos no los pudo disputar por lesión) avalaban a un jugador que nunca ha dejado de marcar goles, algo que cambiaría a partir de la jornada 10. 

El vasco generaba ocasiones pero no era capaz de ver puerta. Tuvieron que pasar siete jornadas en blanco, hasta la 16, para que Jon Ander volviese a ayudar a sus compañeros en forma de gol. Ante el Sanse parecía que todo iba a cambiar pero nada más lejos de la realidad. Ante los madrileños llegaría el peor momento del ariete.

Por delante, un tramo de temporada importante donde los goles de Jon Ander se echaron mucho de menos en el conjunto blanquirrojo.  Era cuestión de tiempo pero la eficacia goleadora del vitoriano se ha hecho de rogar.

Largueros, remates rozando el poste, escorzos imposibles, chilenas... daba igual el rival y el repertorio puesto en práctica. El gol no llegaba y las fechas en el calendario avanzaban. Así se ha pasado el todo el segundo tramo de temporada un jugador que pasó de vivir del gol a vivir de oportunidades.

El equipo, por contra, conseguía sacar resultados. A falta de los goles de Jon Ander, MarioSoberón se convirtió en la gran referencia. El cántabro aportaba cifras (cuatro tantos y una asistencia) y mucho juego. Pero todo comienzo tiene un final, y la SDL pasó de transitar en zona tranquila a meterse en problemas. Dos puntos de los últimos quince en juego amenazaban una permanencia segura. Por delante, un calendario complicado.

Pero ante el Rayo Majadahonda todo cambió. Los goles volvieron a llegar. Dieciséis jornadas después y tras 847 minutos de sequía, Jon Ander volvía a sonreír y volvía a ayudar a su equipo a sumar tres puntos de oro con sus goles. Y, además, lo haría por partida doble.

Ante los majariegos volvió la conexión cántabra-vitoriana. Soberón asistía (dos pases de gol) y Jon Ander fusilaba. La dupla letal de la SDL volvió a aparecer y lo hizo cuando más se la necesitaba.