La Ciudad 30 se estrena con dos choques y un atropello

Feli Agustín
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«El objetivo es reducir a cero los accidentes», señala el alcalde de Logroño, que registra 400 graves al año

Muro de la Mata, a 30 km/hora, como todas las que rodean a El Espolón. - Foto: Ingrid Fernández

Un niño de 13 años atropellado en Duquesa de la Victoria;un motociclista herido en Avenida de Madrid tras colisionar con un turismo; y un ciclista, trasladado como los dos anteriores al hospital San Pedro, tras chocar con un vehículo en Gran Vía era el balance que hasta las 9 de la noche arrojaba el tráfico en Logroño en la jornada que se estrenaba como Ciudad 30.

«No nos los podemos permitir», decía el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, y eso que cuando realizó estas declaraciones solo se había registrado uno -el atropello- de los tres siniestros de la jornada.

El primer edil realizó una ferviente defensa de los nuevos límites de velocidad en vigor desde ayer en España, y que fija la velocidad máxima en 30 kilómetros/hora para las calles que cuentan con un solo carril por sentido de circulación [el 80% en nuestro país] y de 50, que son 40 en el caso de Logroño, para las que cuentan con dos o más.

Y es que las nuevas normas de la Dirección General de Tráfico son una herramienta fundamental para ayudar al equipo de Gobierno local que se ha marcado como «estrategia y objetivo» reducir a cero el número de accidentes graves en Logroño, que registra 400 al año.

«Es intolerable e insoportable», resaltó Hermoso de Mendoza, que informó de que en esta ciudad murieron 19 personas entre 2010 y 2020 en accidentes de tráfico.

La jefa provincial de Tráfico, Beatriz Zúñiga, reforzó el mensaje del primer edil y destacó que los niños son «los grandes olvidados», que no pueden pasear «tranquilos» y deben contar con autonomía para «ir seguros por las calles».

«Este accidente [el atropello] nos demuestra la necesidad de este cambio normativo», destacó Zúñiga, que insistió que el objetivo de esta modificación legislativa es salvar vidas. Al respecto, recordó que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello es del 90% a 50 kilómetros hora y se reduce al 10% si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 kilómetros hora.

En este contexto, la delegada del Gobierno, María Marrodán, informó de que en las ciudades donde ya limitan su velocidad a 30 han reducido los accidentes al 40%.

«De forma tenaz, de forma integral, con comunicación, concienciación, mejorando las infraestructuras y con las campañas adecuadas en el momento adecuado se salvan muchas vidas», destacó el alcalde, que inició en este mensaje recalcando que «un minuto, dos, tres de ahorro de tiempo no merecen una vida». 

Hermoso de Mendoza contextualizó la experiencia de Calles Abiertas no solo para reordenar el espacio público y mejorar la sostenibilidad, sino también para reforzar la seguridad. Es consciente de que como «todo cambio cultural» requerirá su tiempo, reconoce que será necesaria «mucha pedagogía» y, aunque habrá un proceso «progresivo y gradual», el alcalde avisó que la Policía Local «se va a intensificar el control».

¿Qué opina la ciudad? En una encuesta realizada sin ninguna base demoscópica, la opinión, en general, es favorable a la contención del tráfico en la ciudad. «Maravillosas, fantásticas, estupendas, geniales, importantísimas». Estos son los calificativos que le merecen las nuevas medidas a InmaculadaMartínez, que se desplaza en bicicleta de manera habitual, aunque también es conductora de vehículos de motor que, entiende, también se pueden adaptar «perfectamente» a Ciudad 30. 

No comparte su opinión José Luis Lahoya, quien entiende que no va a ser esta la solución para los  atropellos. «Ose ponen más medios disuasorios o la velocidad va a ser la misma o peor», augura, al tiempo que critica que en la calle donde reside, Carmen Medrano, «hay pasos de peatones mal colocados, indicados o tapados por contenedores de basura». 

Juan Miguel Ribera opina que la limitación de velocidad reduce los accidentes de tráfico. «Logroño no es una ciudad muy grande, los desplazamientos no son demasiado largos y la reducción de 40 a 30 no va a aumentar el tiempo de viaje de forma significativa», razona, al tiempo que apela a desarrollar una cultura en la sociedad en «la que se respete al viandante». 

Víctor Bajo, que se desplaza en patinete, apela a que los peatones sean más responsables y destaca que con la Ciudad 30, sin duda, se reducirán los atropellos. «Cuanto más baje la velocidad más seguro es para todos, también para los que vamos en patinete», aunque entiende que va a causar «algunos trastornos».  Jose Martínez también defiende las normas. «Esto es bueno para usar el transporte público y dejar el coche en casa y para reducir atropellos», señala un transportista durante 44 años, que sí cree que hay que «adaptarse» a las nuevas normas de tráfico.