Luz y harina en La Guillerma

Bruno Calleja Escalona
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Heredera de los viejos molinos de Las Norias y La Isla, la harinera que creó Guillerma Ubis sigue en producción. De sus turbinas llegó la electricidad a Logroño y a su lado el Ebro servía de solaz veraniego para el baño y los paseos en barca

Una plácida estampa del verano de 1935, con La Guillerma al fondo. - Foto: Colección de Taquio Uzqueda

Aguas arriba del cuarto puente, donde la trama urbana se despide camino del barrio del Cortijo, la harinera La Guillerma resiste el paso del tiempo y es uno de los exponentes del patrimonio arquitectónico industrial logroñés. Los orígenes de este edificio pegado al Ebro se remontan al día 5 de junio de 1910, cuando se inauguraba la fábrica de harinas La Modelo y la empresa Nueva Electra, propiedad ambas de Guillerma Ubis y de Juan Esteban Muñoz. De esta mujer tomó la fábrica su nombre popular. Guillerma Ubis estaba casada con Hipólito Arza, pujante empresario de la alimentación. Al fallecer en 1890 dejó abiertas tres tiendas en Logroño, la más importante entre las calles Sagasta y Hermanos Moroy. Su viuda asumió la  empresa y la amplió.

En 1905 se creaba la fábrica de harinas La Modelo y la Empresa Eléctrica Viuda de H. Arza tomaba el relevo de los antiguos molinos de Las Norias y La Isla. La nueva fábrica utilizaba maquinaria Wenzel y para su construcción se compraron los solares de Anselo Archanco, se elevó el terreno y se modernizaron las piezas.

Nueva Electra generalizó la luz eléctrica en Logroño. Sus precios eran mucho más asequibles que los de Electra Recajo, lo que le atrajo clientes públicos y privados. La propia tienda principal de Viuda de Arza y el Café Comercio fueron algunos de los primeros locales en recibir suministro eléctrico.

La buena acogida de la nueva electra propició un cambio en la gestió. Guillerma Ubis se convirtió en la principal socia y en 1924 sus hijos aparecerán también como propietarios. Las dos empresas permanecerán en las mismas manos hasta su separación en 1928, cuando Salto del Cortijo S.A. compró la electra.

Harina 'made in' logroño. La fábrica de harinas es otra historia de éxito, pues sus productos llegaron a los más importantes mercados españoles. Sus orígenes se remontan a 1905. En 1907 se amplió y siete años más tarde un incendio la destruyó y tuvo que ser reconstruida. En 1913 retomó la producción, que se mantiene a día de hoy. En 1932 fue reforma. En la actualidad, recibe el nombre de Hijos de Pablo Martínez.

Además de su uso industrial, La Guillerma fue un referente del ocio estival para logroñeses y logroñesas del siglo XX. La fábrica era el límite para navegar con las barcas por el Ebro y era un lugar de baño y recreo, además de un punto para cruzar el río antes de la construcción del puente Sagasta, también conocido como cuarto puente.