El sábado la Sociedad Deportiva Logroñés despedirá su mejor temporada en sus trece años de historia y, al mismo tiempo que cancela un curso sensacional, dirá adiós a muchos integrantes de una plantilla que, más allá de la clasificación, han ofrecido un fútbol difícilmente mejorable.
Los aficionados blanquirrojos dan por perdidos a jugadores como Calderón, Soberón, Cubero o Córdoba, al tiempo que asumen que retener a los Jon Ander, Jero o Albisua no será sencillo. Pero sin duda, quien seguramente no continuará el próximo año será el capitán Miguel Ledo (Logroño, 1991).
Salvo desenlace inesperado, trece años después, club y capitán separarán sus caminos. Nada hay decidido aunque todo invita a pensar que no habrá una 14ª temporada en blanquirrojo. Ya su renovación este pasado verano fue complicada, casi traumática, aunque, finalmente, las intenciones de las dos partes convergieron.
Sin embargo, no ha sido una temporada fácil para nadie. El capitán no ha tenido participación en el equipo. El credo futbolístico implantado por Llona penalizaba el estilo de Ledo que, en cualquier caso, ha sido decisivo y así será recordado. El defensa ha tenido un rol residual, ha jugado migajas (190 minutos en ocho encuentros en liga) aunque suyo fue uno de los goles icónicos de la temporada. En Riazor, en el tiempo añadido, hizo el definitivo 1-1. Cinco días antes acabó con la resistencia del Talavera, anotando un 3-2 inolvidable en el desarrollo de la temporada.
Ledo se enroló en la SDLen Regional Preferente, siendo indiscutible hasta este verano. Caneda, Pelayo y Xiker le relegaron a cuarto central, rol que ha aceptado sin elevar en público su tono, consciente de su condición de capitán y símbolo.
En sus cuatro temporadas en la división de bronce (tres en Segunda By la actual en Primera RFEF) ha jugado 84 partidos, totalizando 6.557 minutos. Su balance goleador es inusual para un central: diez tantos. En su debut en 2ª B, jugó 2.068 minutos en 26 partidos, anotando cinco goles. En la 13-14 totalizó 2.747 (32 encuentros) y festejó tres goles. El pasado curso, el de vuelta a Segunda B, no marcó pero tuvo 1.552 minutos en 18 encuentros.
Los aficionados deseaban que Ledo fuera titular en Villaviciosa y lo fue. Los seguidores quieren que repita ante el Celta B y, probablemente, Llona responderá a sus deseos.
El epílogo, porque todo apunta a que el del sábado será su último partido como blanquirrojo, y el fin del debate que ha suscitado su suplencia este curso pasa porque sea retirado en el 85, con los aficionados rendidos a un one club man, un futbolista que ha sido bandera, capitán y símbolo de la SDL desde 2009.