La Policía Nacional ha procedido a la detención a principios de esta semana de la misma banda criminal especializada en robos con fuerza en comercios de Logroño que se sentó ante el juez la semana pasada y que fueron puestos en libertad tras la celebración de un juicio rápido.  En esta ocasión, dos de los tres integrantes, de entre 19 y 28 años, fueron detenidos en la madrugada del pasado martes cuando intentaban otro robo en el establecimiento de Pasión Ciclista de la capital riojana, según los datos a los que ha tenido acceso El Día de La Rioja.

El grupo organizado es responsable de, al menos, once robos con fuerza en los últimos meses. De hecho, la Policía Nacional informó el pasado 4 de noviembre de la implicación de los arrestados en diez robos en comercios y establecimientos hosteleros de la capital riojana bajo el mismo modo de operar al que se suma ya el cometido en la madrugada de este pasado martes.

Fieles a su modus operandi, los detenidos actuaron de madrugada e intentaron romper los cristales del escaparate de Pasión Ciclista. En este caso, el doble cristal de seguridad soportó las embestidas de los jóvenes integrantes del grupo organizado por lo que tuvieron que realizar un agujero de pequeñas dimensiones por el que, tras dejar evidencias de algún corte, pudieron acceder al interior del establecimiento situado en las traseras de la gasolinera de Las Gaunas. 

Rápida actuación policial. En ese momento, siempre en base a las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, se activó la alarma y unos siete minutos después, agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar de los hechos localizando a los malhechores y procediendo a la detención de dos de ellos. 

Desde el establecimiento dedicado a la venta de bicicletas, destacaron y aplaudieron ayer la rapidez con la que actuó la Policía Nacional ante el intento fallido de este pasado martes.

Los integrantes de este grupo organizado de origen marroquí, «altamente especializado» según la propia Policía, operaban siempre de la misma forma. 

Los robos se realizaban siempre en horario nocturno, fuera del horario de apertura al público, y usaban objetos contundentes como ladrillos, adoquines e incluso alcantarillas para romper los cristales de los establecimientos y acceder a su interior. Una vez dentro, acudían fundamentalmente en busca del dinero en efectivo depositado en las cajas registradoras de los comercios.

El intento perpetrado este martes no salió como esperaban al encontrarse unos cristales de seguridad que soportaron los embistes y retrasaron la operación.