La selección española encajó ayer su primera derrota en el Mundial, tras caer por 26-28 ante Francia, en un encuentro en el que ambos conjuntos, con el billete ya asegurado para los cuartos, parecieron pensar más en todo momento en futuros duelos.
Si Jordi Ribera no dudó en reservar a Agustín Casaso, que el pasado sábado no se ejercitó por precaución, el seleccionador francés dejó fuera de la convocatoria Nikola Karabatic.
Quien sí jugó y desde el inicio fue el lateral Dika Mem, que demostró estar perfectamente recuperado de las molestias en la zona abdominal. De hecho, el jugador del Barcelona llevaba casi la mitad de los cinco goles que su combinado había contabilizado en el ecuador del primer tiempo.
Pero si Dika Mem dispone de un extraordinario brazo izquierdo, no le va a la zaga el lateral Imanol Garciandia, que firmó tres de los cuatro primeros tantos de los 'Hispanos'. Goles que, junto a las paradas de Rodrigo Corrales, que contaba ya con cinco intervenciones apenas alcanzados los ocho minutos de juego, permitieron a España tomar la delantera (4-3).
Renta que se esfumó por completo con al paso al ataque con siete jugadores de campo que propuso Jordi Ribera y que no pudo tener peores consecuencias para el conjunto nacional, que encadenó una pérdida tras otra que permitieron a su rival escaparse (6-9).
Un resultado que obligó a rectificar al seleccionador gerundense, que en el momento en el que volvió a apostar por la igualdad numérica vio como sus jugadores empataron (9-9) la contienda.
Instantes en los que ni españoles ni franceses pudieron despegarse en el marcador (13-13) de un encuentro de 'guante blanco', como atestiguó la única exclusión con la que se cerró el primer tiempo, a Miguel Sánchez-Migallón, por estrellar el contraataque final en el rostro del portero.
Pero ganar a Francia siempre tiene un sabor especial, o al menos eso pareció pensar España, que arrancó la segunda mitad con más de intensidad.
Tal y como confirmaron los tres goles de ventaja (20-17) con los que los 'Hispanos' se situaron a los 11 minutos del segundo período, y que ponían a prueba si realmente los galos estaban dispuestos a gastar más fuerzas de las necesarias.
Un esfuerzo que los campeones olímpicos sí realizaron de la mano de un gran Nedim Remili, que no deja de crecer año a año. Así, Francia pudo igualar de nuevo el partido (22-22) a menos de 15 minutos para el final.
Empate que se deshizo definitivamente a favor del equipo galo con una exclusión de Jorge Maqueda, que por segunda vez fue sancionado con dos minutos por realizar mal un cambio, y que permitió a los de Guillaume Gille situarse con una renta de tres goles (24-27) que les dio el triunfo.