Ha llegado la hora. Hemos dicho adiós al veroño de octubre y no nos ha quedado más remedio que saludar al verdadero otoño y sus bajas temperaturas, especialmente, durante las noches. Con la mirada puesta en los indicadores que auguran una subida del precio del gas y de la electricidad durante los próximos meses, muchos ciudadanos se han planteado otras opciones a la hora de calentar el hogar, aunque eso implique volver a hacer a los sistemas utilizados antiguamente. Nuestros abuelos y abuelas echaban mano de lo que les proporcionaba la naturaleza para entrar en calor; desde la tradicional leña de haya, roble o almendro hasta las piñas o el carbón natural. Era el combustible que servía para hacer fuego en las chimeneas o en las estufas que formaban parte del mobiliario doméstico. Una forma de calentar el ambiente mucho más económica que el gas natural o la electricidad.
Es por ello, que las empresas y tiendas dedicadas a la fabricación y venta de estufas y chimeneas están notando un aumento no solo de las ventas sino también de las consultas sobre qué elemento es el más indicado para tal o cual vivienda. El sector fija el aumento en alrededor de un 20 por ciento durante los últimos meses. Y eso que hace relativamente poco que las temperaturas son lo suficientemente bajas para plantearse encender la calefacción.
Óscar Orden, propietario de la tienda Chimeneas Rioja, situada en la calle Huesca de Logroño, asegura que «han subido las ventas pero también han subido los precios», recuerda por lo que los beneficios son ajustados. En su tienda, se vendan estufas y chimeneas de varios tipos y con diferentes elementos de alimentación como leña o pellets. Son estas últimas las que más éxito tienen aunque depende del modelo y de la estructura de la vivienda en la que vayan a instalarse ya que puede ser colocadas por revestimiento o para ser empotradas e la pared de en un salón o cocina.
«Los clientes se interesan por todo tipo de modelo porque nosotros trabajamos con más de 400 tipos diferentes», apunta Orden. Los precios van desde los 500 euros por estufa o chimenea, en adelante, una inversión importante a la que los clientes esperan sacar rendimiento en un próximo invierno que se avecina 'caliente' en cuanto al precio de la energía se refiere. «La gente viene a la tienda con la psicosis de los precios de la luz y el gas», reconoce Óscar Orden.
Cambio de hábitos. Sin embargo, el aumento del interés y de la venta final de chimeneas y estufas no es tan inmediato. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Estufas (AEFCC) se asegura que ya durante la pandemia se apreció un cambio de hábitos entre la ciudadanía en lo referente a la forma de 'calentar' los hogares. Y ese cambio de hábitos se ha seguido notando los últimos meses por la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania y un posible desabastecimiento energético.
Según la consultora Pwc, el gasto medio en calefacción con un sistema de gas natural supone a una familia entre 760 y 928 euros al año, mientras que el gasto medio que conlleva un sistema de calefacción eléctrica se traduce en un importe de entre 1.960 y 2.168 euros anuales. Un diferencia considerable si lo comparamos con el precio de la leña de encina o de roble que se mantiene desde hace tiempo entre los 0,13 euros el kilo o los 0,18€euros. Además, en las zonas rurales, muchos hogares disponen de un espacio mayor para almacenar la leña y garantizar así el abastecimiento de su estufa o chimenea durante todo el invierno.