Población en descenso, con más ancianos que niños, que muestra un prolongado descenso de la natalidad y donde tres de cada diez viviendas tienen un único morador. Esta es la radiografía que de Logroño ofrece la publicación Indicadores Urbanos, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que  forma parte del proyecto Urban Audit sobre condiciones de vida de la Comisión Europea.  El estudio recoge indicadores de 416 municipios mayores de 20.000 habitantes y  900 ciudades de la UE para las cuales contiene 171 variables y 62 indicadores sobre su demografía, la economía o el nivel de estudios de sus ciudadanos.

Por lo que respecta a Logroño, el informe refleja que el número de habitantes en la capital es el menor en los últimos 12 años y cerró 2021 con 150.808, lo que supone 1.677 menos que el primer año de pandemia cuando la población creció en 1.39 personas. De ellos, 71.462 son varones y 79.346, mujeres, mostrando en ambos casos un descenso de habitantes sobre 2020.

En la disminución de la población confluyen dos factores: el descenso continuado de los nacimientos y el crecimiento imparable de los fallecimientos. En 2019, la media de hijos por mujer era de 1,20, algo por debajo de la media nacional, que se situaba en 1.24, en una lista que abre Melilla, con 1,97, y cierra San Cristóbal de la Laguna, con un pírrico 0,83.

Esta mengua de los natalicios es clave en el tejido demográfico logroñés, donde hay más personas mayores de 65 años -son más de uno de cada cinco vecinos- en una evolución que muestra una línea ascendente, justo lo contrario que entre los menores de 14 años, que representan el 14, 13% de los logroñeses, la cifra más exigua desde 2010. El principal bloque por edad corresponde al colectivo de entre 15 y 64 años que, con el 64,72% de los habitantes de la capital, contabiliza también el porcentaje más bajo en 12 años. Así las cosas, la edad media de los logroñeses ha subido cinco años en la última década, y ha pasado de los 40,15 de 2010, a  los 45,8 del pasado.

No obstante, Logroño aguanta  mejor que otras capitales de la España vacía y León sigue encabezando el ranking de capitales de provincia más envejecidas del país, con una media de edad de 50,44 años. Salamanca se encuentra en segunda posición con 50,06 años y es otra ciudad de la comunidad vecina, Zamora, la que cierra el podio, con 50 años.

La esperanza de vida al nacer era de 83,32 años en 2019 -curiosamente la más baja desde 2015, primer año que refleja el estudio-, con una importante diferencia entre mujeres y hombres:86,24 años para ellas, que muestran una evolución positiva; y 80,21 para ellos que experimentan la tendencia contraria.

El mapa demográfico logroñés refleja también la importancia del fenómeno migratorio y, tras leves oscilaciones a lo largo de la pasada década, el año pasado el 15,23 de los vecinos de Logroño había nacido en el extranjero, aunque la proporción de foránea sobre la población total era de 11,5%, tres puntos menos que en 2010.

En Logroño, había el año pasado 62.360 hogares, de los que en el 31,2% vivía solo una persona, el porcentaje más alto desde que se realiza el estudio, 2010. 

33.844,20 euros. El informa también se detiene en aspectos económicos y señala que en 2019,  la renta media anual de los hogares era de 33.844,20 euros, en una evolución que señala claramente el impacto de la crisis económica de la pasada década. La renta media anual por habitante era de 13.910,67 y de 20.496,58 por unidad de consumo, esto es, una persona viviendo sola. Las cifras de desempleo muestran, igualmente, la profunda herida que causó la pasada crisis económica y Logroño cerró el año pasado con un porcentaje de parados del 12,75, la cifra más alta desde 2018,  pero muy lejos de 23% del año 2012.

Respecto a la educación, el informe Indicadores Urbanos del INE señala que el 74,37% de los niños de hasta 4 años acudía a la guardería;el 29,76 de las personas de entre 25 y 64 años solo tenía educación Primaria;el 24,82, Secundaria o Bachiller;mientras que el 45,42 tenía alguna diplomatura, grado, licenciatura o título de FP 2.

En 2020, hubo 178.304 pernoctaciones turísticas, la cifra más baja desde 2010.

En Calahorra. Los Indicadores Urbanos del INE ofrecen información sobre los 416 municipios con más de 20.000 habitantes, de los que hay dos en La Rioja, Logroño y Calahorra, que contabiliza 24.579 vecinos en una gráfica que, al contrario que Logroño, refleja un crecimiento leve, pero sostenido.

La capital de La Rioja Baja muestra diferencias con Logroño en todos los indicadores demográficos, que se concretan en una población algo más joven.

Así, y a pesar de que también hay más población mayor de 65 que menor de 14, el porcentaje está más equilibrado -18,83     frente al 15,08-, aunque, al igual que en la capital, se incrementa uno en perjuicio del otro. La edad media es de 43,76 años -dos menos que en la capital- tiene más vecinos por hogar, 2,59, y hay menos calagurritanos que viven solos, el 26,96%. Hay un 5% más de ciudadanos que ha nacido en el extranjero que en Logroño -uno de cada cinco-, de tal manera que el 16,19 de sus habitantes es foránea, la cifra más alta desde 2017, el primero que recoge el estudio.

Las divergencias se extienden al ámbito económico y, en este aspecto, Calahorra sale perdiendo. La renta media de los hogares en 2019 de la ciudad milenaria  era de 30.723 euros anuales, 3.121 euros menos que la capital.

La renta anual por habitante era de 11.705,13 euros -frente a los 13.910,67 de Logroño- y la de unidad de consumo, una persona viviendo sola, de 17.684,10 frente a los  20.496,58 de la capital riojana.