El '4', el capitán y el símbolo dice adiós a la SDL

M. A. G-S.
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Tras 13 temporadas, la Sociedad Deportiva Logroñés y Miguel Ledo separan sus caminos

Miguel Ledo, durante un entrenamiento esta temporada. - Foto: Óscar Solorzano

El hilo conductor de la Sociedad Deportiva Logroñés en sus trece años de existencia, Miguel Ledo, es desde ayer historia. El club y el central, capitán y símbolo de la entidad riojana, separan sus caminos. El '4' se queda huérfano tras trece temporadas en las que el logroñés ha conocido seis entrenadores (Alejandro Fernández, Agustín Abadía, Raúl Llona, Chechu Martínez, David Ochoa y Albert Aguilá), cuatro categorías (Regional Preferente, Tercera, Segunda B y Primera RFEF), tres superficies de juego  y dos presidentes.

Miguel Ledo (Logroño, 1990) abandonará este verano su condición de one club man. Le sobra juventud para seguir marcando raya.

El 28 de mayo disputó el partido de su adiós a la SDL. Se intuía que iba a ser su último baile como blanquirrojo pero el club prescindió de homenajes, consciente de que ese acto, por precipitado, hubiera sido irrespetuoso. Ayer la SDL despedió a su leyenda con un escueto comunicado que a muchos de sus seguidores les pareció frío. Ninguna despedida estará nunca a la altura de su legado. No obstante, entidad y jugador se han aplazado a un posterior reconocimiento.

Miguel Ledo ha sido titular, indiscutible e indiscutido, en sus doce primeras temporadas en blanquirroja. Vivió tres ascensos (uno a Tercera y dos a 2ª B) pero, sobre todo, el amargo regreso al Grupo XVI. Aguantó las seis temporadas de travesía en el desierto, periplo interrumpido el 25 de julio de 2020 cuando comienza la época dorada de la entidad logroñesa que, en menos de dos años, ha pasado de la actual quinta categoría a la tercera.

En la 2020-21 compartió galones con Caneda aunque el pasado año, después de una complicada renovación (Ledo, como el resto de compañeros, aparcó su trabajo para dedicarse en exclusiva al fútbol al tiempo que su posible rendimiento sembraba dudas en la dirección deportiva) fue condenado a la suplencia, superado por las prestaciones de Caneda, Pelayo y Xiker.

Su condición de reserva ha sido muy discutida por los seguidores blanquirrojos que consideran que el reto de la Primera RFEFno le quedaba grande al capitán.  Pese a no haber tenido continuidad, salvo en los dos últimos partidos ante DUX y Celta B, el defensa se despide con unos números inmejorables pues anotó dos goles, un cabezazo icónico en Riazor el último de ellos, en apenas 265 minutos (nueve partidos).

El lateral derecho reconvertido en central ha disputado 74 partidos en Segunda By 9 en Primera RFEF. En total ha anotado diez goles, lo que demuestra su capacidad ofensiva.

Ante el Celta B disputó su último encuentro como blanquirrojo. La afición, que le apodó 'Látigo', le tributó un sonoro aplauso que supo a despedida. Quince días después se confirma que Sociedad Deportiva Logroñés y Miguel Ledo separan sus caminos. El central, al que las lesiones no siempre le han respetado, continuará jugando al fútbol, probablemente en 2ªRFEF. El club, emblema junto a Unionistas del fútbol popular, se queda sin uno de sus símbolos, acaso su único símbolo, un jugador icónico en un tiempo de fútbol desmemoriado.