Un empate con sabor a victoria

M. A. G-S.
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El Ciudad de Logroño, liderado por Casado y Markelau, frena al todopoderoso Magdeburgo

El Ciudad de Logroño jugó un partidazo ante el Magdeburgo (29-29). - Foto: Ingrid

Ficha técnica:

Ciudad de Logroño: Markelau, Rubiño (2), Casado (10, 3p), Serradilla (4), El Korchi, Rivero (2)y David Cadarso (3) -septeto titular-; Moreira (2), Leo Almeida, Leo Dutra (5), Mario Dorado (1p) y Javi Rodríguez. 

Magdeburgo: Green, Mertens (4), Weber (7), Smits (4), Preuss (2), Hornke (1) y O'Sullivan (1) -siete inicial-; Mike Jensen (p. s.), Bezjak (3), Magnusson (5, 1p), Chapkrowski (1), Pettersen, Saugstrup y Gullerud (1).

Árbitros: Nychlas Nygaard y Niklaas Perdersen (Dinamarca).Excluyeron con dos minutos a Magnusson, Bezjak y Preuss así como a Serradilla, El Korchi y Javi Rodríguez.

Parciales: 1-2, 4-3, 6-7, 7-9, 9-12 y 13-16 (descanso); 15-17, 18-19, 19-22, 22-23, 25-25 y 29-29 (final).

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada de la LigaEuropa celebrado en el Palacio de los Deportes ante medio millar de espectadores.

 

El 9 de octubre, el Magdeburgo sometió al Barcelona en la final del Mundialito de Clubes. Lo que no pudo hacer el absoluto dominador de la Asobal en la Super Globe estuvo a punto de hacerlo el Ciudad de Logroño, que arañó un punto ante el líder de la Bundesliga (29-29). Fue un empate con sabor a victoria porque los de Miguel Velasco reaccionaron y, pese a perder por cuatro en el segundo tiempo, tuvieron en sus manos la victoria. Agustín Casado, el mejor del partido con 10 goles, no pudo superar a Green. Pero su liderazgo y el acierto de Markelau demostraron que el Ciudad de Logroño no está de rondón en la Liga Europa. Los riojanos sueñan con los octavos y, con tres puntos de seis en juego, tienen motivos para creer en ellos. La imagen ofrecida ante el campeón de la LigaEuropa, toca ratificarla con el Nexe (4 puntos).

Fue un duelo de titanes en el que el Magdeburgo, en su primera posesión, dejó bien claras sus intenciones, con una definición perfecta de Smits, que no encontró oposición alguna. Sin embargo, los riojanos no se vinieron abajo y, al tercer intento, Serradilla logró empatar el partido. Fallaba la definición pero, por fortuna, Markelau se erigió en un muro. Green, en la portería teutona, también comenzó a calentarse lo que exigía precisión máxima al Logroño para culminar sus ataques. 

El mejor equipo del mundo no pudo de inicio con los de Velasco que gracias a una recuperación y gol de Serradilla se pusieron por delante (2-3). Esta situación obligó al técnico del Magdeburgo a pedir una pausa técnica pero un lanzamiento de Casado con amenaza de pasivo permitió a los riojanos doblar a los favoritos.

El Magdeburgo no tardó en recuperar la iniciativa, jugando con mucha velocidad y, ahora sí, haciendo daño a Markelau. Cumplido el cuarto de hora, el Ciudad de Logroño seguía en el partido (6-7) aunque su rival ya había demostrado su capacidad de resistencia. Así, dos pérdidas, una falta en ataque y una intervención de mérito de Green dieron la máxima al equipo de Bennet Wiegert (6-9). En esta tesitura, le tocó a Velasco parar el partido.

Una contra bien resuelta por David Cadarso y un penalti de Casado permitieron a los logroñeses recortar distancias aunque Smits continuaba martilleando la portería local. Pese a la teórica superioridad germana, los de Velasco no se vinieron abajo y, si bien no supieron sacar provecho a la inferioridad numérica del Magdeburgo, apretaron el marcador al máximo (10-12). 

El Ciudad de Logroño no logró ponerse a uno aunque la letalidad de Weber, demoledor desde la distancia y en velocidad, y Bezjak, permitieron al conjunto germano irse al descanso con tres de ventaja (13-16). Pese a la concatenación de talento del Magdeburgo, el Ciudad de Logroño, liderado por Agustín Casado, indetectable para Green,  y la fe de Serradilla, permitían soñar con un feliz desenlace ante el campeón de la Super Globe. 

Aunque el conjunto local regresó centrado, Weber siguió anotando todo balón que le llegaba a sus manos. El central era una pesadilla. O los de Velasco le frenaban o la victoria se iría para Magdeburgo.

Agustín Casado era la respuesta riojana al central teutón. El almeriense comenzó a calentar el brazo, siendo el mejor capacitado para superar a Green. De su mano, el Ciudad de Logroño seguía teniendo opciones (16-18) porque Markelau volvía a sumar en portería y, además, tenía de su lado la madera. Con un ejercicio de resiliencia impensable, los de Velasco se pusieron a uno con solo veinte minutos por jugarse (18-19). El Magdeburgo extremó la vigilancia sobre Casado. Entonces Leo Dutra aprovechó la circunstancia para seguir en el partido con dos goles consecutivos.

Sin embargo, los de  Bennet Wiegert no desesperaron y recuperaron su acierto para irse tres arriba (19-22) a falta de un cuarto de hora. Aunque Markelau sostenía a los logroñeses en el partido, el cansancio mermaba al ataque de Velasco que hasta en tres ocasiones eligió mal en la definición. 

A pesar de las grandes intervenciones del bielorruso, el Magdeburgo se puso cuatro arriba, máxima renta, circunstancia que volvió a despertar a Casado que, con dos lanzamientos precisos en inferioridad, metió a los riojanos al partido. Rivero hizo el resto y, en los diez minutos finales, todo podía suceder (22-23).

Leo Dutra tuvo en sus manos el empate que sí logró Mario Dorado que, al igual que sucediera ante el Torrelavega, ingresó en el campo para tirar los penaltis. El Ciudad de Logroño tenía ocho minutos para soñar. Los riojanos, impulsados por Leo Dutra en esta fase, recuperaron la iniciativa en el marcador (25-24) en un intercambio de goles que premió al que más creyó en el triunfo. 

En ausencia de Green, Magnusson sostuvo al Magdeburgo pero los de Velasco entraron en los últimos treinta segundos con el balón de la victoria en sus manos. Los riojanos lidiaron con la amenaza de pasivo y Casado, a falta de tres segundos, se la jugó. El portero teutón, con las rodillas, abortó una victoria que el Ciudad de Logroño mereció pese a enfrentarse al denominado mejor equipo del mundo.