La puesta en marcha de la presa: imprescindible

J. A.
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Pese a la falta de información, Comunidad Autónoma y municipios del Valle del Leza consideran necesario activar el embalse para estar mejor preparados frente a la sequía

Para compensar la actuación se realizaron nuevos accesos a Terroba y Treguajantes por la carretera autonómica LR-250. - Foto: Óscar Solorzano

En los municipios afectados por las obras no esconden su enfado. Conscientes de que es la mayor inversión económica en la zona, no entienden que la infraestructura esté parada. El regidor de Terroba, José Antonio Íñiguez, prefiere a que pasen las elecciones, época de múltiples promesas, para hablar. Indica que, oficialmente, «nosotros no sabemos nada, porque no nos dicen nada». 

En declaraciones semanas atrás, se mostraba disconforme con la situación ya que, según explicaba, ya en los últimos años del anterior Gobierno central, del PP, se pararon las obras y no se sacaron a concurso los contratos para continuarlas. Durante el cambio de Gobierno central, de PSOE con Unidas Podemos, finalizó la obra civil pero tampoco se avanzó en nuevas licitaciones. Las obras quedaron paradas sin ofrecerse explicaciones.

El alcalde de Soto en Cameros, Pedro Cristóbal, se moja más. «Yo también quisiera saber cómo está la situación, pero Confederación Hidrográfica del Ebro no nos dice nada. Yo como alcalde he presentado varios escritos y ni siquiera responden. Me reuní con la delegada del Gobierno y no sabía nada, tampoco. La senadora del PP, Ana Lourdes González, también ha preguntado en la Cámara Alta y tampoco le han respondido», asegura.

«La presa empezó, se paró, se retomó, se hizo un poco más y se volvió a parar, hasta ahora. Se habla de que falta un informe para seguir, que no se encuentra personal, que nadie asume la gestión por las condiciones económicas que se ofrecen... Pero no hay realidades oficiales», relata Cristóbal. Recuerda que ya antes de que acabaran las obras se les explicó «el protocolo de evacuación en caso de rotura de presa que es lo último que se hace en cualquier obra de este tipo».

Apunta que los pasos pendientes de realizar son «las pruebas de carga, llenado y vaciado, porque los sistemas de alarma y radiofrecuencia están instalados».

 

Última fase. Aunque el Gobierno de La Rioja no es competente en la gestión de estos embalses; sí coordina la gestión de las reservas de agua. Rubén Esteban, director general de Recursos Hídricos, apunta en la misma línea que el edil de Soto. «Se terminó la construcción pero no se han hecho las prueba de carga, que por normativa se hacen en un periodo de dos años completos», asegura. 

Actualmente se encuentra en parada, sin ni siquiera haber entrado en carga. Con el fondo de la presa abierta, el funcionamiento es similar al de cualquier otro río, «hay zonas en las que el agua se estanca más, pero fluye por toda la cuenca, la que entra, sale».

Recuerda que algunos usos que se tuvieron en cuenta inicialmente no se ajustan a la realidad actual. «Como reservorio de agua de boca sí es importante que esté en pleno funcionamiento, sin descartar usos agrícolas o de otra índole, además de servir para laminar avenidas en el Leza, que es un río en el que se pueden producir grandes crecidas en poco tiempo». 

Aunque en el proyecto de 2006 se contemplaba como opción a tener en cuenta la preinstalación de una central hidroeléctrica antes de finalizar las obras, «esta por ejemplo no se ha hecho, si bien antes del llenado se estaría a tiempo todavía si hubiera alguna propuesta real».