El modelo tradicional de sol y playa "quizá llega ya al final"

David Hernando (Efe)
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El consultor y analista de mercados y profesor de la UNIR, Luis Cerdá, cree que se está perdiendo el interés en el turismo masivo, característico del desarrollo económico español en las últimas décadas

Bañistas en una playa de Canarias, en una imagen de archivo. - Foto: Alona B (Unsplash)

El modelo tradicional de sol y playa, en el que se especializó España desde hace varias décadas, "quizá está llegando a su final", como comparten "todos los grupos de interés que participan en el sector turístico".

Así lo detalla en una entrevista con Efe el consultor y analista de mercados y profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Luis Cerdá Suárez, en la que analiza el alcance de la especialización en un sector de masas, como el turismo.

Todos los agentes y operadores, explica, están de acuerdo en la necesidad de "huir" de ese turismo masivo, que ha caracterizado el desarrollo económico español en las últimas décadas.

Sin embargo, desde su punto de vista, es preciso reflexionar si conviene llegar hasta el extremo de centrarse en modelos de turismo, como el ornitológico o la pesca deportiva, ya que, "probablemente, son nichos muy chiquititos".

A este respecto, considera que la hiperespecialización en el turismo tiene de positivo que permite "optimizar y aclarar" cuáles son las principales experiencias vinculadas a las ciudades, pero, por contra, supone "un esfuerzo de vigilancia e inteligencia competitiva muy sólido, donde hay que estar pendientes de las últimas tendencias que se han podido producir".

Cerdá Suárez pone el ejemplo del turismo más sostenible, una tendencia que la pandemia ha acelerado, añade, y que significa que "la tensión competitiva que puede generar puede ser también mucho mayor".

En este análisis de la hiperespecialización, sostiene también que es un fenómeno que expande el turismo, ya que "ahora hay que matizar y responder a preguntas como quién eres y lo que realmente buscas, durante cuánto tiempo, cuando entras a una agencia de viajes".

En este contexto, detalla, como ejemplo, que "una persona puede viajar a Sevilla un fin de semana a hacer turismo cultural, pero otros días puede ir solo a hacer el turismo gastronómico o de aventura".

Cerdá Suárez valora también el impulso de las instituciones públicas a esta hiperespecialización del turismo, "a la que no están poniendo trabas", a diferencia de lo que ocurría antes de la pandemia, que se limitaban a establecer un marco normativo, sin impulsar y dejando libremente que las fuerzas del mercado operaran.

Sin embargo, desde su punto de vista, la pandemia  ha propiciado que "adopten una estrategia más proactiva en el fomento de estudios sectoriales, o de marketing, que favorezcan algunos de estos tipos de turismo tan especializados".

La crisis sanitaria también ha tenido su efecto en esta hiperespecialización del turismo, ya que " los hábitos, preferencias y gustos de la sociedad han cambiado", el producto turístico empaquetado de siete días con todo pagado "quizás ya está en decadencia porque  el turista busca su propia experiencia", subraya.

También considera que habrá que aprender a convivir con precios elevados cuando se realice cualquier modelo de turismo, ya que durante la pandemia "hubo una demanda latente y cierta capacidad adquisitiva, que no se pudo gastar" por las restricciones de esta crisis sanitaria, pero que ahora "está dispuesta a pagar un poco más".

Para él, otros motivos de la subida de precios en el turismo, como en otros sectores, son los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y el encarecimiento de los costes de la energía y del transporte, lo que cree que "tendrá también un impacto importante en los operadores".