El nuevo Impuesto temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas pasa de largo en La Rioja, y en otras seis comunidades autónomas, la mayoría de ellas comandada actualmente por el Partido Socialista, e hincará sus dientes en otras diez, fundamentalmente en Madrid y Andalucía. Así lo constata un reciente informe elaborado por la Fundación  de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre un nuevo tributo que, según las previsiones de la Administración del Estado, estará vigente durante los ejercicios 2023 y 2024.  

El impuesto a los ricos, como se ha bautizado popularmente, no afectará de esta forma a las regiones donde no está bonificado el Impuesto de Patrimonio. Tal es el caso de La Rioja, que ya impone tipos impositivos iguales en todos los tramos recogidos en el citado tributo sobre el patrimonio con un máximo de 3,5% para caudales de 10,69 millones de euros o superiores. De hecho, ni  La Rioja, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias,  Castilla y León y Extremadura deberán hacer frente al nuevo impuesto de carácter temporal.

Según los últimos datos hechos públicos por la Agencia Tributaria, un total de 2.454 riojanos estaban obligados a abonar el Impuesto de Patrimonio en 2020. Es decir, aquéllos cuya base liquidable resulte superior a 700.000 euros o cuando, no dándose esta circunstancia, el valor total de sus bienes resulte superior a 2 millones de euros.  

Así las cosas, estos 2.454 riojanos poseen en conjunto un patrimonio que supera los 7.267 millones de euros, siempre según los datos de la Agencia Tributaria, por el que se vieron obligados a a pagar cerca de 14,6 millones.

Fue en los Presupuestos de la Comunidad correspondientes a 2020, a través de la Ley de Medidas Fiscales, cuando se recuperó este impuesto coincidiendo con las primeras Cuentas diseñadas por el Ejecutivo que lidera Andreu. 

Andalucía y Madrid. En el lado radicalmente opuesto se encuentran regiones como Madrid o Andalucía, en las que la bonificación del Impuesto de Patrimonio ofrece una cobertura del 100%. Un hecho que motivará la llegada del tributo de solidaridad de las grandes fortunas. Un impuesto para el que algunas vertientes auguran un proceso de deslocalización de fortunas.