Echapresto, de Daroca al mundo

M. A. G-S.
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El cocinero riojano, al frente de la Venta de Moncalvillo, nos sugiere sus 10 Lugares favoritos

Ignacio Echapresto, en el mirador de Moncalvillo. - Foto: Clara Larrea

Ignacio Echapreso nació en Daroca de Rioja en 1976 aunque como cocinero vio la luz a los veinte años, en 1996, cuando se puso al frente de la Venta de Moncalvillo, su casa natal convertida en uno de los más afamados restaurantes de La Rioja. Podría presumir, pero no lo hace, de contar con una estrella Michelin pero su gran legado ha sido actualizar la herencia culinaria recibida de sus padres y acercar la mejor huerta riojana, con un protagonismo especial para los productos del Moncalvillo, y sus mejores caldos a todo aquel que pasa por la Venta de Moncalvillo. Estos son sus 10 Lugares preferidos de La Rioja y de Logroño:

 

Valvanera. Echapresto acude siempre «al hogar de nuestra patrona» aunque ahora va «menos de lo que me gustaría». «Cuando era pequeño, en verano iba con mis padres, mis hermanos y algún amigo a comer allí, al río. La visita al monasterio y a la virgen es algo imprescindible. El enclave donde está ubicado, hace de Valvanera un escenario privilegiado», apunta.

2. Haro y sus bodegas. Como buen riojano y amante del vino, Haro es «un lugar excepcional para conocer la historia del Rioja». «En el barrio de las bodegas», presenta, «encontramos una buena variedad de bodegas con estilo muy diferentes». «Pero no sólo ahí disfruto del vino en Haro, también en otras bodegas que están fuera del barrio como Ramón Bilbao, incluso en el centro histórico del pueblo como la del restaurante Terete donde además gzo de una cocina tradicional perfectamente ejecutada», se relame.

3.Briones y el Museo Vivanco. Nadie duda de la belleza de esta joya riojana «un pueblo que ha sabido conservar su historia y la  nobleza de sus edificios, un balcón a la Sierra de Cantabria y donde tenemos la suerte de disfrutar de uno de los mejores y más importantes museos del  mundo (si no el más) en torno al vino». «La familia Vivanco con Pedro a la cabeza y ahora sus hijos Santi y Rafa, nos han permitido el privilegio de poder contar en nuestra región con un espacio único donde bucear, aprender y disfrutar del maravilloso mundo del vino a través de diferentes ámbitos como la cultura, el arte, la bodega, etc.», enumera.

4.Navarrete. Como Daroca de Rioja carecía de escuela, su colegio estaba en Navarrete, «Nuestra Señora del Sagrario». A sus recuerdos como escolar suma «el campo de fútbol de San Miguel, la alfarería de Toño Naharro, con quien colaboro en el diseño de nuestras vajillas, sus calles y sobre todo los amigos que allí tengo». 

5.Mirador del Moncalvillo. A media subida, poco antes de las neveras de Daroca, se encuentra «el mirador de Moncalvillo». Se trata de un «enclave privilegiado en medio de la montaña donde sentir la paza y la tranquilidad que un lugar así proporciona». Desde esta atalaya casi se puede tocar «Álava, Navarra, Burgos, Aragón y, por supuesto, buena parte de La Rioja». «Es el lugar donde me escapo de vez en cuando para ver el mundo, encontrarme conmigo mismo y también, por qué no decirlo, para disfrutar de una de mis aficiones, recoger setas», se sincera. Además le pilla a un paso de su afamada venta.

6.Plaza de Toros de La Ribera. Echapresto es muy taurino y aunque, como todos, era más del «coso de La Manzanera», la actual de LaRibera es su «plaza». «Voy siempre que puedo a disfrutar del cartel que cada tarde de feria se programa. Pero no sólo a los toros, también a conciertos como el primero al que llevé a mi hijo de Fito y los Fitipaldis», destaca. Eso sí, para volver a La Ribera tendrá que esperar a que acabe la pandemia.

7.Mercado de San Blas. Como buen cocinero disfruta de los mercados tradicionales y Logroño presume de plaza de abastos «aunque ahora no vive sus mejores momentos, es un lugar donde seguir disfrutando del producto fresco, de los puestos especializados en un  producto y del ambiente de mercado». «Animo a los jóvenes a ir a la plaza a comprar y al Ayuntamiento a buscar fórmulas que revitalicen en un espacio que es santo y seña de la ciudad», reivindica.

8.Villarroya y su carrascal. «Villarroya es el pueblo de mis suegros y un ejemplo de superación. Ha sobrevivido al abandono y ha visto renacer sus calles, el agua en las casas, la iglesia y el honor, entre otras cosas, gracias al trabajo en común y unidos de sus vecinos», enfatiza. A todas estas singularidades de este pueblo enclavado a casi mil metros de altura, subraya una más «un imponente bosque de carrascas donde disfrutar de la naturaleza y de la micología».

9.San Juan y el Tastavin. La ‘gran’ cocina no está reñida con la ‘pequeña’ cocina. Echapresto toma partido: «Me gusta ir de pinchos. Voy menos de lo que me gustaría pero cuando lo hago, me decanto por la San Juan». Una calle «siempre eclipsada por la Laurel» pero que conserva «ese ambiente más familiar y más ‘de aquí’». Y, de toda la calle, su predilección pasa por el «Tastavin donde disfruto como un niño del trabajo de Pedro, Anca y todo su equipo».

10.Portales. Uno de sus pasatiempos preferidos cuando se acerca a Logroño es «pasear por Portales, desde la Fuente Murrieta (sé que ya no se llama así pero siempre será Murrieta) hasta Muro del Carmen, contemplando la chimenea, San Agustín, la Redonda y el viejo ayuntamiento».