La Rioja se mueve hacia el futuro

El Día
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Vehículos eléctricos, transporte a demanda, coches compartidos, carriles bici...La nueva movilidad es sostenible, digital y garantiza los servicios y desplazamientos para todos y en cualquier lugar. Un reto que aborda el proyecto Territorio Digital

Un coche eléctrico recarga sus baterías en un punto de suministro. - Foto: Óscar Solorzano

Utilizar un coche eléctrico de préstamo para desplazarse desde cualquier pueblo de la sierra a Logroño y devolverlo al regresar, pedir con el móvil un taxi a demanda para ir al médico o hacer gestiones, moverse en bici en desplazamientos cortos o compartir vehículo de forma sencilla no son fantasías de un futuro lejano. La nueva movilidad es una realidad y La Rioja ha decidido subirse a ese tren con el proyecto Territorio Digital de Servicios, uno de los cuatro ejes estratégicos del Plan de Transformación, junto a la Ciudad del Envase y el Embalaje, Enorregión y Valle de la Lengua, con los que el Gobierno regional pretende aprovechar los fondos europeos para impulsar el desarrollo de la región. 

El objetivo de esta estrategia de movilidad sostenible, segura y conectada es múltiple. Lo principal es establecer un sistema para toda la Comunidad, que permita a los ciudadanos acceder a servicios de desplazamiento a demanda, moverse entre municipios o hacia Logroño de forma rápida y eficiente y facilitar a los turistas llegar hasta los lugares de interés con lanzaderas hasta los nodos de transporte.

Y para lograrlo, la tecnología es una herramienta crucial. La movilidad del futuro se apoya en la digitalización al servicio de las personas. La idea es que las acciones de movilidad que pondrá en marcha Territorio Digital de Servicios garanticen al máximo el acceso a todo tipo de prestaciones y a los cuidados personalizados, «en todos los pilares del estado de bienestar, independientemente del lugar de residencia, con soluciones innovadoras que permitan prestar estos servicios y cuidados de forma virtual y presencial», explica el Gobierno regional en el documento.

La estrategia de movilidad no va únicamente dirigida a los desplazamientos de personas del ámbito rural a la capital, aunque uno de los cometidos clave es que Territorio Digital de Servicios contribuya a poner freno a la despoblación. 

Los datos aconsejan trabajar en el reto demográfico desde la movilidad. La Rioja tiene 133 municipios con menos de 500 habitantes y 64 con menos de un centenar.

Pero detrás de los números hay personas. Los planes de movilidad pretenden abrir un nuevo escenario de posibilidades y soluciones en los desplazamientos de la gente mayor para acceder a servicios que requieren presencialidad, asegurar la economía de los cuidados, con los centros de día o la ayuda a domicilio, pero también hacer atractivo cualquier punto de la geografía riojana a jóvenes que enfoquen su futuro laboral desde el emprendimiento o el trabajo online, sin olvidar el desarrollo turístico.

La contribución de Territorio Digital de Servicios al impulso turístico de La Rioja revela su carácter transversal, de modo que ayuda a sus proyectos 'hermanos' Enorregión y Valle de la Lengua en facilitar el desplazamiento de visitantes a las bodegas y demás puntos de interés enoturístico y a los monasterios de Suso y Yuso y su entorno.

Y todos estos objetivos no son quimeras. La Rioja no parte de cero. Administraciones, instituciones de todo tipo y municipios y regiones de todo el mundo ensayan y se benefician ya de soluciones de movilidad digital y sostenible.

 

Coche multiusuario. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana traza el camino a seguir, con la Estrategia Española de Movilidad Sostenible con varias líneas de acción. Una de ellas es el uso del coche multiusuario o el coche compartido, e incentivar en zonas de baja intensidad de movilidad de viajeros servicios establecidos sólo si hay una demanda previa, a través de sistemas telefónicos o telemáticos. 

En esa estrategia ministerial también se apuesta por los carriles bici y los itinerarios peatonales. Se concibe, de este modo, el uso de la bicicleta como un medio de transporte cotidiano, para lo que se propone mejorar su intermodalidad con el transporte colectivo, de manera que se pueda transportar la bici en autobuses y trenes. 

El desplazamiento en bicicleta puede parecer una solución urbana, pero en los nuevos planes de movilidad se contempla también para el ámbito rural. De hecho, la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja tiene ya presupuesto para poner en marcha en 2022 una red de carriles bici para desplazarse con este medio desde el área metropolitana hasta Logroño y entre las propias localidades de la zona.

Uno de los modelos de movilidad que mejores resultados están dando en distintos lugares es el servicio de autobús bajo demanda. Se trata de líneas flexibles, tanto en horarios como en recorrido, según la demanda diaria de los usuarios, que se recoge con antelación a través de aplicaciones móviles.

Castilla y León fue una de las regiones pioneras en la movilidad bajo demanda, que gestiona el transporte basándose en la petición expresa y previa de los ciudadanos y que garantiza los desplazamientos a zonas donde la despoblación limita en extremo el acceso de muchos vecinos a servicios básicos. 

En una treintena de pueblos de la Sierra Norte de Madrid, el SierraCar presta, desde 2020, un servicio de taxis a demanda que facilita a sus habitantes un medio de desplazamiento complementario a los autobuses cuando necesitan ir al médico, a realizar gestiones o a comprar. Los usuarios de SierraCar reservan con un día de antelación, indicando destino y hora. El sistema tiene en cuenta los horarios de paso de los autobuses para no reservar taxis si existen trayectos cubiertos por ese transporte. El coste para el usuario es de 4 euros.

Otra opción que cobra fuerza en todo el mundo es el préstamo de vehículos, ya sean coches eléctricos o bicicletas. La idea es que los ayuntamientos dispongan de una flota que los vecinos utilizan y devuelven al punto de origen. 

La Estrategia de Movilidad sostenible también plantea  el coche particular o el taxi compartidos por más de un vecino e incluso el autostop digital y seguro, en una plataforma que conecta a los usuarios y los conductores.

 

Carsharing gana terreno. El anglicismo de moda en el ámbito del coche compartido es carsharing. Mediante este sistema, que ya da resultados exitosos, los usuarios disponen de una flota de vehículos durante cortos periodos de tiempo. Este 'alquiler' se reserva previamente mediante app móvil, internet o llamada telefónica. Se paga a final de mes por el uso realizado.

Uno de los ejemplos ya probados de coche compartido tiene nombre y apellidos. VIVe, promovido por el fabricante coreano de automoción Hyundai, comenzó a operar en Castilla la Mancha y Madrid y se ha extendido ya a casi un centenar de municipios de la España rural.  Para utilizar el vehículo hay que descargar la app VIVe. A partir de ahí, los usuarios pueden reservar el vehículo, desbloquearlo, acceder a la flota, comunicar alguna incidencia y realizar el pago. Los desplazamientos están acotados a un radio de hasta 150 kilómetros.

Las experiencias de movilidad sostenible son ya una realidad y los expertos coinciden al apuntar las tendencias futuras. El Observatorio de Movilidad Sostenible, resume las principales: Servicios de movilidad compartida (carsharing, motosharing, bikesharing, carpooling, etc.); digitalización para la integración multimodal, con sistemas de pago sin contacto e introducción de códigos QR; proliferación del teletrabajo y el estudio online, para reducir los traslados; y electrificación del transporte de mercancías de última milla, con el fin de hacer más eficientes y limpios los repartos del creciente comercio electrónico; la planificación urbana y aumento de la peatonalización.

Pero también están el auge de los vehículos de dos ruedas; bonos verdes para financiar la movilidad sostenible; y el vehículo autónomo, que abrirá un futuro de posibilidades para personas que no pueden manejar un coche convencional.

 

Servicios compartidos. En otros lugares se apuesta por la combinación de diferentes servicios de movilidad para reducir costes. Es lo que persigue el proyecto europeo Move on Green (MOG) de cooperación transnacional, que impulsa experiencias como la de Brandenburgo (Alemania), donde además del transporte de pasajeros, los autocares de línea regular trasladan mercancías. 

Algo similar hacen en Transdanubia Central, en Hungría. En esa región, la falta de oficinas de correos se suple con un vehículo postal móvil que visita las pequeñas poblaciones, en donde, además entregar y recoger cartas y paquetes, facilita el pago de pensiones o la entrega de efectivo, la venta de periódicos o de boletos de lotería.

Las bicicletas no son ya únicamente un medio de diversión o de práctica deportiva, sino que permiten un transporte limpio y se convierten también en un recurso turístico. Ese aspecto lo explotan ya muchos lugares, como el Centro del Maestrazgo, en la provincia de Teruel, que ofrece acceso libre para practicar ciclismo de montaña con 100 kilómetros de rutas señalizadas, puntos de información e instalaciones de lavado. 

La electrificación avanza a marchas forzadas en el mundo ciclista como alternativa de transporte en desplazamientos de hasta 30 kilómetros. Los servicios que facilitan su uso surgen por todas partes. En el campo de Gorenjska (Eslovenia), por ejemplo, se ha desarrollado un programa de e-ciclismo orientado al usuario con alquiler de bicicletas eléctricas.

La movilidad sostenible del futuro no pierde de vista la faceta más social del transporte, con el foco en las personas mayores o en aquellas con dificultades motoras, que no siempre lo tienen fácil, sobre todo en el ámbito rural. 

De nuevo, un recorrido por otros países muestra potenciales ejemplos de éxito; como el servicio de cuidadores rurales en Hungría, con minibuses que ayudan a entregar alimentos, prestar atención domiciliaria o facilitar transporte escolar para niños en las poblaciones rurales o como servicio social de transporte adaptado para personas con discapacidad en el medio rural de Aragón, lo que facilita la movilidad de las personas con discapacidad.

Los jóvenes y sus desplazamientos de ocio también tienen respuestas en el transporte del futuro. Evitar que conduzcan tras haber ingerido bebidas alcohólicas es una preocupación que ha deparado ya desde hace años soluciones de transporte seguro. Hay muchas experiencias en ese campo, incluida La Rioja con el Buhobús y los servicios a las fiestas de los pueblos, o las lanzaderas del DiscoBus, que funcionan en nada menos que 118 municipios de Burgenland (Austria), y que permiten a los jóvenes regresar a casa de forma segura por 2 euros.

 

Un proyecto piloto trabaja ya en la movilidad eléctrica riojana

La Rioja trabaja ya en un proyecto piloto de movilidad eléctrica, respetuoso con el medio ambiente, inteligente y flexible, una de las acciones previstas por el Gobierno regional en el proyecto Territorio Digital de Servicios. Con un presupuesto inicial de 5 millones de euros, se desarrolla en colaboración con el Gobierno de España. La iniciativa permitirá conectar entre sí los municipios diseminados en la sierra y comunicarlos con el valle y enlazar con los principales nodos de transporte de viajeros. Para ello, se propone un sistema de conexión en red con vehículos eléctricos o híbridos enchufables que, de forma coordinada con el actual sistema de transporte, ofrezca servicios a ciudadanía y turistas en toda la región. Experiencias similares se han puesto en práctica ya hace tiempo en otros lugares. En 2011, Sagunto contaba ya con un servicio público de préstamos de coches eléctricos al precio de un billete de autobús. Y dos años después, el ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, en las faldas de la sierra madrileña de Guadarrama, puso en marcha la campaña '¿Cómo vas?', con propuestas de este tipo.