El arte clama contra la despoblación

El Día
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Propuestas de arte urbano que se desarrollan en el entorno rural de La Rioja, como Arte en la Tierra, Arte en Pradejón y Camprovinarte, sirven de altavoz de los pueblos y contribuyen a evitar su abandono

Un mural en la fachada de un casa de pueblo. - Foto: El Día

El clamor contra la España y La Rioja vacías llega desde distintas voces, también desde el ámbito cultural. Las distintas propuestas de arte urbano que se desarrollan en el entorno rural de La Rioja, como Arte en la Tierra, Arte en Pradejón y Camprovinarte, sirven como altavoz de la despoblación en estos espacios y, a la vez, contribuye a solucionarla.


Este es el tema central de la mesa redonda que se celebró ayer en la plaza situada frente a la Sala Amós Salvador de Logroño con el título ‘Arte urbano en entornos rurales de La Rioja’, que inicialmente esta programada para el pasado 25 de junio y que tuvo que ser cancelada por una tormenta, con la que este espacio retomó ayer sus actividades tras el parón por la pandemia de coronavirus.
En esta mesa redonda participaron Rosa Castellot, quien, junto a Félix Reyes, dirige el festival Arte en la Tierra, que se celebra en Santa Lucía de Ocón, donde distintos artistas realizan intervenciones «muy diversas, tanto de música y danza como de pintura, escultura y fotografía».


Así lo afirmó a Efe Rosa Castellot (Madrid, 1942), quien destaca que el interés de esta iniciativa radica en que pone en contacto a los habitantes de Santa Lucía de Ocón con los creadores, ya que, «en casi todas las ocasiones, los artistas necesitan ayuda y se la proporcionan los vecinos», quienes «se sienten partícipes de lo que se hace en el pueblo». Este festival, todo un clásico ya en La Rioja en el contexto del arte rural, muy pegado a la tierra, «ha sido muy importante para dar a conocer el pueblo de Santa Lucía de Ocón, que es muy pequeño y no todo el mundo conoce el valle de Ocón, que llama la atención sobre la despoblación porque aquí vivimos 22 personas», subrayó esta artista.

 

Este año no se celebrará el festival por «varias circunstancias, una de ellas el coronavirus», dado que se han prohibido las aglomeraciones de personas en esta localidad hasta el próximo 31 de agosto, y, además, «a estas alturas, que falta menos de un mes para que hubiera empezado, no se cuenta con subvención». «No vamos a estar quietos. Algo haremos para que la gente sepa que, aunque no se ha podido hacer este festival, Arte en la Tierra no está parado y queremos que todo el mundo esté pendiente de cuándo vayamos a celebrarlo, si se puede, el próximo año», destaca esta creadora afincada en el Valle de Ocón.


El director de Arte en Pradejón, Alberto Cordón (Pradejón, 1987), quien también participó en esta mesa redonda, indicó a Efe que el objetivo de esta iniciativa, que permite que artistas pinten murales en las fachadas del pueblo, muy conocido por la producción de champiñón, pero desde hace algún tiempo también por sus medianas decoradas, es que el visitante «se quede el mayor tiempo posible en el municipio, consuma y deje algo de dinero».
Arte en Pradejón busca «embellecer el municipio e impulsar el arte y la cultura, sobre todo, entre los más jóvenes», quienes visitan un museo «de forma inconsciente» cada vez que salen a las calles de Pradejón, por las que hay repartidas 30 intervenciones de diferentes tamaños, manifestó.


Esta actividad se desarrolla a lo largo del año sin una fecha fija, que varía en función del presupuesto del Ayuntamiento y en 2020 todavía no ha participado ningún artista como consecuencia de la Covid-19, pero, de forma probable, se puede pintar algún mural en el último trimestre del año, algo que «está por ver», comentó Alberto Cordón.


Otra de las iniciativas que participan de esta corriente cultural en el ámbito rural es Camprovinarte, un festival de arte urbano que se celebra en la localidad riojalteña de Camprovín con el fin de atraer la cultura a este pueblo y que sea «un espacio más atractivo, tanto para quienes viven en él como para quienes lo visitan», remarca la directora de esta iniciativa, Lara Montoya (Santurce, Vizcaya, 1990), quien forma parte de esta mesa redonda. «Abrimos una convocatoria todos los años y recibimos propuestas, que tienen que ser intervenciones artísticas en el espacio permanentes. La mayoría de las seleccionadas han sido murales, pero estamos abiertos a otro tipo de disciplinas», subraya Montoya. Esta iniciativa pretende «visibilizar la despoblación y la cultura rural» y «dar la oportunidad de que la cultura contemporánea llegue a los espacios rurales, el arte en sí mismo es un generador de pensamiento y esto es importante en cualquier lugar», a lo que se suma que «atrae el turismo».


La edición de este año de Camprovinarte ya ha abierto su convocatoria hasta el próximo día 23 para que los artistas envíen sus propuestas, con la única modificación, en principio, de que no está claro que se celebre la fiesta que, de modo habitual, tenía lugar una vez finalizada la creación de las obras de arte, resaltó la directora del festival de esta pequeña localidad de la comarca de Nájera. Lara Montoya concretó que los artistas interesados, de los que se seleccionarán cuatro que trabajarán en Camprovín entre los próximos 17 y 23 de agosto, deben enviar sus portfolios al certamen.