El desafío del 6G será el gran protagonista del Mobile World Congress (MWC) que arranca hoy en Barcelona, retomando la normalidad tras la pandemia con más de 2.000 expositores que desplegarán sus innovaciones a lo largo de cuatro jornadas. Más de 80.000 personas se esperan para estos días en la Fira de Barcelona, donde las empresas, distribuidas a lo largo de siete pabellones, mostrarán sus avances y lanzamientos en la XVIII edición de la feria.
Pese a que el congreso dará hoy el pistoletazo de salida, ayer tuvo lugar la cena de bienvenida del evento, con la asistencia de Felipe VI, que compartió mesa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También estuvieron presentes, entre otras autoridades, el líder de la Generalitat, Pere Aragonès, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quienes volvieron a plantar al Rey en el saludo protocolario a su llegada al Museu Nacional d'Art de Catalunya.
Durante su discurso, principalmente en inglés y con algunos extractos en catalán y castellano, el Monarca quiso destacar el papel que las nuevas tecnologías desempeñan, en especial, para personas afectadas por guerras o desastres naturales, a quienes les permiten estar conectadas y unidas, porque «donde hay un móvil, hay esperanza, oportunidad y una ayuda».
«Todos hemos podido ver cómo nos permitió mantenernos conectados y unidos con las personas más vulnerables en áreas afectadas por conflictos y desastres naturales. Donde quiera que haya un dispositivo móvil conectado, hay esperanza, hay oportunidad, hay ayuda», enfatizó al recordar a los que sufren la invasión de Ucrania o a las víctimas de los recientes terremotos de Turquía y Siria.
Tras recordar que lleva 11 años asistiendo al MWC, Don Felipe incidió en que el evento es «un creador vital de perspectivas y oportunidades económicas más amplias que benefician» al país y a Barcelona.
El presidente del Gobierno, por su parte, destacó a la mayor feria tecnológica del mundo como ejemplo de colaboración entre instituciones y aseguró que la digitalización debe ayudar a reducir brechas en todos los ámbitos. Durante su intervención, Sánchez explicó que se han puesto «bases sólidas» para hacer que la transformación digital modernice la economía española.
Orgulloso tras «tantos años» de Mobile en Barcelona, Aragonès señaló que el Govern está comprometido en «alimentar el legado» del MWC «con el propósito de promover un mundo mejor y más justo».
El acto precede una edición que se desarrollará bajo el lema Velocity, organizado por la GSMA, la asociación que aglutina a las compañías de telecomunicaciones mundiales, y que incluye cinco temas clave de debate: la aceleración 5G, la realidad virtual, redes abiertas (OpenNet), tecnología financiera (FinTech) y la industria 4.0. Todo ello con el foco puesto en la cuenta atrás para el 6G, cuya comercialización se estima para 2030.
Además, los visitantes internacionales tendrán un gran peso, con la incógnita de cuántos llegarán de Asia, teniendo en cuenta que dejaron de asistir por la COVID, en una edición en la que se espera que una cuarta parte de los asistentes provengan de ese continente.