El Plan de sostenibilidad turística de Ezcaray, presentado en 2020, con el objetivo de impulsar la actividad económica de la zona con el menor impacto en el entorno sigue implementándose de forma paulatina.

Uno de los puntos clave, la accesibilidad, mejora cada año y el paso de las personas con movilidad reducida ya se ha facilitado en los dos edificios principales de la instalación, el que está en la cota más baja (1.530 metros de altitud) y el de la intermedia (1.620). Aunque en este aspecto «la mejora debe de ser contínua porque hay muchos esquiadores que requieren facilidades y como instalación pública debemos dárselas», apunta Jorge Lladó, gerente de la  sociedad pública Valdezcaray S.A.

El próximo paso será mejorar la cafetería y poner en marcha las actividades que permitirán «desestacionalizar» la apertura de la estación. En concreto, la tirolina que unirá la zona más baja -junto al aparcamiento- con la intermedia, tiene ya toda la documentación preparada y es «cuestión de unos días» que salga a licitación. 

También está a punto el plan para crear un bike park. En este caso será necesario adecuar pistas y senderos al uso de bicicletas fuera de temporada, con múltiples posibilidades. Está previsto que «en las próximas semanas se lance la contratación a concurso».

En ambos casos las obras de instalación y adaptación del entorno comenzarán tras la adjudicación, previsiblemente en primavera para que  puedan estar en funcionamiento ya de cara a la próxima temporada 2023-2024.

por plazos. El plan turístico de Ezcaray se está haciendo por fases a corto, medio y largo plazo.

Una de las cuestiones pendientes es «la explotación de la cara sur, no por capricho sino por seguridad» ya que, aún estando fuera de pistas, «es la zona que registra más accidentalidad y es necesario que el esquiador de travesía tenga la protección, cobertura y recursos de las pistas oficiales».

Esta zona cuenta con unos 10 kilómetros en los que es viable esquiar, aunque no esté permitido actualmente. Se puede incluir «de forma sostenible y ecológica porque no es necesaria la instalación de telesillas para remontar».

«Bastaría con acotar y reconocer la zona, además de facilitar el acceso ratrac mediante pisanieves adaptadas o arrastrando con motos de nieve, consiguiendo una nueva zona esquiable segura».