La sequía y la falta de lluvia ponen al límite al campo

Pilar Mazo (Efe)
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Los cultivos de secano, dependen, en su mayoría de las lluvias para poder prosperar, por lo que La Rioja sufre de forma negativa en las producciones agrarias y a la alimentación del ganado

Viñedos afectados por la sequía. - Foto: Ingrid

El sofocante calor del verano, unido a la falta de precipitaciones, desde el final de la primavera, están siendo el caldo de cultivo de una sequía, sin precedentes, que está afectando, de forma negativa, a las producciones agrarias y a la alimentación del ganado, y que están poniendo al límite al campo riojano.

En este sentido se han pronunciado este viernes a Efe las organizaciones agrarias ARAG-Asaja y UAGR que, además, comparten la preocupación de agricultores y ganaderos por las repercusiones que ello está teniendo en sus costes de producción.

Los cultivos, al ser de secano, dependen, en su mayoría de las lluvias para poder prosperar, explica la UAGR, que añade que, finalizada la cosecha de cereal se confirmó un descenso de producción de entre el 30% y el 40%, según zonas y variedades, en un contexto de costes de producción "altísimos y con una gran volatilidad y especulación en los precios".

Campos de cultivo en Clavijo, en una imagen de archivo.Campos de cultivo en Clavijo, en una imagen de archivo. - Foto: Clara Larrea

Una situación similar, según ambas organizaciones, se produce con la de la colza y peor aún en el caso de la inminente cosecha de girasol.

Pero si el calor y la ausencia de agua han mermado significativamente la campaña de cereal, las previsiones también apuntan a un descenso significativo del rendimiento en frutales, con calibres más pequeños y menor número de piezas, apunta ARAG-Asaja.

Lo mismo ocurre en la uva, pese a su excelente estado sanitario y calidad, apunta a una menor cosecha, subrayan.

Y es que, pese a que se realizan riegos en zonas de regadío y que el agua La Rioja no está restringida, la situación meteorológica con temperaturas tan elevadas va a disminuir las producciones y adelantar campañas, como la vendimia, detalla ARAG-Asaja.

En la misma línea, respecto a los leñosos, la UAGR informa de que que allí donde se ha podido regar la situación ha sido menos complicada, aunque "los riegos no suplen completamente la ausencia de agua de lluvia".

Aún así, convienen en que la gran mayoría de las viñas, los olivos o los almendros están en secano, por lo que "la posibilidad de riego no llega, ni con mucho a la mitad de la superficie plantada".

No menos halagüeña es la situación de la ganadería extensiva, ya que los pastos también han sido muy perjudicados por la falta de agua.

Ello ha provocado que los ganaderos de extensivo tengan que suplementar a su costa a los animales, también con los piensos, forrajes y paja a precios "desconocidos hasta la fecha", aseguran en la UAGR.

En la misma línea se pronuncia ARAG-Asaja, que incide en la preocupación de los ganaderos de extensivo por el incremento de costes que les está suponiendo tener que implementar la alimentación con piensos o forrajes, a lo que se suma la merma en la producción de leche y carne.

Esperan que las tormentas de los últimos días palíen en parte el déficit hídrico que sufren los cultivos riojanos, aunque las características de estos fenómenos, muy localizados y, a veces con granizo, no son tampoco las ideales para solventar la situación.

Los agricultores y los ganaderos ven esta situación con cierta desesperación, ya que son los grandes paganos del cambio climático por un doble motivo.

De un lado, asegura la UAGR, porque sufren las consecuencias perniciosas de temperaturas más altas y mayor frecuencia y gravedad de los siniestros climáticos.

Y, de otro, porque "los gobernantes, sin contar con los representantes de los actores en el mundo rural, han cargado gran parte de las soluciones frente al cambio climático en las espaldas del sector agrario, con políticas cada vez más restrictivas en lo que se refiere a prácticas de cultivo e insumos permitidos", entre otros aspectos

A este respecto, ARAG-Asaja también pone el acento en cómo esta sequía está ocasionando un incremento aún mayor de los costes de producción, que han puesto al límite a los agricultores y ganaderos, "sin que parezca que las Administraciones sean aún conscientes del tamaño del problema que afecta al sector primario de nuestro país".

Por el momento, en lo que a los cultivos riojanos se refiere, no existe riesgo de desabastecimiento a los mercados, aunque, otra cosa es si la rentabilidad que agricultores y ganaderos están obteniendo actualmente por su trabajo les permitirá continuar con la actividad en un futuro cercano, reflexiona la UAGR.