El orden y la limpieza dan "paz", pero hay una línea que convierte la rutina de casa en una obsesión y, de no pararse a tiempo, un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Se encuentra en ver siempre defectos y que el orden pase a ser "una fuente de displacer".

En una entrevista a Europa Press, la psicóloga clínica Maria Pilar Berzosa ha explicado cómo un hogar limpio, higiénico y bien organizado impacta psicológicamente.

Su trascendencia se encuentra en que la limpieza del hogar tiene "secuelas" a la hora de organizar internamente la información, las emociones y el pensamiento.

Berzosa, profesora del grado en Psicología General Sanitaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha señalado cómo el hábito del orden es uno de los hábitos centrales que hay que inculcar porque tiene muchos beneficios, tanto externa como internamente, dado que "para poder tener un orden interno tenemos que haber creado un orden externo".

"Es más", ha sumado, "si nosotros vamos organizando nuestro orden interno de forma adecuada podemos tener muchas más capacidades para resolver conflictos, porque en la toma de decisiones se necesita un orden de prioridades". De esta forma, se empieza ordenando lo de fuera y se sigue con lo de dentro.

Berzosa ha invitado a tener en cuenta que hay muchas diferencias personales con respecto a lo que es el orden; y lo que para una persona lo es para otra no.

Pero tiene que haber unos "límites" y "esas diferencias individuales nos van a marcar hasta que punto puede ser patológico ser ordenado, o caótico". Todo dependerá de cómo interpreta la persona esta cualidad y cómo la maneje.

De esta forma, en el momento en el que el orden sea "una fuente de displacer, una perturbación, ahí empezamos a tener un problema". "Porque las cosas son cosas", ha aseverado.

El orden da paz, "pero puede pasar que sólo te acostumbres a que las cosas te den paz si solo están ordenadas a tu manera y eso generarte conflictos de convivencia y un problema de adaptación al entorno".

Se trata de casos en los que "terminas de limpiar y no te parece que está bien y en seguida te fijas en la mota de polvo o que se ha caído algo, y te empieza a enervar porque tienes que volver a limpiar".

Una manera de que el orden te quite felicidad es "cuando no te quedas nunca satisfecho".

En definitiva, "un excesivo prestar atención al hecho de limpiar", cuando "las cosas son cosas, se ensucian y ya se limpiarán" y "las personas que tienen una rutina de limpieza a fondo una vez a la semana y entre medias recogemos viven muchísimo mejor".

A las personas que son "muy exigentes suele gustarles su limpieza y orden". De este modo, ha relatado, "hay casos de pacientes que tienen alguien que les limpia, pero no les gusta y lo tienen que repasar".

Porque "si nos vamos al extremo esas personas siempre verán defectos: son maniáticas y consideran que como lo hacen ellas no lo hace nadie".

Encontrarse así es una "alarma" y "le haría un gran favor a esa persona que se le dijera que necesita ayuda" psicológica, "indiscutiblemente, porque de ahí a desarrollar un TOC hay un paso pequeño".

Desde la pandemia, los TOC no han crecido. Sí lo han hecho los cuadros ansioso depresivos "muchísimo" en adultos y en jóvenes. "Lo que sí está claro es que las personas ansiosas que tienen un estilo de pensamiento muy rumiante pueden desarrollar más un TOC, bien de limpieza o de pensamiento".

Alrededor de seis o siete años antes de la pandemia se vio un desarrollo importante en los TOC, pero ahora se han paralizado. Es algo "curioso" que ha originado la puesta en marcha de un estudio, en el que participa esta psicóloga clínica.

A su juicio, creció por el ritmo de vida y, probablemente, tocó techo y, además, se sumó que la gente lo tiene más visibilizado y cuando empieza a tener síntomas lo ve antes, y no lo desarrolla.

Es una "hipótesis". Ahora, en el Centro Psicológico Intelecto, en Jerez de la Frontera, se están recabando datos a espera de poder analizarlos con perspectiva. "Es un estudio en el no tengo prisa, quiero tener muchos datos", ha indicado

La rendición de Marie Kondo

Recientemente, Marie Kondo, conocida por su método para el orden, reconoció que con tres hijos no lo puede mantener. Su método que, en realidad, no te decía que fueras ordenado sino cómo optimizar espacio, ha relatado Berzosa, bebe de la filosofía oriental, que es más proclive a deshacerse de cosas.

Ahora ha visto que con tres hijos no puedes tenerlo todo ordenado como considerarías, porque tendrías que tenerlos con un orden militar y ella misma dice que ha cambiado de prioridades.

De este modo, "vende espacios felices". "Pero es que no ha inventado nada, ya sabemos los psicólogos que tenemos que tener espacios felices es una mujer muy inteligente a la hora de vender", ha aseverado.