La Unidad de Reproducción Asistida del Servicio Riojano de Salud de La Rioja va creciendo en actividad paulatinamente desde que se puso en funcionamiento en 2009, y, a pesar de la pandemia, el servicio se ha paralizado durante solo unas semanas. La jefa de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital San Pedro, María José Puente, explica que ahora se ha vuelto a retomar la actividad en este servicio al ritmo adecuado. Un total de 98 parejas están hoy en lista de espera. Y en cuanto a los plazos de esa demora, si antes de la pandemia era de 8 meses, ahora es de un año.
La Unidad aún no tiene datos cerrados de 2020, que además al ver sido un año atípico tampoco se corresponde con la realidad. Respecto a los de 2019, en San Pedro nacieron un total de 64 bebés gestados gracias a la reproducción asistida en el mismo hospital. De estos, 37 nacieron por la técnica de Fecundación In Vitro (FIV) y 27 por inseminación artificial. En realidad se consiguieron 95 gestaciones o embarazos, y nacieron 64. Se realizaron 157 ciclos de FIV y 340 de inseminación artificial. Y desde 2014 hasta 2019, es decir en los últimos 6 años, han nacido gracias a este servicio público 286 niños por FIV y 272 por inseminación.
Pero, como explica Carmina Salvador, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Asistida, hay un dato claro a nivel nacional y regional, y es que el 10% de los niños nacen gracias a la reproducción asistida tanto en sistemas públicos como privados. "Un porcentaje que ha ido evolucionando año a año no solo porque más parejas acuden a estos servicios, sino porque las técnicas han evolucionado mucho y cada vez hay más porcentaje de éxito".

Según los datos de la Sociedad Española de Fertilidad en los cuatro centros de La Rioja (tres privados y el público de San Pedro) se hicieron en 2014 un total de  773 ciclos de reproducción asistida, y en 2018 (último año disponible) en cinco centros (4 privados y uno público), se hicieron 1.052 ciclos. Lo que supone un 36% más de actividad en solo cuatro años. «Y lo que hoy se considera como éxito es reducir el número de embarazos múltiples, porque se transfieren uno o dos embriones en FIV. Y eso se consigue ya», apunta Carmina Salvador.

Más actividad en las privadas

La actividad en las clínicas privadas es mucho mayor que en la pública. De hecho también se puede hacer la ovodonación, una técnica que utiliza óvulos donados para implantarlos con el semen de la pareja en mujeres que no consiguen embarazos con los suyos propios (pero esta técnica no se permite en Salud Pública).
La experta indica que el handicap es que la mujer cada vez es más mayor a la hora de intentar quedarse embarazada, y es cuando llegan los problemas.
En realidad, la efectividad o el éxito de quedarse embarazada con la técnica de la inseminación es de un 15% en el primer ciclo, y aumenta a un porcentaje del 45% con los cuatro ciclos que ofrece la Seguridad Social. Y en cuanto a la FIV, «la efectividad depende más de la edad de la mujer y de la pareja», pero en el primer ciclo (la primera vez que se implanta el embrión en la mujer) la posibilidad de quedarse embarazada es de un tercio, y aumenta al 65% en caso de hacer los tres ciclos (tres son los que permite la Seguridad Social).
«Cada vez hay más parejas que buscan nuestra ayuda, y cada vez son más mayores, cada vez hay más de 38 años», plantea Carmina Salvador. Eso sí, hay unos requisitos para que una mujer pueda acudir a este servicio público. Debe tener entre 25 y 40 años, y el hombre (si lo hubiera, porque el servicio también se ofrece a mujeres que no tengan pareja), menos de 50. Si la mujer tiene más de 35 años ha debido estar durante al menos medio año intentando quedarse embarazada de forma natural, y en el caso de mujeres de menos de 35 años ha tenido que estar intentándolo durante al menos un año.
Eso sí, si hay alguna mujer que durante la espera estando ya en listas ha cumplido los 40 años, se le permite un ciclo.
La Unidad cuenta con un equipo de tres ginecólogos, un embriólogo y tres enfermeras. Pero rozan la necesidad de un embriólogo más. Para poder mantener la actividad en fines de semana y seguir haciendo tratamientos cuando las mujeres pueden estar en sus condiciones optimas para las punciones, así aumentaría el número de ciclos y las tasas de embarazo. Además, requieren de la disponibilidad de anestesistas, que son los que han tenido que atender las UCI con las olas, y ese es el motivo por el que han tenido que paralizar durante algunas semanas el servicio.

Preservación de óvulos antes de quimioterapia

La Unidad de Reproducción Asistida ofrece desde hace dos años la preservación ovocitaria y de semen para personas que tengan cáncer y vayan a ser sometidos a quimioterapia. La doctora Carmina Salvador explica que estos pacientes vienen derivados de Oncología, son normalmente gente joven que quieren ser padres en un futuro y se les extrae óvulos o semen y se congela antes de la quimioterapia para poder utilizarlo cuando se curen o concluyan la quimioterapia.  Durante 2019 se sometieron a esta técnica 10 mujeres y 8 hombres. La mayor parte de los pacientes que lo solicitan han sido diagnosticados o de cáncer de mama, o de cáncer de tipo hematológico y suelen tener poco más de  20 años.

Diagnóstico genético.

Y desde hace un par de años también la Unidad de Reproducción Asistida de San Pedro ofrece el servicio de Diagnóstico genético, para realizar un proceso genético preimplantacional (PGP). La doctora Carmina Salvador explica que se estudian los embriones cuando uno de los progenitores tiene alguna anomalía y la pueden pasar al bebé. Se hace uso de un servicio externo de Barcelona, que estudian esas anomalías que se pueden hallar en cromosomas, o otras enfermedades de tipo molecular que sufren los progenitores para que no lo sufra la descendencia,  personas con hemofilia o distrofias musculares, poliquistosis renal, etc. Y tras analizar esos embriones, se transfieren los sanos a la mujer.

Reproducción para mujeres sin pareja 

 Desde hace unos años y por ley, el sistema público de salud también tiene que ofrecer las técnicas de reproducción asistida a mujeres que quieran quedarse embarazadas y no tengan pareja, o a parejas de mujeres que quieran ser madres. En los últimos años también ha aumentado el número de mujeres sin pareja o parejas de dos mujeres que han solicitado este servicio, explica la doctora Carmina Salvador. De hecho, como curiosidad, la ginecologa de la Unidad indica que en el último año se extrajo el óvulo de una mujer y se le implantó (con semen donado) a su pareja. Eso sí, solo se puede hacer esta técnica si están casadas, según la ley.