El Ciudad de Logroño sumó su tercera victoria (34-38) consecutiva a costa del Ademar en un palacio municipal de deportes de León otrora casi inexpugnable, pero que cada vez parece más asequible para cualquier rival dada la endémica debilidad defensiva del equipo leonés.

Los riojanos, que se habían llevado el doble disgusto de su temprana eliminación europea y posterior tropiezo en el debut ante el Sinfín cántabro, se desquitaron con un partido equilibrado en el que aprovecharon la fragilidad de su rival, también desde el punto de vista mental, víctima de su precipitación.

El Ademar, que arrancó con buen pie el partido 5-2, pronto empezó a chocar con un rival que en el momento que tomó la delantera prácticamente no la perdió salvo un efímero 10-9, ya en plena exhibición del internacional David Fernández, que recordó la versión que le llevó a los Hispanos y al Wisla Plock polaco.

Al descanso, los leoneses ya habían repetido los guarismos en contra del primer partido en Guadalajara -20 goles-, pero en esta ocasión, pese a la finura que le da Juan Castro a su juego y la resolución del lateral zurdo vallisoletano, acabó pagando el agujero que siempre tuvo en la zona de pivote con los dos Javi, Rodríguez y el leonés García.

La segunda mitad, lejos de cambiar, evidenció aún más los males endémicos de este Ademar de Manolo Cadenas que sigue sin encontrar la estabilidad y fiabilidad necesarias, lo que permitió que su rival se escapara hasta por seis goles a poco más de diez minutos para el final, que daban la impresión de ser definitivos.

Mediado el segundo periodo el partido entró en una fase de ataques rápidos, de pocos segundos y en los que ambos ataques estuvieron por delante de las defensas.

Un arranque del tradicional orgullo ademarista le hizo recomponerse, también facilitado por los errores riojanos para llegar a hacer lo más difícil, colocarse a poco más de seis minutos a un gol (33-34) con David Fernández en plan estelar.

Pero en esos momentos Mamadou Diocou siguió mostrando su frialdad y, unido a las precipitaciones del propio lateral vallisoletano y la vuelta de un Markalau que cerró su portería, permitió al Ciudad de Logroño llevarse un triunfo que mereció porque los leoneses solo anotaron una pena máxima -Castro- con el cronómetro ya a cero, 34-38.

- Ficha técnica:

34 - Abanca Ademar (16+18): Papantonopoulos (Honrado); Antonio Martínez (1), Milosavljevic (3), Santista (4), Castro (7, 3 p), David Fernández (13, 3 p), Casqueiro (1); Dario Sanz (1), Boskos (3), Tiago (-), Virbauskas (1), Zapico (-).

38 - Ciudad de Logroño (20+18): Markelau (Pérez); Cadarso (2), Serradilla (3), Javi Rodríguez (5), Preciado (4), Rivero (4), Keita (2); El Korchi (4), Diocou (8, 6 p), Javi García (5), Kisselev (1), Palomino (-).

Marcador cada cinco minutos: 5-2, 6-5, 7-8, 10-10, 13-15, 16-20 (descanso), 18-23, 22-26, 24-29, 29-32, 33-34, 34-38 (final).

Árbitros: Jesús Álvarez Menéndez y Miguel Martín Soria Fabián. Excluyeron dos minutos a Tiago (2), David Fernández y Santista, del Ademar; Kisselev, Korchi y Serradilla, del Ciudad de Logroño.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada de la Liga Sacyr ASOBAL disputado en el Palacio Municipal de Deportes de León ante 2.367 espectadores. En los prolegómenos del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas durante la pandemia.