El fin de las ayudas colapsa el gasóleo para calefacción

R. Muro
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Un aluvión de pedidos colapsa a las empresas riojanas de productos petrolíferos que estos días hacen «un esfuerzo extra» por atender unas solicitudes que han crecido hasta un 40%

Un transportista llena el camión de gasóleo B para el reparto - Foto: Ingrid

Desbordados, colapsados y en algunos casos sin opción a recoger más pedidos. La proximidad del fin de las ayudas implementadas por el Gobierno de España de 20 céntimos por litro de combustible durante todo 2022 colapsaba ayer, y durante toda la semana, a los distribuidores riojanos de gasóleo a domicilio para calefacción. Una auténtica fiebre por el gasóleo tipo B, el usado en calefacción, que está llevando a la mayoría de los clientes a llenar, o a rellenar, sus depósitos antes de fin de año con el objetivo de pagar menos por más. Dicho de otra forma, la ayuda del Gobierno de la nación genera un ahorro aproximado de «200 euros por cada mil litros» teniendo en cuenta que este tipo de combustible se encuentra actualmente entre 0,95 y 0,98 euros el litro, señala Ana Benés, responsable de Benés Productos Petrolíferos, situada en la avenida de Aragón de la capital riojana.

Además de la gasolinera, la empresa distribuye gasóleo a domicilio, «fundamentalmente en pueblos» de la Comunidad, y ayer, y desde hace unos días, «estamos desbordados. No recuerdo algo así desde los primeros avisos de la pandemia» en marzo de 2020. 

La también presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio, vinculada a la Federación de Empresas de La Rioja, calcula que «solo hoy (por ayer) hay sobre la mesa hasta 200 pedidos» de clientes que quieren llenar sus depósitos antes  de que las campanadas pongan fin al mes de diciembre y a las ayudas estatales. 

Los cinco camiones de la compañía se emplean estos días a lo largo y ancho de la geografía riojana durante «más de trece horas» para intentar dar salida, al menos, a la mayor parte de las solicitudes. «Atendemos los pedidos -señala Benés- por orden de entrada y dando cierta prioridad a las empresas, pero no se van a poder realizar todos los repartos antes del sábado», admite.

Con todo, la fiebre del gasóleo a domicilio está dejando en La Rioja evidencias de un acopio, evidentemente legitimado por el ahorro, pero que como insiste Ana Benés, «no veía algo igual desde el inicio de la pandemia del covid-19. Algunos solo piden por rellenar». 

Otro distribuidor de la capital riojana como López Araquistain Hermanos informa a través de un contestador automático que no recogen más pedidos «hasta el 30 de diciembre para servir en enero».

Similar situación se deba ayer en La Rioja Baja. Un distribuidor con sede en Calahorra, que prefiere no exponer el nombre de su empresa, detallaba igualmente que «desde el lunes están desbordados» con un «aumento del número de pedidos de hasta de un c40%». 

Entre 1,5 y 1,20 euros. En definitiva, un auténtico aluvión de pedidos generalizado durante los últimos días, al menos en el ámbito de la Comunidad autónoma de La Rioja, ante unas previsiones que apuntan a un precio de entre 1,15 y 1,20 euros por litro para el gasóleo agrícola, usado también en las calefacciones de los hogares.