Beatriz Arraiz es ya delegada del Gobierno de La Rioja. En un acto con el que se ha iniciado este jueves el curso político, y en el que se han dado cita representantes del mundo empresarial, de diversas instituciones y alcaldes de diversos municipios -ha faltado el de Logroño, ocupado en el pleno municipal de septiembre-, Arraiz, quien compitió, precisamente, con Pablo Hermoso de Mendoza por la alcaldía de la capital-, estuvo escoltada por la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, y la ministra Isabel Rodríguez. La portavoz del Gobierno aprovecho su intervención para destacar el compromiso del Ejecutivo de Pedro Sánchez con La Rioja, una de las «pasiones» de Beatriz Arraiz, junto al servicio público.

La nueva delegada, que sustituye en el cargo a María Marrodán, que se va a centrar en labores de partido,  ha insistido, específicamente, en su vocación de servicio y su «compromiso con la ciudadanía», algunos de los principales ejes de su gestión, a la que guiará la lealtad a la Constitución y al Gobierno de España.

«Servidora de la sociedad», la ex directora general de Vivienda mostró su compromiso con la  «justicia, la igualdad y la libertad real de todos los seres humanos» y al respecto e comprometió «con  la defensa con convicción y firmeza los derechos y libertades de las mujeres».

Ética y política. La máxima representante del Gobierno de España en La Rioja centró su intervención en la exposición de sus convicciones y afirmó que es una mujer que entiende la política "como una tarea noble, que enorgullece a quien la desempeña», si la hace con honestidad y dedicación. 

«Creo que la política sin ética, es solo gestión. Ambas, política y ética, inexcusablemente deben ir de la mano para el bien de la ciudadanía a quien nos debemos», afirmó Arraiz, que se comprometió a ajustar sus acciones a estos principios. 

Afrontará los retos que tiene por delante apoyándose en el diálogo y la voluntad e irá «de la mano» de la administración local, respondiendo a una de las «prioridades» del Gobierno de España, la lucha contra el reto demográfico;  aseguró a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuyo «excelente desempeño» conoce, que  contarán con una persona «leal, entregada y justa, que cumplirá con su labor con firmeza y con dedicación».

Desde el «honor» que supone la nueva responsabilidad en unos mementos complejos debido a «las consecuencias de una invasión cruel, injusta e inmoral», Arraiz asume los desafíos que tiene por delante con todo su «bagaje personal, mis convicciones y una voluntad férrea».