La necesidad agudiza el ingenio y el medio rural precisa de iniciativas que aminoren el la fuga poblacional que genera la escasez de determinados productos y servicios. Bajo esta premisa surge un grupo de profesionales de Calahorra especializados en formatos no convencionales en el sector de la publicidad que acuñan el nombre de Manantial de Ideas. En colaboración con el Gobierno de La Rioja ultiman un proyecto que viene a solucionar, precisamente, el problema que surge en muchos municipios en los que la escasa población no permite rentabilizar servicios como pescadería, frutería o carnicería. Bienes, en cualquier caso, de primera necesidad. La compañía ha diseñado unos tótem táctiles a través de los que el usuario, en este caso los vecinos del medio rural, pueden realizar la compra de productos mediante un pedido que llega a proveedores, que posteriormente trasladarán la compra a cada municipio. 

El equipo de la empresa calagurritana Manantial de Ideas culmina esta semana la instalación de los últimos cinco tótem táctiles en cinco municipios riojanos de menos de 300 habitantes, cuatro de ellos en el valle del Leza y uno más en el valle de Ocón, de los que la empresa prefiere no aportar más datos hasta materializar la instalación definitiva de los soportes. «Se trata de llegar a pueblos que no disponen de tiendas», explica Carlos Lázaro, director comercial del equipo de Manantial de Ideas, «y dotarlos así de un servicio ágil para la adquisición de los productos no disponibles en la localidad». 

ultimando detalles. El proyecto inicial ha llegado ya  a quince localidades riojanas localizadas en el Valle del Leza (Galilea y Corera); en el valle de Ocón (Lagunilla, Ventas Blancas y Santa Engracia); en el Camero Viejo (San Román, Ajamil y Jalón de Cameros);  y en La Rioja Baja (Préjano, Bergasa, Grávalos, Herce, Enciso, Arnedillo y Munilla). En los próximos días, y pendiente de solventar algunos detalles, se empezarán a iluminar las pantallas de los tótems y permitir la realización de pedidos..

La compañía se preocupa también de buscar los emplazamientos idóneos en función del municipio. Es decir, en el caso de Santa Engracia, el tótem está ubicado en el propio Ayuntamiento. En el caso de Enciso, Arnedillo y Galilea, en tiendas de ultramarinos, y en el resto de pueblos, en los bares de la localidad, establecimientos que «obtendrán una pequeña comisión por cada compra». 

El proyecto se encuentra en una primera fase de pruebas con la integración de productos de alimentación enfocados a satisfacer las necesidades básicas del hogar. Ahora bien, «tenemos la posibilidad de adaptar el contenido del tótem a los productos que no se venden en cada municipio» y «con el objetivo de poder incrementar» el abanico de bienes, no solo de alimentación, que se puedan precisar en cada localización. Dicho de otra forma, «se podrían incluir incluso bastones para personas mayores», detallan desde la empresa calagurritana.

funcionamiento. Con todo, una vez que el usuario ha materializado su pedido a través del soporte táctil, los proveedores, con los que se ha llegado a acuerdos de forma previa, recogen la petición de compra y trasladan el pedido hasta los diferentes municipios. 

El proyecto ha empezado a tomar forma durante esta pasada semana y «está generando mucha expectación y muchas preguntas», algo que inicialmente consideran positivo desde Manantial de Ideas, señala Lázaro.

En definitiva, el iniciativa «aspira a dotar de las herramientas necesarias a las zonas rurarles aportando así el alcance de servicios, con el fín de contribuir a mantener  la población rural y frenar el proceso de despoblación». 

Evidentemente, y sabedores de la existencia de población de cierta edad, el proyecto ha diseñado unos soportes táctiles intuitivos y fáciles de usar. Una vez se accede a la pantalla principal, ésta aparece dividida  en  diferentes 

Categorías de productos. 

Al pulsar en una de las categorías se accede a su vez a productos concretos donde se puede comprobar toda la información relevante sobre cada uno de ellos. A continuación el tótem táctil permite la selección de las cantidades requeridas. Una vez realizado todo el proceso de selección, el soporte reclama el pago mediante tarjeta de crédito e imprime el ticket de compra que de igual forma sirve de justificante ante cualquier problema que pudiera surgir. Posteriormente, un repartidor llevará el pedido al punto de recogida. 

La iniciativa genera tanta expectación como alguna duda, sobre todo en temas de conexiones a red y si existirá la necesidad de pedidos mínimos con el fin de garantizar su rentabilidad.