Cien guardias controlarán el cierre en Rioja Baja

El Día
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Agentes de La Rioja, Navarra y Aragón supervisarán diariamente el cumplimiento de la restricción de la movilidad en Calahorra, Arnedo y Rincón de Soto

Control de acceso en una imagen de archivo. - Foto: El Día

Un centenar de guardias civiles de La Rioja, Navarra y Aragón controlarán diariamente el cumplimiento de la restricción de la movilidad en los municipios riojanos de Calahorra, Arnedo y Rincón de Soto, donde, desde esta medianoche, 1 de octubre, se establecerá un cierre perimetral durante siete días al superar los 1.000 contagios de Covid-19 por 100.000 habitantes.

La delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán; y el director general de Salud Pública del Ejecutivo riojano, Pello Latasa, se han reunido este miércoles con los alcaldes de Calahorra, Elisa Garrido; de Arnedo, Javier García; y de Rincón de Soto, Carlos Paul, a quienes han detallado las medidas adoptadas este martes por la administración autonómica para tratar de controlar la expansión de la pandemia.

La Delegación del Gobierno, en una nota, ha indicado que 40 agentes de la Guardia Civil permanecerán cada día en Calahorra; otros 40 en Arnedo y 20 en Rincón, a los que se sumarán, en el caso de las dos primeras localidades, miembros de sus Policías Locales.

Los agentes estarán en los distintos controles de acceso a los municipios, que suman unos 43.500 habitantes y en los que se prohíben los movimientos de entrada y salida de personas, salvo en desplazamientos debidamente justificados, como asistir a un centro sanitario o educativo, por causas laborales o profesionales, para cuidar a una persona vulnerable, regresar al lugar de residencia habitual o por motivos de fuerza mayor.

A ello se suma la suspensión de todas las actividades de los establecimientos de hostelería y restauración, excepto las relativas a la preparación y distribución de comida a domicilio y el servicio de terraza, pero no se podrá entrar al interior de los locales.

Tampoco se podrán usar los espacios comunes de los hoteles y se suspenden todas las actividades en espacios cerrados de centros deportivos, culturales, artísticos, recreativos, espectáculos y de ocio.

Se limita a un máximo de diez personas el número de las que pueden asistir a bodas, bautizos, comuniones, velatorios, entierros y celebraciones religiosas en espacios cerrados, pero en entierros al aire libre se amplía a 20 asistentes.

La alcaldesa de Calahorra, municipio con unos 24.800 habitantes, ha explicado este miércoles a Efe que ve a los vecinos "tranquilos, pero también preocupados" porque son conscientes de la situación epidemiológica que hay en la ciudad y de que "hay que bajar la presión asistencial" y, para ello, "hay que ser estrictos durante esta semana".

El Ayuntamiento de Rincón de Soto, que tiene unos 3.700 vecinos, ha emitido este miércoles un bando, en el que indica que "evitar salir de casa solo lo imprescindible ya no es solo una recomendación, sino que ahora tiene que ser una obligación personal"; así como "evitar a toda costa las reuniones sociales con personas no convivientes", que "hay que aplazar para otra ocasión".

Añade que, tras el cribado masivo de pruebas PCR realizado en el municipio en los últimos días, era "previsible" el incremento de casos, "como así ha sido"; y recuerda que el incumplimiento de las medidas establecidas puede conllevar multas de 1.500 euros, como mínimo.

El alcalde de Arnedo, municipio con unos 15.000 habitantes, ha reiterado su petición a los vecinos para que se comporten con la misma "responsabilidad" que han demostrado y ha apelado a la responsabilidad individual y colectiva de la población durante los próximos días de movilidad restringida, que serán "duros", según ha explicado a Efe en las últimas horas.