"Cuando viene un virus siempre se queda"

El Día
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Javier Garraleta, médico jubilado, ha regresado a la consulta en la quinta y sexta ola de la pandemia para echar una mano ante la falta de profesionales

El médico Javier Garraleta, que se ha reincorporado a trabajar en pandemia pese a estar jubilado. - Foto: Ingrid

Javier Garraleta, médico de familia, ha sido uno de los profesionales sanitarios que, tras colgar la bata por jubilación, ha vuelto a ponérsela en plena pandemia. Son más de cuarenta años los que ha estado en activo y no llega a un lustro el periodo que lleva retirado. Pero hace dos años la covid hizo estragos en el sistema sanitario, dejando muy mermadas las plantillas, por lo que decidió regresar a la consulta para echar un cable a sus colegas. Fue en verano de 2020 cuando regresó al centro de salud Espartero de Logroño, donde ejerció toda su carrera profesional, para cubrir las bajas y vacaciones de otros médicos que estaban pasando lo peor de la quinta ola de contagios. «La situación estaba muy mal con la quinta ola y quería que mis compañeros, que estaban bastante agotados, pudieran disfrutar de sus vacaciones», recuerda. 

Al principio le costó un poco habituarse a su nueva rutina y al modo en que tenía que atender a los pacientes, pero enseguida se habituó al ritmo gracias a las ayuda de sus colegas. «Lo que fue más difícil fue el cambio en la manera de atender a la gente, que todavía la asistencia era telefónica al 80%. Tuve que sustituir el ojo clínico por el oído clínico», recuerda. «Supuso un cambio en la relación médico-paciente  importante. Siempre he dado una importancia capital a esta relación, que es la principal arma terapéutica que tiene el médico y el sistema sanitario», subraya.

Si con algo se queda de esa etapa, es con el «comportamiento ejemplar» de los pacientes a pesar de las circunstancias. «No es fácil lo que les hemos exigido, que confiasen en lo que les decíamos por teléfono sin tener mucha información», afirma.

Volvió a trabajar en la sexta ola, que estaba colapsando la Atención Primaria por la alta burocracia de las bajas médicas por covid. 

En el futuro más inmediato se mantiene prudente, ya que «un virus siempre es sinónimo de malas noticias envueltas en una proteína; cuando viene siempre se queda». Es por eso que insiste en que «no hay que lanzar las campanas al vuelo» aunque reconoce que el panorama actual respecto al de hace dos años «no tiene nada que ver».