Una firme promesa venida del Este

M. A. G-S.
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El discóbolo Misha Brudin abandonó Ucrania para formarse en La Rioja

Misha Brudin. - Foto: Ingrid

Gracias a la colaboración desinteresada de Marcos Moreno, ex campeón de España de decathlón, y a la generosidad de José Luis Pancorbo, Myjailo 'Misha' Brudin(Donetsk, 2005), es desde hace prácticamente un año un riojano más. A los dos meses de la invasión rusa, de la que hoy se cumple el primer aniversario, cambió el turbulento Donbass por el Adarraga, instalación donde se ejercita bajo la atenta mirada de su padre Yuri. El 3 de enero alcanzó la mayoría de edad y lo hizo consciente de que tardará en poder volver a casa. Regresar a Donetsk no entra en los planes de la familia Brudin. «La situación está muy mal», lamenta en inglés un discóbolo que este mismo fin de semana competirá, con licencia española, en Gavá.

«No sé cuándo podremos volver porque mi zona (Donbass) es muy peligrosa», prosigue. «Además», añade, «todas las instalaciones deportivas están totalmente destruidas».

Aunque añora su país, donde se quedaron su abuela paterna y sus amigos, sabe que su futuro pasa por Logroño, donde ha encontrado el ecosistema ideal para progresar en el lanzamiento de disco, disciplina en la que el pasado año se alzó con el bronce en el Mundial de Cali de categoría sub'18.

Se muestra muy agradecido al personal del Adarraga, escenario de su exilio deportivo. En la pista, Brudin da lo mejor de sí mismo. Hace un año Logroño no entraba en sus planes pero es que un lustro atrás, el disco no era más que una tradición familiar de la que no quería saber nada.

«Hice lucha hasta los siete años pero después me pasé a la halterofilia. No fue hasta 2019 cuando probé en el disco», rememora. Se acercó a esta disciplina con mucho temor: «Me dijo mi padre que probara pero tenía mucho miedo. No me gustaba, no lo entendía pero fui al estadio, cogí los discos de mi abuela y probé», recuerda. «Después de la primera sesión, le pedí ayuda a mi abuelo. Tras cuatro meses de preparación, participé en el Regional de Donetsk y gané con un lanzamiento de 61 metreos y 20 centímetros (un kilo)», informa. «El Nacional de Ucrania fue mi segunda competición y acabé segundo, con 65.47 pero ya con dos kilos», completa. 

En abril vino solo y su rutina era «entrenar, entrenar, entrenar». Desde la distancia, su padre le daba consejos hasta que en el último Europeo sub'18, que conquistó, pudo reunirse con su padre. Ahora, más allá de la competición de Gavá, su objetivo se centra en una prueba continental de marzo y el Europeo sub'20 de Jerusalem, en agosto.

Ambas citas las preparará en el Adarraga porque «no sé cuándo va a acabar la guerra». «Estoy encantado de estar en Logroño, estoy muy agradecido a la familia de Marcos Moreno y de José Luis Pancorbo, pero echo de menos a mis amigos, mi país», se despide un discóbolo que llegó a La Rioja como una promesa del Este pero que ya es una firme realidad.

Nieto de Faina Melnik. Aunque es una apasionado del tenis de mesa, Misha Brudin estaba predestinado al disco. No en vano su abuela materna era Faina Melnik (Bakota, 1945; Moscú, 2016), campeona olímpica con la Unión Soviética en Múnich 1972, doble oro en el Campeonato de Europa (1971 y 1974) y tenedora, hasta en once ocasiones, del récord del mundo con una plusmarca de 70,50 metros.