Infecciones que pueden evitarse

C.S. / J.A.
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Salud avisa sobre el alarmante aumento registrado en los contagios de transmisión sexual tras la pandemia

Jose Antonio Oteo, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario San Pedro de Logroño. - Foto: Ingrid

El significativo aumento que se viene produciendo en La Rioja a cuenta de los casos de infecciones de transmisión sexual ha hecho saltar todas las alarmas en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario San Pedro de Logroño. La preocupación es palpable entre los facultativos que analizan los datos que se registran en la región y que ponen sobre la mesa un grave problema que ya se evidencia en todas las franjas de edad de la población, aunque entre los jóvenes y adolescentes la incidencia es especialmente relevante. 

Aunque el crecimiento ha sido exponencial tras la pandemia, antes de la crisis del coronavirus la tendencia comenzaba a despertar inquietud entre los expertos, como así lo constata el doctor José Antonio Oteo, que está al frente del servicio de Enfermedades Infecciosas del San Pedro. Tal y como especifica, la tendencia en los años previos a la pandemia, cuando apenas se realizaron pruebas porque la preocupación era la COVID-19, «ya era ascendente», pero en el último año se ha comprobado que el crecimiento está siendo exponencial.

«En 2022 han aumentado los contagios de casi todas las enfermedades infecciosas más comunes, ha emergido una nueva y los nuevos casos de VIH se mantienen en niveles similares», resume.

Dos de las enfermedades que han experimentado un «incremento brutal» son la gonococia, más conocida como la gonorrea, y la clamidia. Atendiendo a los datos puros y duros, la infección gonocócica (gonorrea) ha pasado de 25 casos en 2017, a 42 en 2019 y a 144 en 2022, lo que supone un 576% más en el último lustro. La sintomatología que produce esta infección, cuyo mecanismo de transmisión habitual es al entrar en contacto con las secreciones de una persona infectada durante una relación sexual, es la inflamación de la uretra (uretritis) y del útero (cervicitis). 

Mayor ha sido el incremento que ha experimentado la clamidia en este mismo periodo. El aumento fue exponencial, 11 veces superior el año pasado, con 133 casos, respecto al 2017, ejercicio en el que solo se contabilizaron doce infecciones. A partir de esa fecha la tendencia al alza es clara: 44 contagios detectados en 2018, 62 en 2019, 66 en 2021, año en el que hubo menos analíticas de lo habitual, hasta doblarse esta cifra en 2022. 

Otra de las infecciones habituales es la sífilis, aunque estos casos en La Rioja mantienen cierta estabilidad, con 18 analíticas positivas en 2017, 14 en 2019 y 20 en 2022. El contagio se produce cuando una persona entra contacto con una llaga sifilítica. Esta enfermedad, en un estado avanzado puede llegar a producir dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera o trastorno mental, incluso llegar a dañar los órganos internos. 

Los casos de VIH también han mantenido una tendencia estable en el último lustro, aunque no han descendido, puesto que en 2017 se contabilizaron 17 casos y en 2022 24. No obstante, esta cifra es inferior a los 28 positivos de 2018.

Además, en verano de 2022 se produjo un brote en Europa de viruela del mono, monkeypox, cuyo contagio «no fue estrictamente sexual, pero sí hubo muchos de ellos en este contexto». Se trata de un caso similar al de la hepatitis, que puede llegar de múltiples formas y la sexual es una más.

Sin embargo, lo que más inquieta es el aumento de los casos con sífilis, clamidia o gonorrea, con algunas cepas que ya son resistentes a los tratamientos habituales. A este drama se suma el abuso en el uso de antibióticos por parte de la población general que provoca resistencias y dificulta la curación.

Otra de las preocupaciones entre los especialistas en el tratamiento de enfermedades infecciosas son los contagios entre adolescentes y jóvenes, «que cada vez se dan más, porque parece que solo se preocupan de evitar los embarazos no deseados y actúan como si las ITS no fueran con ellos, y cuando tienen síntomas y se confirma el contagio, se preguntan ¿cómo ha podido pasar?». En general los facultativos consideran que la mayoría de gente piensa que van a ser «los demás, los que tengan una enfermedad».

 

Cómo se producen los contagios

Estadísticamente, según el relato de las personas afectadas, en un «altísimo» porcentaje de contagios de ITS, el contacto con los virus se produce «durante el sexo oral» que es el «que más se practica sin protección», subraya el facultativo. En la mayoría de las ocasiones las parejas, para evitar un embarazo, realizan prácticas sexuales (oral y anal) que expone a la transmisión de todo tipo de infecciones si no se utilizan métodos anticonceptivos como el preservativo. Pueden ser la mononucleosis, conocida como la enfermedad del beso, la sarna o el herpes, que una vez contagiado pervive durante toda la vida, con brotes periódicos pueden llegar a dificultar el día a día.