Ómicron rebaja los usuarios de los gimnasios un 60%

Feli Agustín
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La patronal del sector calcula que las pérdidas durante los dos años de covid pueden superar el 70% y confía en una mejoría, que estima que no será efectiva antes del segundo semestre

Alumnos de una clase de Karate infantil en el gimnasio Aqua de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

El informe Perspectivas del mercado del fitness en España. El futuro post-covid del sector en claves, elaborado por la consultora BDO antes de la sexta ola de la pandemia, apunta que el  36% de las empresas consideraba que el segundo semestre de 2022 será el momento en que el sector dejará de verse afectado por la pandemia, aunque la mitad de los gimnasios reconocía que no será hasta 2023 cuando se recupere el nivel de ingresos previo a la crisis sanitaria.

Los establecimientos locales comparten las estimaciones de este estudio, vaticinios que se han visto empeorados por la masiva presencia de la variante ómicron, que ha vaciado los centros deportivos de la capital desde la segunda mitad de diciembre.

«Ha habido un contagio masivo y la gente ha dejado de venir a los gimnasios», afirma Juan Carlos Escalera, presidente de la Asociación de Empresas de la Salud y del Ejercicio Físico de La Rioja, integrada en la Federación de Empresas de La Rioja (FER), que confía en «poder levantar cabeza» a partir de este mes, a pesar de las cortapisas que impone el pasaporte covid.

Sin limitaciones de aforo, afirma que han  pasado unas semanas muy complicadas debido a la enfermedad o al confinamiento de numerosos de sus usuarios y todo ello después de un 2020 donde el sector fue uno de los más castigados por la pandemia, con una importante pérdida de ingresos.

Escalera relata que en el primer trimestre del año cuenta con la mitad de alumnos en la escuela de natación que en el último de 2020 y señala que en las actividades que se extienden a lo largo de toda la temporada -de octubre a junio-, «la gente falta unas semanas y vuelve a aparecer porque ya lo tienen pagado».

«Hay menos afluencia y menos interés por ir a los gimnasios a la espera de que superemos el covid», afirma este empresario, que estima, y así  lo ha contrastado con otros profesionales del sector, que  la incidencia de la crisis difiere según los grupos de edad. 

Así, señala que la gente joven «tiene menos miedo» y han sido los «primeros» en recuperar las rutinas en los gimnasios, al contrario de lo que sucede con la gente de más edad, los mayores de 40 años, que «tienen miedo a los contagios» y son los más reacios a retomar la actividad física.

Pérdidas. Escalera argumenta que las pérdidas que han sufrido han oscilado «entre el 70 y el 80%» a lo largo de toda la pandemia, y asienta su estimación en las distintas restricciones que han sufrido en los dos años que, oficialmente, cumple el mes que viene la pandemia. «Durante este tiempo, hemos estado siete meses cerrados;la piscina la he tenido clausurada un año y 15 días, desde el 14 de marzo de 2020 al 1 de abril de 2021», afirma el empresario, que ha trabajado con un tercio de los grupos con los que lo hacia antes de la pandemia.

«Es un auténtico desastre», afirma el presidente de la patronal del sector, que calcula que la afluencia ronda el «35 o 40%» de los tiempos prepandemia. Explica que la gente mayor, que realiza actividades de sala, como aerobic, pilates o kárate, las practica durante toda una temporada y «si no empiezas en octubre ya no comienzas, de tal manera que te comes la temporada».

Reconoce que las cosas difieren de los gimnasios de «barrio» de los «macrogimnasios» y vaticina que el convenio de colaboración que mantienen con Logroño Deporte para impartir cursos «no va a cubrir ni la mitad de la subvención prevista», que se eleva a 60.000 euros «porque no tenemos clientes».

«Había tres grupos de pilates con 16 personas en cada grupo y ahora tengo uno con ocho personas», relata contrariado Escalera, que constata que esta carencia de usuarios deja huella en el empleo.

De hecho, en la actualidad, además de él, cuenta con dos monitoras de natación «que trabajan cuatro horas y media a la semana» frente a la media docena de personas que tenía «en nómina» antes de la pandemia.

El presidente de la asociación de gimnasios confía en que las expectativas sean más positivas, «porque si no somos optimistas es mejor bajar la persiana y dejarlo», y espera que la próxima temporada sea más fructífera pues calcula que, en este momento, «entre todos los gimnasios no llegamos al 50%» de los clientes antes del coronavirus.

«Queda mucho camino por andar», concluye, al tiempo que recuerda que han sido varias las instalaciones que han cerrado durante la pandemia.

 

Logroño Deporte. Aunque con menos inscritos que en tiempos anteriores a la pandemia por la reducción de los aforos, -hay 7.651 frente a los 4.294 de la campaña anterior y a los 9.235 de la temporada 2019-2020-, las actividades de la sociedad municipal Logroño Deporte mantienen estable el número de usuarios. «La mayoría de los participantes están apuntados a actividades que comienzan en octubre y terminan en mayo, son personas que acuden de manera regular», explica su responsable, el concejal Rubén Antoñanzas, que destaca que el pico de los contagios en la última ola se produjo en el periodo de las vacaciones navideñas. «Ha habido gente que ha fallado por estar contagiada o confinada, pero no ha sido especialmente llamativo, porque coincidió con un periodo vacacional», argumenta Antoñanzas, que reconoce que la exigencia del pasaporte covid les ha provocado más de un quebradero de cabeza. Por lo demás, el presidente de Logroño Deporte reitera que las ausencias no están siendo masivas y, de hecho, en el programa 'A la carta'  hubo 7.315 inscritos, 3.061 más que en el curso prepandemia.