Adriana y su madre planearon suicidarse, según un policía

El Día
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Un agente que investigó la muerte de la niña Carolina en un hotel de Logroño declara en el juicio que las cartas que dejaron la madre y la abuela materna de la menor confirman que ambas querían quitarse la vida y llevarse con ellas a la pequeña

El coche fúnebre, saliendo del hotel en 2020. - Foto: El Día

Un agente de la Policía Nacional que investigó la muerte de la niña Carolina en un hotel de Logroño en 2020 ha declarado este viernes en el juicio que las cartas que dejaron la madre, Adriana U., y la abuela materna de la menor confirman que ambas se querían suicidar y pretendían llevarse con ellas a la pequeña de 5 años.

La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la quinta sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta jornada ha contado también con las declaraciones de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al hotel cuando recibieron el aviso de que una mujer se pretendía suicidar, el lunes 27 enero de 2020 por la mañan, informa Efe.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

Tras encontrar el cuerpo sin vida de Carolina en la habitación del hotel, donde la madre y la abuela materna se alojaron con la niña el domingo 26 de enero de 2020 por la mañana, la acusada fue trasladada al Hospital San Pedro de Logroño por unos cortes que tenía y quedó ingresada en psiquiatría, ha detallado un agente que intervino en la investigación.

Ha agregado que cuando aparecieron las cartas con los teléfonos móviles de la acusada y su madre escondidos en un armario de su casa en Haro, se tomó declaración al abuelo materno, quien constató que la relación entre ambas era "muy estrecha", como de "siamesas"; relató que todo parecía "un plan ideado por las dos" y que si su esposa se suicidaba, se lanzaría al río Ebro.

Los agentes visionaron las cámaras de seguridad del hotel, cuyas imágenes se han proyectado en el juicio, y comprobaron que las tres llegaron el domingo a las 8:15 horas y permanecieron en la habitación hasta que la abuela se marchó a las 17:15 horas de ese día.

Después de leer las cartas, que según este agente son "muy literales y no dan lugar a interpretación", los investigadores se dirigieron a buscar a la abuela por la zona del parque del Ebro en Logroño, donde encontraron su bolso con su documentación y la de su hija, dos cuchillos, un somnífero y una nota con el dato de que el coche estaba aparcado en avenida de Portugal, junto al hotel.

A unos cien metros del observatorio de aves, donde apareció el bolso, se encontró flotando el cuerpo sin vida de la abuela el miércoles 29 de enero, ha recordado este policía.

Cuando los agentes fueron al hospital a comunicar el fallecimiento de su madre a la acusada, esta realizó una "declaración espontánea" sobre lo sucedido, en la que les relata que lleva un tiempo pasándolo mal por la pérdida de la custodia de su hija y la relación con el padre de la niña, de modo que la situación empeoró hasta desembocar en la idea de quitarse la vida.

Según ha concretado este agente, explicó que su madre también quería suicidarse tras haber sido víctima de una estafa económica y quedaron en llevarse a la niña, de modo que pactaron que la abuela acabaría con la vida de la pequeña, le ayudaría a matarse a ella y, finalmente, se suicidaría.

"No se puede saber qué pasó dentro de la habitación, solo lo sabe la acusada. Cualquiera de las dos pudo ser la autora del asesinato de la niña, ambas están involucradas. No se puede saber si seguía viva cuando la abuela se fue del hotel", ha precisado este policía.

Ha insistido en que todo fue premeditado, desde la reserva del hotel a la grabación de unos vídeos de despedida -en los que la acusada aseguraba que estaba en plenas facultades mentales y asumía la repercusión que tendrían sus actos- y el contenido de las cartas, escritas sin tachones y con buena caligrafía.

En los teléfonos de la acusada y su madre habían realizado búsquedas sobre diversos métodos para acabar con su vida y cómo asfixiar a un niño, ha añadido.

Por ello, este policía nacional ha asegurado que todos los indicios confirman que era un plan "preparado y previsto" por ambas, que llevaron a cabo conjuntamente, aunque la acusada manifestó que se metió al baño cuando supuestamente su madre acabó con la vida de Carolina.

En el momento de la detención, cuando la acusada seguía internada en psiquiatría, comunicó a los agentes que no le sorprendía que le detuviesen, por lo que fue "plenamente consciente" de lo que pasó, ha relatado un policía.

El juicio, que se prevé se prolongue hasta el 17 de febrero, se reanudará el próximo lunes 7 con la declaración de seis agentes más de la Policía Nacional que participaron en la investigación.