La SDL vuelve a la realidad

M. A. G-S.
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El Alcoyano supera con autoridad a un conjunto riojano plagado de bajas en El Collao

El Alcoyano fue muy superior a los riojanos. - Foto: Silvia Calatayud / CD Alcoyano

Ficha técnica:

Alcoyano: Miguel Bañuz, Primi (Akono, 87), Álvaro Vega, Fran Miranda, Juanan, Agüero (Lobato, 78), Moyita, Lillo, Armental (Soler, 69), Pablo Carbonell (Raúl González, 87) y Raúl Alcaina (Rubio, 78).
SDL: Jero; Pablo Monroy, Caneda, Iván Fernández (Víctor Ruiz, 52), Paredes; Sarriegi, Lozano (Jordi Ortega, 63), Alain Ribeiro (Diego Esteban, 52); Samanes, Gonzalo (Unzueta, 52) y Madrazo (Asier Córdoba, 73).
Árbitro: Brull Acerete (colegio catalán). Amonestó al local Fran Miranda, Lillo y Armental así como a Iván Fernández, Pablo Monroy y Caneda.
Goles: 1-0, M. 41: Juanan; 2-0, M. 74: Agüero, en acción personal y remate ajustado.
Incidencia: gran ambiente en El Collao.

No conocía la derrota la Sociedad Deportiva Logroñés en toda la segunda vuelta pero el Alcoyano, primer verdugo del curso blanquirrojo, le sometió con total autoridad. Solo hubo un equipo en El Collao y ese fue el de Vicente Parras que, en cualquier caso, 'sufrió' para domesticar a los riojanos que solo ofrecieron un perfil: el defensivo.

El cuadro alicantino, incisivo y determinado, tardó 41 minutos en confirmar su superioridad. Lo hizo con un saque de esquina cargado de cicuta que Juanan prolongó hacia la red. Entre este cabezazo y la sentencia de Agüero en acción personal, la SDL no inquietó a Bañuz. Sus numerosas bajas impidieron a los riojanos jugar con fluidez. Ni con Diego Esteban o Unzueta sobre el campo, los de Llona se reconocieron a sí mismos.

Fue una derrota consecuente con los atenuantes presentados en Alcoy. Fue un tropiezo consentido en una trayectoria inmaculada. Fue un 2-0 sin consecuencias para una salvación muy bien amarrada.

Lastrado por las bajas en la zaga, Raúl Llona se inventó un once con dos 'canteranos' de estreno (Iván Fernández como central zurdo en su primer partido en Primera RFEF y Gonzalo Serrano en punta, que ya debutó en La Nucía). En esta tesitura de circunstancias, el Alcoyano intentó presionar la salida de balón riojana. La SDL, con orden, contuvo consciente de que en El Collao le aguardaba un partido de mucha brega y poco brillo.

El primer cuarto de hora transcurrió con mucha presión blanquiazul y dos sustos en la meta de Jero. En el primero, el lorquino interpretó bien una vaselina de Armental y, poco después, Agüero, de primeras, remató ligeramente desviado en la enésima llegada alicantina. Los riojanos solo podían defenderse en un duelo atropellado en una única dirección.

El dominio, omnímodo, del Alcoyano continuó aunque la SDL contuvo no sin apuros las embestidas levantinas. Jero tiró de reflejos para desbaratar las ocasiones del cuadro local que, a la media hora de juego, ya había acumulado llegadas suficientes como para haberse adelantado.

El gol, inevitable, llegó en el 41 cuando los blanquirrojos parecieron frenar el acoso local. Un córner cerradísimo y sibilino botado por Agüero fue prolongado, con determinación y fiereza, por Juanan que se elevó por encima de la muchedumbre agolpada en el primer palo. Era la justa consecuencia de una primera mitad en la que el Alcoyano forzó la versión más medrosa de los riojanos, lastrados por una alineación plagada de bajas.

Quien esperara una reacción logroñesa tras la pausa, se equivocaba. El control local fue absoluto hasta el punto que Juanan tuvo la sentencia en una acción en el área pequeña. Iván Fernández, expeditivo, evitó males mayores. Tras este serio conato, la SDL anestesió el juego. Reclamó el cuero, lo escondió y, con parsimonia, buscó la portería de Bañuz. No lo consiguió pero sí frenó el ímpetu de los alicantinos. Un ensayo, desviado de Pablo Monroy, fue el único aviso serio de los riojanos que, en el 52, aumentaron sus cargas de intensidad con un triple cambio: Unzueta, Diego Esteban y Víctor Ruiz. Prácticamente todo lo que tenía Llona estaba ya en el campo.

Pero el Alcoyano siguió percutiendo. Jero Lario, con una doble parada, evitó la sentencia en un encuentro claramente blanquiazul. El paso adelante riojano no tuvo continuidad.

Ésta tardaría en llegar pero como era esperable, sucedió. A falta de un cuarto de hora, Agüero controló el esférico, encaró a Caneda (que poco antes había sido amonestado y que, por lo tanto, no jugará ante el Eldense) y se personó en el área. Con un remate ajustado al palo izquierdo de Jero, echó por tierra las esperanzas, mínimas, del cuadro de Raúl Llona.

Las bajas se acumulan, el 'play off' se aleja y los blanquirrojos, ausentes en El Collao, se tienen que conformar con pensar en la permanencia. No es consuelo menor aunque, por momentos, el juego de los de Raúl Llona, no ayer, mereció mucho más.