La Rioja unifica pautas para erradicar el absentismo escolar

R. Muro
-

Educación da luz verde a un programa de obligado cumplimiento para centros públicos y concertados, «muy enfocado en la prevención»

Varios alumnos asisten a clase en el instituto Sagasta de Logroño - Foto: Óscar Solorzano

Los diferentes centros educativos públicos y concertados de La Rioja trabajaban en el área del absentismo escolar de forma individual y «cada uno según su propia experiencia», detalla Luis Ángel Delgado, asesor del Servicio de Diversidad, Convivencia y Participación Educativa adscrito a la consejería de Educación y uno de los autores del Programa para la mejora del éxito educativo, la inclusión social y el absentismo en centros educativos. Un programa que quedó aprobado ayer, tras su publicación en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR), y cuyos protocolos de actuación, detección, intervención y actuación «serán de obligado cumplimiento para todos los centros públicos y privados sostenidos con fondos públicos». 

De esta forma, el programa, que nace con un marcado carácter preventivo, «minimiza al máximo el régimen sancionador» para las familias y queda relegado exclusivamente «para casos en los que no quedan otras opciones». El objetivo es «erradicar» el absentismo, detalla Delgado, «si bien habrá algún caso que llegue a esta última fase de la sanción». Sanciones que pueden llegar a un máximo de 900 euros en casos de absentismo reincidente y cuysas familias no sean proclives a colaborar.

El documento apuesta así por la prevención desde una perspectiva transversal y en la que además de los propios centros, «se busca la participación de las diferentes administraciones públicas, a través  de áreas como Justicia, Servicios Sociales en incluso de policías locales y Fuerzas de Seguridad del  Estado». Dicho de otra forma, se asocia el absentismo escolar «a un problema de inclusión social y se enfoca hacia el éxito educativo». 

Los datos de partida, referidos al curso escolar 2021-2022, arrojan 102 expedientes de absentismo, que no todo tuvieron que cerrarse mediante sanción. De esta forma, y según los datos del INE recogidos en el documento aprobado por Educación, la tasa de absentismo escolar en La Rioja se sitúa en el 12,9%. 

El programa traza también el perfil del estudiante absentista que suele responder a las dificultades o falta de motivaciones frente al estudio, carencia de amistades, acoso o problemas de salud, entre otras. En el caso de las familias, el programa apela a problemas en la incapacidad de controlar a los hijos o a otros como el consumo de drogas, violencia en el seno familiar o a una inadecuada organización familiar y la falta de hábitos. Situaciones que en cualquier caso pueden derivar en el absentismo escolar y éste, a su vez, hacia depresiones, ansiedad, frustración o incluso ideas suicidas, tal y como plasma el programa elaborado por el área de Educación del Gobierno regional.

Intervención. Analizadas las causas, el programa de Educación establece criterios de obligado cumplimiento en aras de trabajar la prevención. Aboga también por una intervención inmediata una vez detectado el caso y la implicación de los diferentes agentes. 

El capítulo dedicado a la prevención establece así la visibilización de las diferentes culturas existentes en cada centro, formación al profesorado, la adecuación del Plan de Atención a la Diversidad a criterios de absentismo o medidas para facilitar la adaptación del alumnado y la promoción de la buena convivencia en el centro educativo.

En definitiva, el programa establece «nuevas formas de motivación como una mayor participación en el proceso educativo además de actividades de ocio y tiempo libre que hagan más atractiva la asistencia al aula», detalla Luis Ángel Delgado. Por otro lado, el programa de éxito educativo quiere implicar a las familias en actividades extraescolares de los centros. Detalla a continuación el informe las actuaciones a materializar  por el centro y por los agentes a los que implica el documento una vez detectado un caso de absentismo, concepto en el que se incluyen también, por ejemplo, los retrasos de asistencia continuados.

En una última fase del programa, de la que se quiere huir, figura la fase de tramitación de expedientes y sanciones.

De los alumnos 'despertadores' a las mesas de absentismo

El documento elaborado por la consejería de Educación, reserva un espacio de medidas que pueden aplicarse dentro y fuera del aula. En el caso de las iniciativas en el exterior de clase, y en aras de ayudar al alumno absentista, se proponen medidas como la figura del 'alumno despertador'. Es decir, que «algún compañero pase a buscar al absentista por su casa mejorando así las actitudes de ambos». En la misma línea, figura también el 'alumno ayudante'.

Por otro lado, Educación también insta a establecer por zonas educativas o localidades lo que viene a llamar mesas de absentismo. Es decir, encuentros que reúnan a los colegios con los diferentes agentes implicados (Servicios Sociales, Fiscalía de Menores, policías...) para la puesta en común de casos detectados y si, procede, el seguimiento de los mismos.

Con todo, el documento apuesta claramente por la implementación de medidas de prevención que permitan conseguir «un nivel cero de absentismo».