El año 2020, azotado con dureza por la pandemia sanitaria, favoreció, sin embargo, el aumento del número de 'ricos' en nuestro país, una circunstancia de la que esta comunidad permaneció ajena. Porque La Rioja fue, según la información hecha pública por la Agencia Tributaria, la única comunidad autónoma donde en el citado ejercicio, el último con datos disponibles,  cayó la cifra aunque, eso sí, de forma muy leve.

El número de contribuyentes riojanos obligados a pagar el impuesto de patrimonio [aquellos cuya base liquidable resulte superior a 700.000 euros o cuando, no dándose esta circunstancia, el valor total de sus bienes resulte superior a 2.000.000 de euros] se elevó a 2.454 frente a los 2.470 de 2019.

De la misma manera, y sin información sobre las comunidades forales, donde igualmente es obligatorio abonar este tributo,  La Rioja fue también, en este caso junto a Aragón, la única región española donde bajó la riqueza media declarada. Así, en 2019 fue de 2,97 millones para descender a 2,96, el 0,40%.

Estas cifras, aunque poco significativas, contrastan con la media nacional y difieren notablemente de otras comunidades autónomas. Los contribuyentes de este impuesto alcanzaron los 218.991 en 2020 frente a 212.284 de un año antes, por lo que más de 6.700 declarantes nuevos tuvieron que abonar patrimonio;por lo que se refiere a la cuantía media, también experimentó una variación y creció en un ejercicio de 3,4 a 3,5 millones.

Según la información que facilita la Agencia Tributaria, estos 2.454 riojanos poseen en conjunto patrimonio por valor superior a 7.267 millones de euros, por el que se vieron obligados a a pagar cerca de 14,6 millones. En cuanto a la distribución, 5.400 millones están en capital mobiliario, esto es, depósitos y cuentas bancarias, dividendos de acciones o renta fija, capítulo donde los riojanos demuestran ser unos ahorradores tradicionales:4.000 millones no son negociables en mercado de valores; de ellos 697,7 millones se encuentran en depósitos en cuenta corriente o de ahorro.

Los 'ricos' riojanos tienen 1.435 millones negociables en el mercado de valores, de los que 974 millones son  acciones en instituciones de inversión colectiva.

En bienes inmuebles, estos 2.4 54 riojanos atesoran 1.502 millones, de los que 1.156 son de naturaleza urbana no exenta;98,5 millones son de carácter rústico.

El resto del patrimonio se reparte entre seguros y rentas (79,8 millones);otros bienes y derechos de contenido económico (182,7 millones);o bienes suntuarios (6,2 millones).

La Rioja es la segunda región donde menos 'ricos' hay, solo por detrás de los 1.243 declarantes de Extremadura, y por delante de los 2.969 de Cantabria; la mayor parte se concentran en cuatro regiones: Cataluña, con 82.465, por delante de la Comunidad Valenciana, con 23.892; seguida de Madrid (19.508) y Andalucía (18.997). 

En total, el patrimonio total declarado se eleva a 768.517.890.459 euros y es en Madrid donde la cuantía media es más elevada, de 10,3 millones de euros. En segunda posición se sitúa Galicia, lugar de residencia de Amancio Ortega e Inditex, con un patrimonio medio de 6,01 millones; le sigue Baleares, con una media declarado de 3,9 millones de euros, por delante de Canarias, con 3,5 millones.

14,5 millones.  La Rioja recaudó en 2020 gracias al impuesto de patrimonio 14,5 millones de euros, casi el triple que la pasada legislatura. Así lo destaca el consejero de Hacienda, Celso González, que recuerda que fueron los presupuestos de 2020, los primeros elaborados por el actual Gobierno, en los que, en el la Ley de Medidas Fiscales se recuperó este impuesto, incluido en el acuerdo de Gobierno suscrito entre PSOE, Podemos e IU. «De esta manera se garantiza la redistribución de la renta y la riqueza», resalta el responsable de las arcas regionales, que recuerda que gracias a esta recuperación de la integridad del impuesto, «hemos recaudado de los contribuyentes con mayor patrimonio en La Rioja unos 15 millones de euros, mientras que en la anterior legislatura lo que se recaudaba no llegaba a los 4,5 millones».

González critica también la política liderada en Madrid por Isabel Díaz Ayuso, comunidad donde  «la recaudación procedente de los contribuyentes con mayor patrimonio es de cero euros puesto que el impuesto se bonifica el 100%. Y es que justifica la aplicación de este tributo para evitar la deslocalización fiscal «porque si no existe esta armonización se corre el peligro de cambios de domicilio ficticios».  El consejero de Hacienda argumenta que la crisis generada por la guerra de Ucrania y el alza de precios pueden acrecentar las desigualdades por lo que «se hace más necesario que nunca la aplicación de políticas redistributivas del gasto y de la riqueza». Al respecto, resalta que tarifa autonómica del IRPF «tiene el efecto redistributivo deseado» de  que las rentas bajas y medias no sufren una presión fiscal elevada si se compara con otras comunidades.