Andreu defiende la unidad de Rioja como elemento de fortaleza

Feli Agustín
-

Compromete el futuro de esta tierra con el legado del vino, que ha de potenciar su proyección, el enoturismo, emplazamiento estratégico y empleo competitivo

Diego Muñoz Urdiales y Antonio Tobalina Urdiales se disponen a pisar los racimos de uva para extraer el primer mosto que ofrecer a la patrona. - Foto: Óscar Solorzano

Con cierto retraso, debido al golpe de calor que afectó a un señor durante la celebración de la misa solemne de la festividad de San Mateo, las Fiestas de la Vendimia han recuperado esta año su acto central, el del Pisado de la  Uva y ofrenda del primer mosto a la Virgen de Valvanera, un evento en el que se dieron cita representantes de la clase política local y regional, y donde también estuvo presente la secretaria general del Partido Popular, la exalcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra.

En su intervención en uno de los actos más solemnes del año en la vida pública riojana, Concha Andreu resumió los dos aspectos fundamentales que afectan al presente y futuro del Rioja, el conflicto Viñedos de Álava y Enorregión.

En medio de una polémica que no cesa, y que ha asistido estos días a un nuevo capítulo, después de que políticos socialistas vascos defendieran la Denominación Rioja Alavesa, la presidenta del Gobierno de la tierra con nombre de vino reiteró, sin hacer en ningún momento mención expresa a dicho conflicto, la unicidad de Rioja, que ha  dotado a este vino de un sello distintivo.

«La originalidad es la garantía que debemos seguir preservando a toda costa [...] Y la unidad es lo que nos ha hecho distintos y fuertes, lo que nos ha hecho absolutamente inconfundibles», advirtió en el acto central de la Fiesta de la Vendimia la presidenta del Gobierno. Es más, Andreu, que cuenta con el aval del ministro de Agricultura, Luis Planas, que el martes se manifestó en igual sentido, aseguró que de «la unidad depende la originalidad. Y viceversa. Nadie se engañe, ni confunda a nadie».

La jefa del Ejecutivo, en medio de un ambiente soleado y con cientos de personas que se citaron en El Espolón para asistir a la Ofrenda del primer mosto a la patrona de La Rioja, cuajó su discurso con referencias que vinculan la vid y la vida, «palabras  que son cercanas».

«El vino es una lección vital, completa, imperecedera», dijo Andreu, la enóloga, que mencionó que gracias a sus cualidades apreciamos los frutos y elementos de la tierra y se estimula nuestro aprecio por el baño de luz sobre la naturaleza. «El vino es arte, el arte de madurar, como intentamos que también sea el curso de nuestras vidas», añadió Andreu, que recordó que la  normal evolución de esta vida se ha visto truncada durante dos años.

En este bienio de espera inédita no ha cesado, no obstante, «la intensidad del trabajo, del pensamiento sobre el vino de Rioja y sobre lo que nos vincula a su destino, como fruto, emblema e historia», aseguró la jefa del Ejecutivo, que introdujo así el otro gran mensaje de su discurso, el proyecto Enorregión.

Reinvención.  Si Concha Andreu ha aprovechado sus últimos discursos del Día de La Rioja para poner en valor Valle de la Lengua, ayer, con la vendimia en Rioja a pleno rendimiento, introdujo en su intervención otro de los grandes proyectos del plan de transformación riojano, Enorregión, en el camino de reinvención ? del futuro del Rioja como uno de los viñedos capitales del mundo.

La presidenta sabe de su dificultad en un mundo pospandemia con una tragedia, la invasión de Ucrania, que ha alterado el estado de las cosas, una guerra que ha vuelto a poner en jaque las relaciones institucionales y la conciencia humana, un conflicto cuyo final no parece cercano, tras el anuncio de Vladimir Putin de movilizar a 300.000 reservistas.

A pesar de ello y de la complejidad de la situación, piensa que tenemos razones para renovar e incentivar el compromiso con el vino. «Porque no solo tenemos una responsabilidad con su presente, sino también con su futuro», aseguró, al tiempo que vinculó el destino de La Rioja con el vino, que es una «transmisión, un legado y sabiduría». Al respecto, opina que nos encontramos en el momento de oportunidad, «en el trance de convertir la tradición en vocación de modernización integral», que potencie todas las dimensiones del vino aplicadas a nuevos formatos. «Estas herramientas han de permitir su proyección, conocimiento y comercialización, además, con la red enológica mundial, el enoturismo, la I+D, la formación tecnológica, el emplazamiento estratégico y el impulso competitivo», destacó la jefa del Ejecutivo, que concluyó su alocución con un brindis al RIoja.