Las riojanas ganan peso en la Construcción y son ya 1.318

R. Muro
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La Comunidad registra un incremento superior al 78% en incorporación femenina en 2022 a un trabajo tradicionalmente masculino y a pie de obra. Copan ya algo más del 13% de la ocupación total del sector

Ana (al fondo) y Adriana practican en la Fundación Laboral de la Construcción - Foto: Ingrid

Podría parecer impensable hace apenas unos años pero las mujeres copan ya el 13,2% de la ocupación en el sector de la construcción en La Rioja. Son en total 1.318 las trabajadoras que se emplean a pie de obra en el ámbito de la Comunidad autónoma, según los datos al cierre del pasado ejercicio 2022 plasmados en el informe Mujeres en el sector de la Construcción que elabora el Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción. 

Es más, La Rioja es la región española donde más ha crecido el empleo femenino en un sector tradicionalmente masculino. En relación a 2021, el aumento porcentual  ha sido ligeramente superior al 78% teniendo en cuenta que solo País Vasco supera una variación anual  al laza del 50% y que hasta ocho comunidades españoles reflejan valores negativos en cuanto a la presencia de la mujer en la construcción.

Todo ello además en un momento de máxima necesidad para el sector. Juan Ramón Liébana, secretario general de la Fundación Laboral de la Construcción en La Rioja, alerta del aumento de la edad media del trabajador, bien por cuenta propia o bien por cuenta ajena. De hecho, «tenemos un problema de relevo generacional», concreta Liébana en un contexto en el que muchos empleados del sector están «a entre dos y siete años de alcanzar la edad de jubilación. Es el plazo de tiempo que tenemos para sustituir a estos trabajadores» que poco a poco irán saliendo del mercado laboral para sumergirse de lleno en los años de jubilación. Dicho de otro modo, «el grueso de la población activa en el sector» dispone ya de cierta edad. 

Desde la Fundación Laboral de la Construcción en La Rioja trabajan varias líneas dentro del grado medio de Formación Profesional. Por un lado la educación y la sensibilización y por otro, la difusión como uno de los pilares para atraer nueva savia a un sector que exige una adecuada formación pero «de la que el noventa por ciento de los alumnos sale ya colocado».

En cualquier caso, y aunque crece de forma exponencial, al menos en el ámbito de la Comunidad autónoma, la presencia femenina en el sector, «tenemos por delante el reto de hacerlo atractivo para la gente joven», aventura Liébana.

Importante demanda. El propio Liébana, como Miguel Ángel Garrido, gerente de la Fundación en La Rioja, insisten en que la construcción «no es el trabajo de grandes pesos» de antaño. Existe una mayor profesionalización y «demanda de trabajadores además de que el sector ofrece una carrera profesional». Es decir, ofrece estabilidad y «alguna de las mejores condiciones socioeconómicas de La Rioja», concreta el secretario general de la Fundación Laboral. 

Entre todas esas condiciones, Juan Ramón Liébana recuerda que «tampoco se trabaja en fin de semana y es el propio trabajador el que termina decidiendo dónde emplearse». Ahora bien, actualmente «sin formación no se accede a ninguna obra», afirma. 

Y esa formación es precisamente la que desarrollan, en su grado medio, en las instalaciones del polígono Cantabria. La formación superior se imparte ya en el IES Batalla de Clavijo. 

Entre el 20% y el 25% del alumnado de FP de Construcción es femenino

Ana y Adriana son dos de las alumnas del módulo de FormaciónProfesional de Construcción de grado medio que ofrece la Fundación Laboral de la Construcción de La Rioja. Entre el 20% y el 25% de los dos cursos que se imparten en las instalaciones del polígono de Cantabria de la capital riojana, son jóvenes mujeres que han decidido aprender este oficio y dedicarse a él.

En el interior de la Fundación, un pasillo conduce a la sala de informática donde se encuentran los alumnos de primer curso. De ahí, el mismo pasillo lleva a un espacio de grandes dimensiones donde los alumnos se emplean esta semana en labores de derribo, que «suele gustar más que levantar», detalla Miguel Ángel Garrido, gerente de la Fundación.

momento de prácticas. Hablar con Ana, una de las alumnas que se encarga estos días de soltar el alicatado de una pared ataviada con el típico equipo de obra, supone normalizar su presencia en un trabajo dirigido tradicionalmente a los hombres. «Quería aprender este oficio», detalla sin complejos. Está en segundo curso y «nunca he escuchado comentarios» inapropiados por aprender este oficio y con la osadía, valga la ironía, de dedicarse a él. «Ahora -detalla Ana- empiezo las prácticas en una obra real, en la calle y ahí ya no sé qué pasará», argumenta con el desconocimiento de llegar a una situación nueva. 

Tanto Ana como Adriana y otras 1.813 mujeres de la Comunidad han conseguido ya, y continúan haciéndolo, romper otro techo de cristal en un sector tan masculino. Han conseguido derribar una nueva pared de un trabajo, a pie de obra, que parecía reservado para el sexo masculino. 

La construcción, detalla Juan Ramón Liébana, «ya no es como antes», cuando el peso marcaba en gran medida el desarrollo del trabajo. «Ha cambiado todo mucho», concreta el secretario general de la Fundación Laboral de la Construcción en La Rioja.

De hecho, una importante constructora riojana, destacaba ayer a través de sus canales en redes sociales la presencia de mujeres en una de sus obras.