La piscina de la vieja estación podrá tener cubierta vegetal

Feli Agustín
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La redacción del proyecto se licitará estel año y prevé dos dotaciones: el centro de deportes, que sufragará el Ayuntamiento;e instalaciones para mayores, que acometerá el Gobierno

Las dársenas de la actual estación de autobuses se convertirán en una piscina. - Foto: Ingrid

Aunque habrá que esperar todavía unos meses para que entre en funcionamiento la nueva estación de autobuses -cuya fecha aún se desconoce-, el concejal regionalista, Rubén Antoñanzas, ya trabaja en la puesta en marcha de  su proyecto emblemático para la presente legislatura en el edificio de la actual, la creación de un nuevo centro deportivo, al que se unirá otro destinado a personas mayores.

De hecho, su intención es licitar su redacción en el segundo semestre de este año para contar con proyecto una vez que el espacio esté disponible. «Seguimos apostando por una gran instalación deportiva, que contará con gimnasio, piscinas, zonas de musculación y polivalentes para todos los públicos», informa el concejal de Deportes, que añade que la otra gran vertiente del proyecto es un centro social para la tercera edad,  con el que estará intercomunicado. «Creemos absolutamente necesario que en el centro de la ciudad, que cada vez está más envejecido, tengamos un espacio de referencia moderno para que puedan disfrutar los más mayores», señala Antoñanzas.

Será el Gobierno de La Rioja quien se haga cargo de este dispositivo y, de hecho, el edil del PR ya ha mantenido un primer encuentro con el consejero de Servicios Sociales, Pablo Rubio, para «formalmente», plantear el centro de mayores como petición del Ayuntamiento de Logroño, proyecto  sobre el que también han hablado la presidenta regional, Concha Andreu, y el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza.

Así pues, será el Ayuntamiento el que pague la construcción del centro deportivo, gasto que en el caso del dispositivo para mayores asumirá el Gobierno regional. No  obstante, el proyecto se licitará de manera conjunta, pero «con un matiz»: la redacción del centro deportivo contendrá todo el dispositivo, mientras que el de servicios sociales contemplará «grandes espacios diáfanos» para que después sea la Consejería quien defina sus usos. «Es más lógico hacer un proyecto integral para incluir la red eléctrica o de evacuaciones», explica Antoñanzas, que especifica que el Gobierno no puede acometer ninguna actuación hasta que el Ayuntamiento no le ceda las instalaciones. Es, precisamente, la redacción global del proyecto la que obliga a duplicar la cuantía prevista para su licitación que pasa de los 60.000 euros que tiene recogidos en los presupuestos municipales a casi 120.000.

«Para nosotros sigue siendo un proyecto muy importante de ciudad para que el Logroño consolidado disponga en el centro de instalaciones deportivas, de las que carece; es un proyecto fantástico que cubre necesidades y dignifica la zona», afirma el responsable de Logroño Deporte, que augura una obra «singular y espectacular».

Argumenta que las instalaciones acuáticas «son muy necesarias», afirmación que justifica en  que los recientes problemas en la piscina de Las Gaunas, que está en proceso de reparación, han provocado «quejas continuas». Menciona el aumento paulatino de deportistas que practican natación o triatlon, «que está pegando muy fuerte»», y la demanda creciente de «deporte con música dentro del agua», como aquagym. «En las piscinas de Lobete se dan hasta cinco cursos a la vez», informa el concejal, que destaca su gran aceptación por los más mayores.

Cristal o vegetal. En estos momentos, se encuentra en estudiando el diseño del proyecto sobre la base de un reparto a partes iguales del espacio entre el centro deportivo, que se extendería desde la cafetería hasta la entrada de autobuses, incluida toda la zona de las dársenas; mientras el hall, la entrada peatonal a la estación y la entreplanta estarían dedicadas a los mayores. «En esta zona, y esto es muy importante, habrá una gran sala de baile, según me comprometí con la asociación de mayores», informa Antoñanzas, que desconoce la suma total que supondrá toda la intervención.

Porque, asegura, «queda mucho por decidir», como si la cubierta de la piscina será acristalada, como se barajó en un principio o, como proponen los técnicos, vegetal visitable, a modo de parque, a la que se pueda acceder desde el espacio de la tercera edad.

«Será muy accesible», se compromete el concejal, que avanza que se pedirá opinión a vecinos y asociaciones para que «nos den ideas y sueñen».