Víctor López es uno de los dos guardias civiles que se acercaron a retirar una pancarta que contenía un tricornio dibujado dentro de un punto de mira y un anagrama de ETA mientras hacían la ronda habitual en Leiza, Navarra. Al aproximarse, la banda terrorista accionó por control remoto la bomba trampa que había detrás de esa pancarta. López resultó herido grave y su compañero,Juan Carlos Beira, murió.
«Te quedan secuelas de por vida», señala López, «no solo las físicas: yo perdí la audición de un oído pero lo peor son las secuelas psicológicas, el estrés pos traumático que padeces y que provoca que nunca más vuelvas a ser la misma persona».
López, guardia civil retirado, lleva seis años al frente de la delegación riojana de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y hace cuatro, es el vicepresidente de la asociación a nivel nacional.
Como cada 11 M, la asociación se preparar para homenajear a todas aquellas personas que perdieron la vida en atentados terroristas y en reivindicar su recuerdo a través de sus familiares.
«Esta sábado nos volveremos a reunir en un acto simbólico de recuerdo y de homenaje e en el Paseo del Espolón», señala López, «tendrá lugar una ceremonia religiosa y una ofrenda de flores.Hemos invitado a todas las autoridades civiles y militares. Pero no esperamos la presencia de la presidenta Concha Andreu».
Las relaciones entre la AVT y la jefa del Ejecutivo no parece que se hay restablecido después del desencuentro que tuvo lugar en el acto de conmemoración del 11M del año 2018. Entonces, el discurso de López acusando de pasividad por parte del Gobierno central ante lo que denominó «blanqueamiento de los etarras», por la política de acercamiento de presos a las cárceles vasca, molestó mucho a Andreu. Tanto es así que la presidenta declinó posar en la foto junto al representante de la AVT por considera que había hecho un «lamentable que hablase del uso partidista de las víctimas cuando en su propio discurso había hecho lo mismo».
López apunta a que, en ese momento, «expresamos el sentimiento de las víctimas ante la política de acercamiento de presos. Ya son 204 etarras que han sido desplazados a cárceles del País Vasco y Navarra, solo quedan 7 fuera de ellas, y eso porque ellos no lo han solicitado». El delegado riojano de la AVT advierte que «se les aplica esa política sin que hayan mostrado arrepentimiento o hayan colaborado con la justicia para aclarar, como es mi caso, quién o quiénes son los autores de los asesinato».
Educar en la memoria. López no quiere echar la vista atrás porque eso le lleva a una época en la que la sociedad no estaba tan concienciada en apoyar a las víctimas del terrorismo. «Llegamos a sentir vergüenza de ser víctima de un atentado porque había gente que decía que algo habría hecho para serlo», recuerda, «pero, afortunadametne, eso ha cambiado.La sociedad ha cambiado y sentimos su apoyo y empatía».
La empatía es algo fundamental y por ello, la asociación tienen concertados varios convenios de formación con los diversos colegios de psicólogos para que éstos puedan atender a las víctimas instantes después de un atentado porque se trata de momentos claves para el desarrollo posterior de estas personas.
Y para evitar que esa empatía y solidaridad caigan en el olvido, la AVT organiza una serie de jornadas divulgativas en los centros educativos de toda España. «Las víctimas damos os nuestro testimonio, explicamos qué sucedió en este país durante tantos años», aseveraLópez, «es importante que las nuevas generaciones sepan de la historia más reciente de España porque hay chavales que no saben quién es Miguel Ángel Blanco. No puede ser que ignoren que su asesinato fue un punto de inflexión en la lucha social contra ETA».
El delegado de la AVT de La Rioja realiza una llamamiento para que la sociedad riojana acompañe mañana a las víctimas en su día internacional. «Es un acto abierto a toda la sociedad», señala, «siempre nos sentimos acompañados por vecinos de Logroño que se paran en el Espolón y nos acompañan en este reconocimiento».