El Gobierno de La Rioja ha acordado retrasar el inicio del curso escolar 2020-2021 al 15 de septiembre y su finalización al 30 de junio, según las instrucciones para la elaboración abierta del plan de contingencia de centro, ha afirmado este martes el consejero de Educación, Luis Cacho.

Chacho ha realizado estas declaraciones en una rueda informativa, en la que también han participado la directora general de Educación, María Josefa Iriarte; y el inspector médico educativo de la Dirección General de Educación, José Ignacio Aguado.

Esta decisión, ha proseguido Cacho, se ha adoptado para una adecuada incorporación y acogida de equipos directivos y docentes desde el 1 de septiembre y para garantizar el suficiente tiempo de preparación previa de la nueva organización, espacios y medidas de prevención en los centros.

Ha indicado que el necesario retorno a la actividad educativa presencial generalizada desde el inicio del próximo curso 2020-2021, con el fin de "normalizar" el funcionamiento del sistema educativo, ha de realizarse con el máximo de garantías sanitarias y el mínimo impacto educativo posibles.

Cacho ha anunciado una inversión de 13,2 millones de euros, de los que 10 se destinarán a la contratación de un cupo extraordinario de docentes interinos, que oscilarán entre los 220 y los 300; y 3,2 se invertirán en equipamiento digital para centros, docentes y alumnado en desventaja socioeconómica.

Ha señalado que se creará una nueva estructura administrativa, la Unidad Médica Educativa, coordinada por Aguado, y también se establecerá un grupo de trabajo permanente con refuerzo médico y un grupo de enfermería escolar de apoyo directo a todos los centros.

Esta Unidad Médica, ha proseguido, hará de coordinación y enlace con los centros escolares, que “van a ver reforzada su estructura en la educación para la salud”, puesto que contará con un coordinador en cada centro; y se establecerán protocolos sanitarios.

Cacho ha indicado que se implementará un plan de seguridad y salud, que incluirá todos los protocolos; un plan de acogida, que regulará el proceso de entrada en un primer momento en los centros; y un plan de formación e información, que englobará a todos los agentes.

A ellos se suma un plan de seguridad para atender a quienes puedan presentar síntomas de la COVID-19 y, en posible caso de contagio, “minimizar el impacto en la vida escolar del centro todo lo posible y asegurar el aislamiento de las personas que hayan tenido un contacto estrecho y la limpieza de los espacios utilizados”, ha relatado.

Ha destacado que el plan de contingencia para el curso escolar 2020-2021 contempla tres escenarios, de los que el primero, que es “el previsto”, es el de nueva normalidad, en el que “se debe maximizar la educación presencial” y contemplar todas las medidas de reorganización que se sugieren en este plan.

En el segundo escenario, ha apuntado, los centros escolares abrirían “como centros administrativos, con educación presencial reducida a casos necesarios”; mientras que el tercero, el de confinamiento, contempla la educación a distancia como el “único recurso disponible”.

Ha subrayado que “el criterio principal” será garantizar la presencialidad el 100 por ciento del tiempo lectivo a menores de 14 años “para garantizar la conciliación laboral y familiar”, una medida que llega hasta segundo de la ESO y primero de Formación Profesional Básica.

A partir de estos niveles, “los centros tienen otras medidas” para reducir de forma minoritaria la presencialidad de los alumnos, por un lado, establecer turnos de tarde, y, por otro, la educación a distancia, ha concretado.

Este consejero ha incidido en que el uso de la mascarilla será obligatorio para todas las personas mayores de 6 años en todo momento dentro del centro escolar y ha remarcado que “debe buscarse, siempre que sea posible, el distanciamiento de hasta 1,5 metros”.

En Educación Infantil, Especial y Primaria se aplicará “el método de grupo de convivencia estable”, mediante el que “se reduce el equipo docente vinculado a cada grupo o, si no es posible, se toman medidas de rigor”, una iniciativa que “ya ha demostrado su eficacia en el programa de Escuela Abierta”.

La directora general de Educación ha puntualizado que se producirá “un refuerzo en la limpieza”, para lo que ya ha habido una reunión con los equipos de limpieza y se tratará de “hacer la mejor coordinación posible con los ayuntamientos”.

Por su parte, Aguado ha señalado, respecto a la asignatura de educación física, que “si la actividad permite el uso de mascarilla, se usa, si no, se deberán implementar otras medidas, como el distanciamiento y la fundamental ventilación”.