Ficha técnica:

Calahorra: Miguel Martínez de Corta; Iñigo Zubiri, Edu Luna, Joan Rojas, Roberto Canella (Adrián Jiménez, 87), Mario Robles, Ander Vidorreta, Álex Arias (Fer Cano, 70), Pablo Santana (Forcén, 70), Toni Gabarre (Chinchilla, 77) y Marcos Baselga (Barace, 77)

Numancia: Isma Gil; San Emeterio (Valín, 88), Jaume Pol, Simic, Bonaldo (Mahicas, 88), Gorka, Mancebo (Tamayo, 80), David (Rubén Mesa, 46), David Sánchez (Moha, 66), Toni Arranz y Mario Barco.

Árbitro: Aimar Velasco (vasco) amonestó a Joan Rojas por los locales y a Rubén Mesa por los visitantes.

Goles: no hubo. 

Incidencias: 1.350 espectadores en La Planilla, según informó el club. 

El Calahoorra, superior en el cómputo global, no pudo con un flojo Numancia que pudo llevarse el encuentro en el tramo final con un disparo al poste de Moha.

La Planilla se adecentó para recibir a uno de los candidatos al ascenso. El Numancia, respaldado por cerca de 200 aficionados, se plantó en Calahorra con dos ex rojillos. Diego Martínez en el banco y Mario Barco sobre el césped. Pese a ello, el claro dominador fue un Calahorra que dispuso de las mejores ocasiones en la primera mitad pero que, en esta ocasión, no pudo materializar ni Balsega ni Gabarre. En la segunda mitad, pese al control local, el Numancia pudo llevarse los tres puntos en su primera aproximación pero la fortuna sonrió al Calahorra que vio como el poste repelía el disparo de Moha. A los puntos mereció más el Calahorra que volvió a pecar de su poca capacidad goleadora ante un flojo Numancia que solo asustó en dos ocasiones.

Ni el tiempo ni el Clásico, que empezaba quince  minutos después, impidieron a la afición rojilla y numantina de acudir a las gradas de La Planilla. Buen ambiente para disfrutar de un gran encuentro de fútbol entre dos rivales con objetivos diferentes pero con un juego similar.

El comienzo fue calagurritano. El equipo de Juan García, pendiente de las evoluciones de sus pupilos desde la grada, fue mejor que su rival por lo menos en cuanto a control y juego. Las ocasiones, escasas, también eran favorables al equipo riojano.

Toni Gabarre, activo durante la primera mitad, tuvo la primera pero se topó con un gran Isma Gil que mandó a córner. Tras el saque de esquina, Ander Vidorreta de cabeza mando el cuero rozando la escuadra soriana. Primeros avisos a un Numancia que no parecía despertar.

A medida que transcurrían los minutos, el dominio local era más claro. Marcos Baselga, pichichi del equipo, pudo adelantar a los suyos con una gran doble oportunidad pero el ariete rojillo se topó con el cuerpo del cancerbero rival y, en el rechazo, con la pierna de un defensor que impidieron el tanto.

Del Numancia poco que comentar. Presente sobre el césped pero sin noticias en zona ofensiva. Miguel Martínez de Corta solo tuvo que atajar balones mansos, sin peligro durante la primera mitad. Precisamente, tras una de estas aproximaciones, el Calahorra rozó de nuevo el gol. Buena contra rojilla que culminó sin éxito un desacertado Marcos Baselga.

Antes del descanso, Pablo Santana volvió a desperdiciar un balón franco en la frontal que se marchó alto y sin generar peligro a Isma Gil.

El segundo acto comenzó con la primera llegada soriana. Balón suelto que recogió Bonaldo en la frontal y que acabó en las gradas en La Planilla.

Pese al mal remate, la actitud visitante cambió radicalmente y se vio a un Numancia mucho más ofensivo y con ocasiones claras. Rubén Mesa, recién ingresado al campo, dispuso de la más clara con un mano a mano ante Miguel Martínez que desbarató a la perfección el meta logroñés en el área pequeña.

Las aproximaciones sorianas hicieron mella en la mentalidad calagurritana y el equipo se replegó para evitar sustos. EL paso de los minutos devolvió al Calahorra el control pero, una vez más, sin ocasiones.

A la contra pudo hacer daño el Numancia. Tras un buen balón en largo, la pelota cayó en los pies de Moha que, dentro del área y ante varios defensores rivales, logró sacar un disparo que solo pudo repeler la base del poste de la portería rojilla.

Juan García y Diego Martínez introdujeron cambios para intentar variar un marcador que se vería inalterado durante los 90 minutos. El Calahorra, que mereció mejor suerte, desperdicia una oportunidad de lujo para sumar la segunda victoria ante un flojo Numancia que solo jugó a impulsos.