Es una casualidad. La pancarta estaba confeccionada de antes y si la hemos colocado en la fachada hoy es para ilustrar unas jornadas sobre la explotación reproductiva que celebraremos este viernes», aseguraba la Directora de Participación y Derechos Humanos del Gobierno de La Rioja, Sara Carreño. Casualidad o no, la consejería de Igualdad elegía colocar en la fachada del edificio de la Bene la pancarta en la que se podía leer un párrafo de una sentencia del Tribunal Supremo sobre la gestación subrrogada, en un día en el que la atención informativa estaba puesta en este tema. El texto indica que esta práctica «vulnera gravemente los derechos humanos» de madres y niños.

La maternidad de la presentadora de televisión, Ana Obregón, por gestación subrogada en Estados Unidos acaparó ayer portadas y abrió informativos. El tema saltó a la arena política con las declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, recordando que es ilegal en España, y de otros líderes políticos como la portavoz del Grupo Parlamentario de PP, Cuca Gamarra, esquivando posicionarse y reclamando un «debate serio y sosegado».

Carreño explicaba que con la pancarta «no pretendemos personalizar en nadie y esto no tiene nada que ver con Ana Obregón».

Madres cada vez más mayores. La maternidad por gestación subrogada es ilegal en España. Se trata de una práctica ilícita en la que algunos califican como una forma de violencia contra las mujeres y otros ponen el foco en el intercambio de dinero para conseguir un niño o niña. Detrás de esta práctica está el deseo de ser madre o padres y la incapacidad de serlo por los propios medios.

El doctor Gregorio Manzanera, ginecólogo responsable de la Clínica Manzanera de Logroño, asegura que cada vez la maternidad se retrasa más y eso complica la posibilidad de crear una familia una vez superada la barrera de los 40 años. «Son  muchas las parejas que deciden ser padres a partir de esa edad y lo cierto es que la fertilidada es menor a partir de los 38 año», recuerda. Las posibilidades se limitan a tratamientos de fertilidad como la inseminación artificial, la fecundidad in vitro o la ovodonación, es decir, contar con óvulos donados por mujeres jóvenes. También existe la posibilida de ser madre en solitario, algo que ha preferido Obregón y para ello también será necesario un donante de esperma. 

«Existe una prática cada vez más utilizada por mujeres que es la congelación de óvulos. De esta manera, se garantizan la posibilidad de ser madres en el momento más idóneo para ellas sin la premura de los tiempos que marca la fertilidad», recuerda Manzanera que advierte que, en ningún caso está permitida la tranferencia de embriones para su gestación a una mujer que supere los 50 años de edad, aunque sean sus propios óvulos congelados.

«Vemos madres cada vez más mayores, también padres y el paso del tiempo también afecta a la calidad del esperma», asevera el doctor que indica que la mejor manera de fomentar la natalidad no pasa tanto por los avances médicos en fertilidad sino en una política que ayude y acompañe a las mujeres cuando decidan a ser madres, garantizando la conciliación.